Creí que era para mí

Capítulo 52

Pasos que no dio

«Así como Kloss dijo una vez: estoy tan enamorado de ti que no puedo ver a nadie más.

Me siento de esa forma contigo, ¿acaso está mal?»

Dejó la nota en el pequeño cofre que utilizaba para guardar cada palabra que el chico le dejaba. Se echó en su cama y abrió la hoja con la lista de los sospechosos que había anotado; cada día parecía que se hacía más corta pero al mismo tiempo le hacía pensar que algo estaba mal.

¿Por qué el chico no le decía nadan sobre él? Quería conocer cosas sobre él, quería poder confesarle lo que le hacía sentir con sus palabras.

Sus palabras tan bonitas que podían enamorar a cualquier persona que las leyese, juntos como había sucedido con ella. Pensó en la posibilidad de encontrarlo pronto, en cómo podía ser la vida de ella cuando lo supiese.

¿Serían novios? Ambos estaban enamorados del otro, ¿por qué no intentarlo?

Creyó que podía escribirle y dejarle la nota en su puerta justo como él lo hacía, quizás podían hablar de esa forma y se sentiría más cercana a él.

Buscó una hoja y un bolígrafo de color para poder escribir, pensó un poco en qué podía decirle y terminó haciendo lo primero que se le vino a la mente.

«Hola, quería decirte que agradecía cada palabra que me has dicho. Pero quiero saber quién eres, ¿quizás no tu nombre, pero, y si me das una pista de cómo eres? Así puedo yo encontrarte.

Dime algo que te guste, cuáles son tus sueños...cualquier cosa bastará para mí.

Atte: Nina»

Tomó una pegatina y se llevó todo para la puerta de su casa para poder colocarla en su puerta y esperar que el chico llegase y la leyese.

Sin embargo, Nina no pensó en la posibilidad de que su nota nunca llegase a las manos de aquel chico.

Y tampoco se dio cuenta cuando su nota, minutos luego de que ella la dejase, se cayera al suelo y fuese destruida por la fuerte lluvia que apareció esa noche en la ciudad.