Capítulo 28

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Sí o sí

—Refréscame el por qué sabes en donde vive Stuart—dijo ella, Bruno bufó.

—Se lo pregunté a Gastón—ella rió.

Ambos habían llegado hasta la casa del chico para preguntarle de forma directa las razones de ocultarse. Ella se acercó a su puerta y Bruno la esperó detrás de los arbustos que se encontraban en la entrada, suficientemente callado como para no interrumpir nada y poder escuchar. La morena tocó la puerta y de ella salió un alto señor caucásico y con lentes quién la miró esperando a que hablara.

—Hola Señor soy Nina—saludó ella con una sonrisa—. Soy compañera de Stuart, ¿él se encuentra? —el señor asintió y le pidió que esperara mientras que lo buscaba.

A los minutos apareció el castaño con el ceño fruncido.

— ¿Qué sucede Nina? ¿Qué haces aquí? —preguntó y luego volteó a verla curioso—. ¿Cómo sabes que vivo aquí? Que stalker—ella alzó una ceja, él era la persona menos indicada para decirle eso.

—Me mentiste—lo acusó.

— ¿Cuándo te mentí?

—No soy tonta Stuart, sé que Alan no hizo el test que diseñaste, así que él no es el de las notas—respondió—. La pregunta es, ¿quién las escribe?

—No lo sé ¿si? —habló—, Sólo quería liberarme de ti—murmuró.

— ¿De quién era el test?

—No sé si sabes pero todo era anónimo.

— ¿Por qué hiciste un test anónimo para encontrar a la persona?

—Porque ningún chico aceptó a colocar su nombre—bufó—. Nadie quiere que veas sus respuestas sabiendo que las escribió.

Ella chasqueó su lengua y lo miró fijamente a los ojos. Stuart apartó la mirada incómodo, no estaba acostumbrado a eso.

— ¿No será que era tuyo?

—Pensé que eras lista, Nina—respondió él—. Si fuese yo no habría hecho el test en primer lugar.

— ¿Cómo sé que no estás mintiendo?

—No te ofendas, pero no eres mi tipo de chica—Nina lo tomó del cuello de la camisa y lo acercó a él.

—No sé cómo harás pero me vas a conseguir el nombre de ese chico—le dijo con una voz firme—. ¿Me entendiste? —él asintió, tragó saliva un poco nervioso por la cercanía de ella y su comportamiento tan brusco—. Bien, te veo en clases.

Lo soltó y se fue junto a Bruno quien se estaba riendo de lo que acababa de pasar.

Al llegar a su casa se encontró con una peculiar nota rosada que se encontraba en la puerta principal. Soltó un suspiro al tener nuevamente su nota.

«El mundo es horrible pero tú eres hermosa»

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora