Confía en mí
El problema de Nina era que no solía comprender cuando alguien no tenía buenas intenciones. Creía que cualquier persona que se acercara y fuese agradable era debido a que tenía algo bueno que aportar. Sin embargo, no siempre era de esa forma, no todos los buenos eran confiables y no todos los malos querrán hacer daño.
La chica miró a unas sillas metros de ella, a Alan sentado mientras leía su libro. Ella suspiró sabiendo que todavía él se encontraba molesto con ella; Alan al darse cuenta de la mirada, se tapó la cara con su libro para ignorarla.
Nina sintió como alguien se sentaba a su lado, por su vista periférica pudo darse cuenta de que Sierra Harris era aquella persona.
— ¿Sierra? —preguntó extrañada, ellas no eran amigas.
—Vine a hablarte de Alan—mencionó ella, causándole más curiosidad a la morena.
—Está molesto conmigo.
—Eso lo sé, no es algo difícil de ver. Se nota que te evita—sonrió dulce, algo muy extraño en ella.
—No entiendo por qué—mencionó—, él cree que Mike y tú tienen algo.
— ¿Mike? Ni hablar, no es mi tipo—Nina rió.
—Yo le dije lo mismo—Sierra se echó hacia atrás recostándose en el espaldar de su silla—. Alan es una persona muy complicada; para ser cupido no sabe lo que está haciendo.
—Los chicos me confunden—rió Nina, Sierra asintió y se fijó en el rubio a unos metros de ambas—. Se molestan solos.
—Confía en lo que tú crees—le dijo Sierra—, pero para que sepas. No soy cercana a Mike, no me gusta tampoco; así que no tengas dudas sobre ello, creo que le gustas ¿no? Evan me lo mencionó.
—¿Evan?
—Sí, creo que era él—dudó—, pero estoy casi segura. Los estuve viendo y se puede notar.
Nina se alegró por ello, si Sierra podía notarlo entonces era porque sí había la posibilidad de ello. Evan Brown llegó frente a ella con un gesto de confusión por ver a su amiga sentada con la morena.
— ¿Son amigas ahora?
— ¿Te importa? —le respondió Sierra, Evan sonrió.
—Me importa todo lo que venga de ti—le giñó el ojo, Sierra rodó sus ojos cansada. Evan se rió y se despidió de ambas chicas para sentarse junto a Cory.
—¿Tú y Evan?
—Ugh no, qu4e horror—dijo ella y Nina rió—. Ni en sus más locos sueños—mencionó—. Como sea Nina, confía en mí y todo tendrá sentido.
Ella asintió. Sierra no era como Alan se la describía, era incluso agradable.
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Creí que era para mí
Short StoryÉl escribía notas, Nina las leía pero no eran para ella específicamente. Pertenece al universo literario de Sunny Ice Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1611089779979. Se le prohíbe la copia.