¿Quién es él?
Nina caminaba por los pasillos de su Instituto buscando a Alan, pero se encontraba tan metida en sus pensamientos que no miró al frente y chocó con el bebedero (y el charco de agua que había), cayendo al suelo.
Un chico apareció frente a ella y le tendió la mano para que pudiera levantarse. Ella lo miró y no lo reconoció, aunque parecía haberlo visto antes; tomó su mano y se levantó.
—Gracias—dijo avergonzada, el chico se mordió el labio intentando no reírse de más.
— ¿Te encuentras bien? —le preguntó, ella asintió.
—Sí, sólo tropecé—le dijo—. Gracias por ayudarme.
Ella pudo verlo esta vez con más cuidado; era más alto que ella, tenía el cabello un tanto despeinado y oscuro, sus ojos eran oscuros también y parecía tener la mirada pesada. El chico sonrió mostrando una curva en sus labios.
—Debes tener más cuidado, Nina—mencionó para luego despedirse de ella y desaparecer entre la multitud de chicos que caminaban hacia sus clases.
Ella quedó confundida por lo que había sucedido segundos antes, ¿cómo podía conocerla? De cierta forma sentía que lo había visto antes pero no estaba muy segura, Nina era a veces un poco distraída; vivía en su mundo siempre y sacarla podía costar un poco.
Ese chico la conocía, ¿podría ser que era quién escribía las notas?
Caminó hacia su clase intentando olvidarse de ese momento. Era muy cliché que el chico que le escribiese las notas fuese él, su vida no era un libro de romance, así que no podía ser él.
En su clase pudo ver a Bianca
Vio a la novia de su mejor amigo en uno de los puestos y se sentó en el asiento vacío al lado de ella.
—Hey Bianca—le dijo, la chica rubia le sonrió y la saludó.
Había comenzado a hablar más seguido con Bianca debido a que salía con su mejor amigo, pero podía considerarla una amiga. En general, ella no era de muchos amigos, su amiga más cercana era Brenda y ella vivía en otra ciudad.
— ¿Cómo estás Nina? ¿Y esa cara?
—Hoy me caí con un charco de agua del bebedero—suspiró, Bianca hizo una cara de asco.
—Las personas no saben tomar agua—negó, Nina rió estando de acuerdo con ella—, por cierto, puede que a Bruno se le haya salido que tienes un admirador secreto.
Nina abrió la boca sorprendida para luego tomar una nota mental de que debía hablar con Bruno sobre ello.
—Sí, pero no sé quién es.
—Por eso es un admirador secreto, bobita—rió ella, Nina se encogió de hombros.
—Tengo una teoría—le dijo—, bueno, se me ocurrió hoy, así que no es muy seguro.
— ¡Cuéntame! —la tomó del brazo, Nina le explicó sobre su pequeña idea del chico misterioso del bebedero como su admirador—. ¿Cómo se llama el chico?
—No lo sé, es la primera vez que lo veo—Bianca se quedó pensativa, Nina miró a la puerta y pudo ver al chico entrar, le tocó el brazo a Bianca—. Mira, es él. —lo señaló con discreción.
—Es Mike—mencionó—; es lindo. Invítalo a salir.
— ¿Qué? No lo conozco.
—Pero él sí—la codeó para molestarla—, puedes invitarlo para conocerlo. Quizás si sea el de tus notas.
— ¿Ahora? —Bianca asintió, Nina se levantó de la silla y caminó hacia él.
Era la hora de invitarlo a salir.
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Creí que era para mí
Short StoryÉl escribía notas, Nina las leía pero no eran para ella específicamente. Pertenece al universo literario de Sunny Ice Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1611089779979. Se le prohíbe la copia.