Capítulo 37

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No es intencional

Mike suspiró al ver cómo Alan cerraba su casillero con fuerzas, se encontraba molesto y podía notarse. Mike sabía—aunque no estuviese al tanto de lo que había sucedido— que esa molestia era por su culpa. Caminó hacia él y se mostró confiado en lo que haría.

— ¿Qué tal Alan? —preguntó, el rabio no respondió—. ¿Estás molesto? —notó como Alan se puso serio, sin embargo podía notar un leve enrojecimiento en sus orejas.

No le dijo nada y caminó para alejarse de él. Mike se apresuró a seguirlo.

—Sabes, me estaba planteando, ya que tú eres Cupido y sabes todo eso de amor—empezó a hablar—. ¿Por qué no me ayudas con Nina? —Alan se paró y volteó a verlo, le sonrió.

—Podría ayudarte, pero parece que tú conoces más técnicas para enamorar a una chica que yo—respondió—. O diría, Sierra conoce más técnicas que yo—Mike alzó una ceja causándole más cólera a Alan. No dijo nada y siguió caminando. Mike fue detrás de él nuevamente.

— ¿No es Cupido el que debe saber cómo enamorar a una chica?

—Parece que Cupido no se leyó ese libro—respondió, Mike lo miró confundido.

—No me hables en metáforas raras—le dijo, Alan le sonrió.

—Parece que no prestaste atención en Literatura Mike, triste que a Nina le gustan los chicos culto.

Mike rodó los ojos para luego darle una sonrisa.

—Parece que te equivocas Alan, porque a Nina le gusto y saldremos en una cita esta noche.

—Entonces diviértete—Alan siguió con su camino y Mike decidió esta vez dejarlo, buscaría otra forma de hacerlo molestar.

Sierra llegó a su lado. Miró al chico rubio alejarse y tomó del brazo al chico.

— ¿Qué te dijo?

—No le importó.

—Miente, sé que le importa—respondió. Mike suspiró—Besarás a Nina y te encargarás de que él se entere.

—No entiendo el punto de esto—le dijo—. A Alan no parece interesarle Nina, ¿por qué quieres molestarlo? ¿Acaso te gusta? —la castaña rió.

—Necesito que me ayude en algo y no quiero que su atención se vaya a otra persona que no sea yo—aclaró, se pasó una mano por su cabello acomodándolo un poco—. Haz lo que te pido y obtendrás lo que quieres Mike—se alejó de él.

El castaño caminó hasta el patio del instituto encontrándose con Nina sentada en una de las mesa, se acercó a ella, esta lo miró y le sonrió.

—Nina, ¿quieres salir hoy en la noche?

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora