Prólogo

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Aclaración importante:  Debido a que está novela surge de una historia principal es necesario realizar algunas advertencias.

1) Si llegaste aquí por las novelas de "Imposible" o "Queda prohibido" continúa la lectura del prólogo;

2) Si no es así puedes saltearte esta parte porque puede resultar un poco confusa y quedar fuera de contexto; 

3) Si eres de los del punto 2 y aún así decides leerla, felicitaciones, eres Divergente.


PRÓLOGO

–Fidel, no podemos dejar a los muchachos solos, tú sabes que sin ti o sin mí ellos estarían solos –oigo a Piera decir en un susurro. Estoy frente a la habitación de Lucy, los había oído subir y quería ingresar allí para hablar con ellos también, sin embargo había llorado y no quería que me vieran, así que simplemente me senté en el pasillo y suspiré.

Piera se notaba angustiada. Ellos se habían ido de viaje ese fin de semana y nos habían dejado solos; no es un secreto que no sé cocinar ni muchos menos, sería una milagro que no se me queme un huevo hervido, y esos días, Lucy y yo habíamos pasado mucha hambre.

Llamé a Roxanne para pedirle ayuda, pero ella no contestó mis llamadas y ni hablar de los mensajes. Así que terminamos pidiéndole algo de dinero a los vecinos para poder comprar comida, porque además de no poder cocinar no había nada allí, y así estuvimos, racionando lo que habíamos adquirido desde el viernes al domingo. Mi vida era una mierda.

–Ya habrá tiempo después, por ahora es esto –continúa ella aunque no tengo idea de lo que están hablando. –Quizás irme este año, no lo sé, pero lo haré en tiempo y forma para volver a ti, quizás antes... pero no me pidas que acepte que vayas conmigo porque sabes que no lo haré.

–¿Y después? –quiere saber Fidel. Él se escucha enojado. –¿Qué pasará después Piera? Volverás a esta casa y ¿Qué? ¿Seguiremos con lo mismo?

–Sólo hasta que...

–Sólo hasta que Lucy sea mayor, Lucy tiene 7 años, estás pidiendo que espere 10 años –hay un silencio incómodo, quiero arrimarme y ver qué sucede, pero me resisto. Simplemente me pongo de rodillas y apoyo mi oreja contra la puerta justo en el momento en que él suspira con fuerza. –No, estas pidiendo que espere hasta que Lucy se gradúe de la universidad para pensar en nosotros ¿Es eso?

–No, Fidel...

–Si, es eso... –afirma con rabia y trago saliva. ¿Él había dicho nosotros? ¿Nosotros como nosotros como hermanos verdad? Aunque claro, no había sonado así. –Entiende, yo también amo a los muchachos, pero más te amo a ti y no quiero que se me pase la vida esperando el momento para que seamos felices.

–No es así.

–Sí, es así. Son muchos años ¿Qué pasará si te enamoras de alguien más? ¿O si yo lo hago?

Siento mi corazón latir fuertemente contra mi pecho. Ellos no parecían dos hermanos hablando de cuán difícil sería que uno de ellos se deba hacer cargo de sus hermanos menores; no. Ellos hablaban como una pareja de amantes... sentí mis manos temblar y me sostuve del marco de la puerta para no perder el equilibrio. Eso era una locura.

–No, no, eso no pasará –continuó mi hermana y oí un pequeño sonido. ¿Un beso? No... eso no podía ser. –Seguiremos como ahora, hasta que Lucy pueda cuidarse sola, sólo eso...

–No me gusta "el ahora" del que hablas Piera. Yo sé que no es fácil... pero me conformo con un poquito más.

–Fidel...

–¿Qué? ¿Me vas a decir que no te sentiste bien siendo nosotros sin pensar en que alguien nos pueda encontrar?

–Claro que me sen...

–Y no hablo del sexo Piera, puedo vivir sin eso –continuó él y caí sentado. Ellos habían tenido sexo, ellos, hermanos, se habían relacionado sexualmente.

Sentí mi boca llenarse de líquido y realmente tuve náuseas. Eso no sólo era algo prohibido, era asqueroso. Ellos son hermanos.

–Hablo de abrazarnos o simplemente mirarnos... yo te amo y no quiero estar pendiente si los demás ven cómo te miro. Me gusta mirarte pero no como un hermano ¿Entiendes eso? –dijo Fidel.

–Sí pero...

–No sé cuánto aguantaré que me sigas poniendo por detrás de los muchachos...

–No puedo creer que estés celoso de los pequeños –me recuperé un poco, tratando de controlar mi respiración y dándome cuenta de cómo eran las cosas. Fidel le estaba pidiendo a Piera que nos deje por él; que huyan para vivir su amor. –Ellos son más...

–Yo necesito la misma atención que ellos, incluso más . Quiero que sólo me mires a mí y soy egoísta en ese sentido... lo lamento.

–Dios Fidel... –suspiró y hubo unos segundos de silencio. No podía creer esto. Ellos en una relación, Fidel pidiéndole a Piera que nos deje a un lado para vivir su amor, Piera dudando. Nada tenía sentido. –Siempre tendrás más atención, pero sabes que ellos nos necesitan ahora. Sólo son cuatro años, irás a verme y vendré a verlos, se nos pasará el tiempo volando, lo prometo.

–¿Iré a verte seguido?

–Rocco... –dí un salto y me giré a ver a Roxanne, ella lucía enojada, pero para nada sorprendida. –Ve a tu habitación. Olvídate de esto.

No le dije nada, aún estaba furioso con ella y ahora pasaba esto de Fidel. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente egoísta? ¿Por qué siempre se trataba de él? ¿Por qué nadie se daba cuenta de cuán mal la estábamos pasando Lucy y yo?

1. Permanece a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora