Mi Razón de Cambiar

Capítulo 20

POV Percy

- Granger, ¡suéltame! - masculló Isadora molesta. Su pelea me había despertado un tanto sobresaltado.

- No, Isadora. Tenemos que sacarte eso de la mano - dijo Hermione alterada.

- No necesito nada. Déjame en paz de una buena vez - le espetó. Sabía que estaba odiando a Hermione en ese momento.

- ¿Qué diablos pasa? - pregunté yo tratando de que no me mataran.

- No te interesa - me dijo Isadora tratando obviamente de moderar su tono de voz y sus ganas de matarme.

- Isadora se cortó la mano - dijo Hermione jalándola hacia la puerta - de nuevo - agregó.

- Tenías que abrir tu bocota, Granger - dijo molesta - Ya déjame en paz. No necesito nada - en ese momento la tomé de la muñeca derecha, la cual se había lastimado,  tratando de no incrustar más los trocitos de cristal y ambos tratamos de sacarla de la Sala Común. Obviamente ella se oponía completamente y caminaba en dirección opuesta - Jackson - masculló - más te vale que me sueltes o te golpearé como lo hice hace un rato - a pesar de su amenaza no pensaba soltarla para que estuviera tan débil como cuando Clarisse le lastimó la mano izquierda.

Logramos sacarla, con mucha dificultad, de la Sala Común. Nos dirigimos a la enfermería por los interminables pasillos del castillo. Íbamos en uno de los pasillos más largos cuando nos chocamos con la nada que realmente era Harry con su capa de invisibilidad. Hermione e Isadora se cayeron y para sostenerse, Isadora apoyó ambas manos en el piso. Vi cómo se le incrustaban más los trocitos de vidrio en la mano y me quedé alarmado. Ella trató de reprimir un quejido pero terminó maldiciendo un par de veces al darse cuenta que su mano había quedado marcada con sangre en el piso del pasillo. Miró su mano lastimada y la volvió a colocar en el suelo, presionándola con fuerza para que hubiera otra marca idéntica al lado de la que ya había hecho.

- ¿Qué diablos haces? - dije alterado - Incrustas más el cristal.

- Así sabrán que estuve aquí - dijo bromeando. Se tiró al suelo y se estiró. Mordió la venda que tenía en la mano izquierda y luego de eso terminó viendo su mano derecha un tanto asombrada.

- ¿Qué diablos está pasando? - preguntó Harry cuando se terminó de desenredar de la capa.

- Hermione... - dije confundido obviando la pregunta de Harry mientras Isadora rodaba en el piso - ¿Qué fue lo que Isadora rompió? - pregunté un tanto preocupado.

- Un frasco que estaba en mi habitación... - contestó dejando la frase en el aire y pensando un poco - El frasco que rompió era mi elixir para inducir la euforia. Mi tarea de Pociones - dijo alarmada.

Isadora no había parado de decir cosas sin sentido y no podía quedarse quieta. Harry la tomaba de la muñeca y ella simplemente decía tonterías y fantaseaba.

- ¿Y qué diablos hace esa poción? - pregunté casi gritando.

- Pues induce la euforia, está claro - contestó Harry sonando obvio y riéndose de lo que estaba haciendo Isadora. La había soltado y estaba restregando su espalda contra la pared y no había parado de hablar en griego. 

Hermione y Harry decidieron quedarse en la Sala Común mientras yo llevaba a Isadora a la enfermería. Pasé mis brazos por debajo de sus rodillas y la cargué con un poco de dificultad, ya que ella no paraba de forcejear. Caminé rápidamente con Isadora alucinando un poco por la poción. Ella no pesaba nada pero lo que me dificultaba el recorrido eran las tonterías que hacía. Me jalaba del pelo o del cuello y decía cosas incongruentes. Dijo cosas graciosas como Φαίνεσαι αστείος (Faínesai asteíos) que significaba que me veía gracioso o me preguntaba Πού πάμε; (Poú páme?) que era su forma de preguntarme a dónde íbamos. Era tierna pero todo lo hacía bajo el efecto del elixir de Hermione.

Finalmente llegamos a la enfermería y recosté a Isadora en una de las camillas. No había parado de reír o decir tonterías. La enfermera, al ver su mano, se horrorizó y ahogó un pequeño grito.

- ¿Qué diablos le sucedió? - me preguntó muy alterada.

- Rompió con su mano un frasco de elixir para inducir la euforia - dije rodando los ojos.

- ¿Por qué lo hizo? - preguntó la enfermera, extrañada de nuevo.

- Estaba enojada - dije tratando de restarle importancia.

- Bueno, habrá que sacarle los cristales y esperar a que se le pase el efecto de la poción - dijo con notable cansancio - Te puedes retirar - comentó viéndome fijamente.

- Me quedaré aquí- dije seguro. La enfermera solamente asintió y se alejó para sacar algunos artefactos extraños de un armario. Tomó unas pinzas y luego de hacer que Isadora se quedara dormida, sacó cada trocito de cristal que tenía en la palma de su mano.

- ¿Así que esta es la chica que se cortó la mano izquierda? - dijo la enfermera con fastidio.

- Sí - afirmé yo riendo levemente.

- ¿Qué hace para que le suceda todo esto? - dijo introduciendo la pinza en la mano de Isadora para sacar los trocitos. En ese acto yo me limité a quedarme callado y cerrar los ojos con fuerza para no presenciar lo que le estaba haciendo.

Luego de que la enfermera terminara de sacar el cristal y desinfectara la mano de Isadora, la dejó durmiendo y yo me quedé junto a ella a pesar de los constantes reproches que me decía la enfermera.

Después de un tiempo un tanto largo, más o menos a media noche, Isadora despertó.

- Despertaste - Le dije cuando abrió los ojos. Isadora se sentó en la camilla y me miró con una ceja alzada.

- No, sigo dormida - ambos guardamos silencio durante unos segundos. - ¿Qué me pasó?

- Rompiste un frasquito de Hermione y te cayó en la mano un líquido que no me recuerdo cómo se llama, creo que te drogaste un poco, solo un poco - le expliqué tratando de aligerar el ambiente . Ella se mantuvo sería mientras miraba el vendaje de su mano. Después volteo a ver el vendaje de su otra mano. Y después la otra. Y la otra.

- Creo que me debería de quitar una - no me dejó responder cuando ya se había quitado la venda de la mano izquierda. Tenía una larga cicatriz a lo largo de la palma. Estaba casi totalmente curada, aunque aún estaba rosada. Abrió la palma totalmente y estiró los dedos. - Casi no me duele.

- Creo que no te deberías de quitar aún la venda - trate de advertirle. Seguía estirando los dedos y la cicatriz se estaba tornando entre rojo y morado.

- ¿Tu crees? - me preguntó. Por un momento creí que estaba siendo sarcástica, pero me di cuenta de que me lo preguntó en serio. Tal vez me estaba empezando a tener afecto.

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Hola!

Capítulo cumpleañero por Lily 😂

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⚯͛ Ψ ❤