Sospechoso 8: Robert Marin
Robert Marin era un chico normal, le gustaba pasar las navidades esquiando en Canadá junto a sus padres y su hermana, usaba ropa muy colorida que hacía que resaltara aunque no hablase en ningún momento, también era fan de las películas de Leonardo DiCaprio y el amor de su vida—según él—, era Tom Hardy.
No le gustaba leer pero le gustaban las películas basadas en libros, también seguía una cuenta de un artista plástico en Instagram y le gustaba ver los partidos de fútbol en su casa, pero no ir a los juegos en vivos.
Todo eso pudo encontrar Nina, además Emily Suarez, una de sus compañeras, tenía un pequeño crush con el chico y le había comentado muchas cosas sobre él.
Pero nada de eso podía ayudarla a descartar o a creer que él podía escribir las notas.
— ¿Qué estás mirando? —preguntó Bruno llegando a su lado y sorprendiéndola.
Nina no sabía si debía decirle, no tenía algo para sospechar pero tampoco podía dejarlo pasar tan fácil. Le dio una mirada a Robert y éste estaba riéndose de algún chiste que alguno de sus amigos había dicho.
Ella había tenido varias conversaciones con Robert antes pero ninguna lo suficientemente larga como para creer que podían llegar a ser amigos. O incluso a pensar que él estuviese interesado en ella.
Nina miró a su amigo, no perdía nada en contarle.
—Quiero encontrar algo que pueda ayudarme a descartar o no a Robert—mencionó, Bruno le dio una mirada y asintió.
—Robert es gay y tiene novio, ¿te sirve eso para descartar?
— ¿Ah?
Bruno rió.
—Robert tiene novio, creo que es de un salón menor a nosotros o de otro Instituto, no sé—confesó—, pero sé que lo tiene porque hace un tiempo se acercó a Alan para pedirle ayuda por su aniversario con su novio.
—Oh, no sabía eso.
Una sonrisa apareció en su rostro, entonces él no le escribía las notas. Robert era un chico agradable pero posiblemente no tuviesen muchas cosas en común para conversar o para pasar el rato en conjunto.
—Puedes borrar su nombre en tu lista—rió ella.
Ella sacó la hoja con los nombres y tomó de su bolso el bolígrafo para tachar el nombre Robert. Contó los nombres de los chicos que faltaban y suspiró. Todavía faltaban once chicos para descartar, y tenía que recordar que Dante y Charlie no eran descartados por completo.
Necesitaba encontrar una forma más rápida de descartar a los chicos y por su impaciencia lo quería para ya.
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Creí que era para mí
Short StoryÉl escribía notas, Nina las leía pero no eran para ella específicamente. Pertenece al universo literario de Sunny Ice Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1611089779979. Se le prohíbe la copia.