Capítulo 55

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Sospechoso 11: Noah Sabath

Nina miró como Noah acomodaba unos libros en la repisa. Ni se había acercado todavía porque no sabía cómo hacerlo por el momento, estaba sentado junto a Alan en la biblioteca; él había accedido ir con ella para leer un rato mientras que ella se preparaba mentalmente para hablarle al chico.

Noah era uno de los tres chicos más conocidos de su clase, por lo que su influencia y popularidad le causaba un poco de timidez. Gino le había mencionado que era un chico agradable y Alan confirmó lo que había dicho el chico sobre que le gustaban las cosas cursis, por lo que no podía descartar la idea de que fuese quién le escribía las notas.

— ¿Por qué no has ido a hablarle? —preguntó Alan con la mirada fija en su libro.

—No sé qué decirle.

—Pues lo que siempre haces, ir directa con ellos.

—Está trabajando—mencionó, Alan dejó la lectura y la miró.

—Tú fuiste la de la idea de venir a esta hora—comentó, ella se encogió de hombros—. Como quieras, seguiré leyendo.

Ella sacó a nota que había recibido el día anterior y la leyó nuevamente.

«Siempre he creído en el amor, siempre he creído que al hablar de él llevamos un nombre en nuestros pensamientos, esa es la persona que nos gusta.

Esa persona eres tú»

Sonrió inconsciente, ¿podría ser Noah ese chico de tan lindas palabras?

Decidió terminar con su duda y levantarse de la mesa para caminar hacia él. Podía escuchar los latidos de su corazón indicando que se encontraba muy nerviosa, y era real, lo estaba. Sus piernas temblaban por la idea de qué pudiese suceder. ¿Era o no? Necesitaba descubrirlo.

Llegó frente a él pero no dijo nada, sin embargo su presencia fue notada por Noah quién volteó a verla.

— ¿Te ayudo en algo? —preguntó él de forma amable. La miró bien y luego sonrió—. Tú eres Nina, ¿no? Estudiamos juntos.

—Sí—dijo ella, le entregó el post it y Noah lo tomó curioso.

Ambos quedaron en silencio por un momento, Noah leyó el papel y no supo realmente qué decirle. Llevó una mano a la parte trasera de su cuello y la miró un poco tímido.

—Ehh—balbució—. Nina, mira yo...—no sabía cómo decirle. Suspiró y luego habló—. Me siento alagado por esto pero yo estoy saliendo con otra chica—mencionó, ella frunció el ceño.

—¿Qué?

—Que estoy...

—No, entiendo—dijo interrumpiéndolo—. No es para ti esto—le quito la nota—. He estado recibiendo estas cosas, creo que mes y medio o quizás dos; creí que eras tú.

—Oh—dijo el chico avergonzado—. No soy yo, disculpa si malinterpreté la situación o si te hice creer algo que no era. Lo lamento.

—Está bien, sólo soy yo buscando al chico—rió ella.

—Espero puedas encontrarlo—le dijo, ella sonrió.

—Sí, yo también—murmuró, se despidió de él con la mano y se dio media vuelta para regresar junto a Alana.

Se sentó en la mesa y apoyó su cabeza en ella.

—¿Y qué pasó?

—No es Noah, busquemos al siguiente.

Creí que era para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora