Capítulo 50

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Alan al rescate

Nina miró a Alan apenada, nadie debía haber visto esa escena. Tenía el brazo de Charlie agarrado mientras que Charlie tenía la mirada en sus pies y su corazón latiendo a mil por hora. Alan se acercó a ambos y miró a Nina serio.

—Sólo dime que no haces esto porque estás intentando descubrir si él escribe tus estúpidas notas—le dijo él, Nina bajó la mirada.

—No son estúpidas—susurró.

—No negaste que sí lo hacías por eso—negó en desaprobación—. Deja a Charlie tranquilo—Nina soltó al castaño y este salió huyendo de ella.

—Parecías una chica regalada ahí—le dijo Irene, Nina la miró molesta.

— ¿Disculpa? —Alan se interpuso entre ambas.

—Este tema de las notas se te está yendo de las manos—le dijo, miró a Irene—. No vuelvas a decir lo de regalada, es una mujer al igual que tú y debe ser respetada.

Irene quitó la mirada del rubio avergonzada por sus palabras.

—Discúlpate con ella—le pidió, Irene suspiró y miró a Nina.

—Lamento decirte así—confesó con sinceridad, no había pensado siquiera en sus palabras.

—Ahora, Irene, necesito estar a solas con Nina—le dijo y ella lo miró.

Alan le hizo un gesto para que se marchara, Irene sin decir nada más, se dio media vuelta para irse por donde había llegado.

—Debes dejar de insinuártele así a Charlie, no lograrás nada más que se sienta más incómodo contigo.

—Pero...

—Pero nada—la interrumpió— ¿No estás saliendo con Mike? Respétalo a él también.

—No salgo con Mike, no aun.

—Pero si tus intenciones son esas, creo que deberías tener un poco de respeto y no andar besándote con cualquier chico—le dijo rudo—. Charlie no te escribe las notas, créeme cuando te lo digo. No puedo decirte por qué lo sé ni menos la razón por la que lo sé porque es un tema de él, pero confía cuando te digo que no lo es.

—Y si...

—No, no es él Nina—le dijo interrumpiendo cualquier idea que ella tuviese que decir—. Ahora me iré, nos vemos Nina.

Nina gritó exasperada una vez que él se había alejado, estaba frustrada de que las cosas no salieran como ella quería. 

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora