Capítulo 63

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Sospechoso 13: Leo Monet

Nina pensó en las palabras que Bianca le había comentado, Sierra Harris era capaz de todo pero meterse con alguien sólo porque no tenía lo que conseguía era algo poco visto. Prefirió dejarlo pasar, no quería tampoco tener problemas con Sierra por lo que mejor era concentrarse en ella y en lo que quería.

Y conseguir al chico de las notas era lo que quería.

«Jamás creí que escribiría estas palabras, pero cada día que pasa me vuelves un poco más enamorado de lo que eres»

Miró a Leonardo Monet—mejor conocido como Leo— pasar por la puerta del salón y caminar hasta sentarse frente a ella. Observó su espalda y notó que se estaba dejando crecer el cabello. De Leo conocía muchas cosas, pero seguramente era lo mismo que todos conocían: tenía uno de los mejores promedios de la clase, su familia se había mudado desde México hace dos años y tenía un acento que resaltaba en todas partes.

Sus mejores amigos eran Adrián Astori y Dante De Luca—otro sospechoso en potencia—, y no tenía novia, por lo que podía ser una gran ventaja para ella como sospechoso.

Tocó su hombro y él se volteó para verla.

—Hey Nina—lo escuchó hablar—. ¿Necesitas ayuda con algo?

—No, digo sí—comentó. Tomó la nota que estaba entre las hojas de su libreta y se la entregó a él—. Disculpa si te incomodo, pero, ¿escribiste por casualidad esto?

El chico tomó la nota y la leyó. Le dio una mirada a Nina y luego negó.

—No, disculpa—mencionó—. ¿Te las dejaron?

—Sí, hace un tiempo.

—Oh, un admirador secreto—mencionó y ella se encogió de hombros con vergüenza—. Lamento no ser el chico.

—No, está bien—le sonrió—. ¿Crees que Dante puede ser quién las escriba? —el chico frunció el ceño.

—¿Dante? ¿Mi amigo Dante? —ella asintió—. Bueno, hasta donde sé, no lo hace—mencionó—. Nunca te ha mencionado...espera, una vez sí—pensó un poco—. Pero no porque te escribía notas sino fue por algo que le dijiste.

—Oh, seguro fue cuando lo acusé de ser el chico.

Leo rió.

—Posiblemente—dijo—. A Dante le incomoda un poco el contacto físico—ella asintió entendiendo el comportamiento del chico cuando ella le hablaba, parecía siempre estar asustado.

Adrián, llegó al puesto de Leo y dejó sus cosas sentándose a su lado, volteó a ver ambos chicos curioso porque nunca habían interactuado entre sí. Le sonrió a Nina.

—Hey Nina, ¿cómo estás? —le preguntó, ella lo saludó alegre.

—Hola—respondió—. Estoy bien, ¿y tú?

—Genial—dijo alegre y luego cambió su expresión a un poco más seria—. Aprovechando que estás aquí, escuché que estás buscando al chico que te escribe las notas—ella lo miró—. No sé si estoy en tu lista, pero para aclarar de una vez, no soy yo—mencionó.

—¿Cómo puedo estar segura? ¿Cómo sabes que estoy buscando al chico?

—Le has preguntado a casi todos los chicos de la clase si son el que te escribe las notas—mencionó obvio—. No hay que ser el chico de las notas como para saberlo; ¿por qué lo buscas?

—Lo necesito—Adrián frunció el ceño—, para completar todo lo que quiero.

—Que dices—dijo—, no necesitas a ningún chico en tu vida. No te centres en encontrarlo.

—Pero...

—Él tiene razón—habló Leo—. No necesitas a un chico que se oculta.

—Exacto—sonrió Adrián—. Mira, no sé cómo va tu búsqueda pero creo que es mejor buscarte a alguien real.

—¿Por qué no sería el chico de las notas real?

—Sólo digo que te puedes decepcionar al final.

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora