Creí que era para mí

Capítulo 49

Huyendo de ti

—Charlie—le dijo Nina una vez cerca del castaño. Este volteó a mirarla nervioso al reconocer su voz—. ¿Eres quién escribe las notas?

El chico la miró y se quedó en silencio por un momento. Nina comenzó a sentirse ansiosa, ¿cómo podía estar tan silencioso siempre?

—No—intentó irse pero Nina lo sostuvo del brazo.

— ¿Y por qué huyes? —lo miró a los ojos, el castaño cortó el contacto visual.

—No huyo—le dijo bajo—. Tengo clases y llegaré tarde.

—Apenas está empezando el almuerzo—le dijo firme. Charlie intentó encontrar una nueva excusa para decirle, se sentía incómodo con ella cerca—. Déjame ver tu letra.

— ¿Para qué? — le preguntó dudoso.

—Sólo quiero verla.

—No

— ¿Por qué?

—Porque no quiero—Nina frunció el ceño.

—Entonces sí escribes las notas.

—T-te dije q-que no—tartamudeó. Nina lo miró fijamente y sonrió. El castaño se sintió extraño por eso, ¿qué le había dado?

—Oh Charlie—dijo acariciando su cuello, el castaño se sonrojó y bajó la mirada para no verla—. ¿Te han dicho lo lindo que eres? —intentó alejarse de ella pero no lo logró. Elevó su mentón para que pudiera verla, se acercó lo suficiente a él como para rozar sus narices.

—Por favor, suéltame—le susurró el castaño nervioso. Ella sonrió.

— ¿Nervioso? —Lle dijo casi rozando sus labios.

— ¿Qué rayos Nina? —escuchó una voz a su espalda.

Volteó rápido encontrándose con Alan e Irene. La castaña miraba la escena confundida mientras que el rubio no mostraba ninguna expresión en su rostro.

Y eso sólo significaba una cosa: problemas.