Mi Razón de Cambiar

Capítulo 34

- ¡Cedric! - gritó alguien frente a nosotros. Él me soltó inmediatamente y ambos nos volteamos.

- Klaus, que oportuno - dijo Cedric un poco molesto - John, Joseph. También vinieron - agregó cuando los vio.

- Siento por interrumpir su escenita de amor - se disculpó Klaus tratando de que no lo escuchara. Yo no dejaba de ver al piso porque no quería que se dieran cuenta de mi ojo.

- No digas eso, Klaus. Solo acompañaba a Isadora - lo regañó Cedric. Agradecí que no mencionara lo que había pasado en la biblioteca.

- Y cuéntanos Isadora, ¿qué has hecho en los últimos días? A parte de estar con Cedric, claro - preguntó John. No levanté la mirada.

- Nada interesante - contesté yo seriamente.

- ¿Pasó algo? - preguntó Joseph al darse cuenta de que no los miraba.

- Pasó que ustedes vinieron - contestó Cedric un tanto molesto.

- Cálmate, Cedric - dije volteando a verlo. Obviamente sus amigos notaron la gran marca alrededor de mi ojo y mi nariz.

- ¿¡Qué te pasó!? - gritó Klaus mientras John y Joseph me miraban horrorizados.

- Le cayó un libro en la cara, ¿bien? - dijo Cedric secamente.

- Cedric, ¿qué te pasa? - pregunté asombrada de que fuera tan cortante con sus amigos.

- No dejan de acosarte - contestó él casi gritando.

- ¿Y qué? ¿Tienes que protegerme o algo? - pregunté un tanto molesta.

- Pues no, pero...

- Olvídalo - dije y me fui caminando hacia la Sala Común de Gryffindor. Era tarde y la sala estaba desértica. Me senté en uno de los sillones y me quedé dormida mientras miraba como nevaba.

****

Me desperté cuando aún no había amanecido, cosa que agradecí porque de esa manera nadie vería mi ojo. Subí a mi habitación y estuve un buen rato buscando unos lentes de sol entre mis cosas. Hice tanto ruido que terminé despertando a Lavender, Hermione y Parvati.

- ¿Isadora? ¿Qué haces despierta a esta hora? - preguntó Hermione con tono somnoliento encendiendo la lámpara que tenía a su lado.

- Nada que te interese, Granger - contesté sin darme la vuelta.

- Son las tres de la mañana. ¿Podrían callarse? - reprochó Parvati cubriéndose con las sábanas.

- ¿Acabas de volver? - preguntó Lavender, como siempre, interesada.

- Vuelvan a dormir, ¿quieren? - exigí mientras me ponía los lentes. Me di la vuelta para ver a Parvati roncando, Hermione semi dormida y Lavender sentada en su cama.

- ¿¡Estabas con Cedric!? - casi gritó saltando de su cama y corriendo frente a mí.

- No grites, Lavender - reclamé cuando vi a Hermione dormirse de nuevo.

- ¿Estabas con Cedric? - susurró con picardía.

- No, Lavender. Me quedé dormida en un sillón de la Sala Común - mentí. No quería que Lavender se enterara porque se lo terminaría contando a todo el mundo.

- No sé si creerte - dijo tratando de verme a los ojos. Bajé la mirada y la empujé levemente hacia atrás.

- Pues deberías - contesté y me tiré sobre mi cama. Apagó la luz de la mesa de Hermione y se acostó también. Luego de un tiempo escuché como roncaba.