Creí que era para mí
Nina estaba sentada en las escaleras fuera de su casa junto a Gastón, aun la idea de que él fuera el que escribiera todas esas lindas palabras no era captaba por ella. Es que Gastón era tan opuesto a la imagen que ella tenía del chico, no podía imaginárselo enamorado de alguien.
— ¿Por qué empezaste a escribirle notas? —le preguntó, Gastón sonrió,
—Sé que suena extraño que un chico de dieciocho años se fije en una mujer de treinta y tantos pero la verdad es que Kenzie es hermosa y mandarle notas era la manera menos fuerte de que ella me rechazara. Cómo te dije una vez, si una persona manda algo bajo el anonimato es por la simple razón de que quiere que la otra lo sepa pero sin enterarse de quién eres. Y no quería que ella supiera—le contestó mirándola—. No le digas a nadie que soy yo quien las escribe por favor.
—Les diré que me dejaron de llegar las notas—se sonrieron—. Esto es muy extraño para mí.
—Discúlpame Nina, de verdad no tenía la intención de hacerte daño.
—No te agrado.
—Porque eres una ingenua e intensa—le respondió. —Sólo te fijabas en la boba imagen que tenías de un chico que no conocías.
—Pero es que escribías tan lindo todo. Y tu comentario ese de Freud que nunca entendí, ¿te gusta la psicología?
—Mi papá es psicoanalista, él le dijo esa frase a mi mamá y me pareció muy cómico. —se rió.
— ¿Cómo conoces a Kenzie?
—Ella suele ir a la tienda de mi mamá a comprar materiales para su trabajo y yo atiendo la caja a veces. No le digas a Bruno esto, me matará—le dijo alarmado, Nina se rió por eso.
—Será nuestro secreto—le dijo—, Gracias por decirme lo de Mike.
—Necesitabas a alguien que lo hiciera—la morena suspiró y bajó su mirada a sus pies. Gastón la miró sin entender—. ¿Qué sucede?
—Nunca conseguiré a un chico que me quiera de verdad—le dijo—. Necesito a un chico que sea el indicado para mí. La imagen que tenía de ti, o bueno, del chico de las notas, yo... bueno, creí que era para mí.
Gastón apoyó su mano sobre su espalda y la frotó para darle ánimos. Nina estaba triste porque su imagen de cuento de hadas había acabado pero Gastón pensaba que sólo acababa de comenzar. La morena no era fea y sentía que si dejara de ilusionarse tanto con alguien, ella podría algún día conseguir a un buen chico que la quisiera de verdad.
—Tal vez no estás destinada a salir con alguien en la secundaria, pero mira el lado bueno—le dijo—. Iremos a la universidad, ahí lo más probable es que conozcas a un chico que haga que tu corazón se acelere cada vez que lo veas, te hará sentir como esas notas lo hicieron. Sólo que esta vez será real.
Ella asintió cabizbaja.
—No te pongas triste por esto, velo como una enseñanza, debes conocer al chico primero para poder sentir algo por él ¿si? —le dijo intentando animarla—. Debo irme ahora, se supone que tengo que estar en la tienda antes de las cuatro. Nos vemos, Nina. —le dijo y se paró de las escaleras, observó a la morena una vez más y le sonrió.
Sacó una nota de su bolsillo y con un bolígrafo escribió algo en ella. Se tardó un poco debido a que era algo largo pero sabía que eran las palabras perfectas para ella en ese momento.
—Creo que debes tener esto, tómalo como un consejo—le entregó una nota azul y luego se alejó.
Nina abrió la nota y sonrió al leer el mensaje.
«El amor es algo extraño, a veces no lo buscamos y llega a nosotros, otras lo buscamos y nunca vemos que llegue. Pero la verdad es que el amor siempre está ahí, porque no sólo necesitas amor de una pareja, a veces el amor de un amigo o un familiar es suficiente.
Sé que te sientes sola por no tener a alguien pero no debes preocuparte de eso, porque llegará el día en que consigas a un chico valioso para ti y espero estar ahí para verlo, Nina.
—Gastón»
Entonces Nina supo que no debía apresurarse a conseguir a un chico que la quiera, el chico simplemente llegará en algún momento y la hará una persona muy feliz. ¿Qué aprendió de las notas? Que a veces unas palabras te pueden hacer sentir especial, incluso si no están dirigidas a ti.
La morena se leyó varias veces la nota, esa era su favorita porque por primera vez iba dirigida a ella. Guardó la nota en su bolsillo y se levantó de las escaleras para entrar a su casa. Subió hasta su habitación y en ella abrió una pequeña caja con todas las notas que le habían llegado. Suspiró observándolas.
—Vaya, tantas lindas palabras y ninguna era para mí—rió sin ganas cerrando la caja, sacó su nota del bolsillo y la pegó en su puerta, quería verla siempre.
Nina creyó que el chico de las notas era para ella, pero al final no fue así y eso le hizo ver lo que de verdad pasaba. Se aferró a una persona para llenar el vacío que tenían en su corazón.
A veces, una nota o un chico no son para ti. Incluso si crees que es para ti, puede llegar algo que te demuestre que no lo es.
Sólo sé feliz y si alguna vez recibes una nota, deja que se quede en el anonimato, si la persona es para ti, se mostrará; y si le escribes una nota a alguien, te recomiendo que escribas su nombre, no dejes que alguien más crea que son para ella.
¿Fin?
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Creí que era para mí
Short StoryÉl escribía notas, Nina las leía pero no eran para ella específicamente. Pertenece al universo literario de Sunny Ice Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1611089779979. Se le prohíbe la copia.