Capitulo 24

4.6K 463 24
                                    

Al día siguiente me levanté rápido y fui recibido por un gran sermón que apenas oí, mi cabeza estaba en cualquier lugar menos allí, en el regaño de Fidel. Me di un baño, almorcé y fui al parque donde Piera nos esperaba.

Fue más lo que dormí que lo que hablé con ella, pero si tuvimos una charla interesante con respecto a su relación con Fidel. Claro que ella no sabía que yo estaba enterado de todo, así que fue sólo algo superficial; no sé que pasaría cuando ella se enterara que yo los había descubierto hacía muchos años ya.

Nos pidió que fuéramos a visitar a Roxanne, nuestra hermana mayor, más por la pequeña Olivia que por ella por lo que accedimos; cuando llegamos al lugar todo fue raro. Roxanne nunca había sido amable conmigo, ella siempre estaba tratando de aparentar una familia perfecta, como mis padres lo hacían, y eso no era así: eramos la familia más disfuncional del mundo.

Me preguntó si algún día presentaría alguna novia y quise gritarle que no estaba interesado en las muchachas, pero estábamos tratando de hacer las paces y no quería arruinar el momento. No les contaría nada acerca de Tomás ni de nuestra "extraña relación".

Con Tomás en la escuela esos días había ido todo normal. Él no había mencionado el tema ni yo tampoco, pero sí había notado cuán molesto lo ponía que Tiziano venga con nosotros en los recreos o cómo se le enervaban los nervios cuando oía a las muchachas hablar de mí. A mí eso no me importaba sus cuchicheo con respecto a mi persona, pero sabía lo que Tomás sentía porque cuando alguna de las muchachas en especial esa criatura rubia insípida con la que había estado en la fiesta, se le acercaba, algo inexplicable se instalaba en mi pecho y sólo quería tomarlo de la mano y alejarlo de ellas. Terminaba por respirar hondo y mirar a otro lado o simplemente retirarme por un cigarrillo o una tonta excusa.


En casa de Roxanne iba todo bien hasta que llegaron nuestros padres sin previo aviso. Noté que Olivia había corrido a la ventana y nos mostraba una sonrisa en su rostro antes de informarnos que habían llegado.

Lucy se alteró de inmediato, se ocultó tras de Fidel y me acerqué a ellos. Hacía unos días había tenido un incidente con ellos en los que había querido llevarla a casa a la fuerza, aún tenía los moretones en su brazo y estaba realmente asustada.

Cuando logramos salir de allí sin encontrarnos directamente con ellos abracé a Lucy que lloraba histéricamente y la llevé a la cama quedándome con ella hasta que concilió el sueño. Piera había venido con nosotros y le había gritado a Leo, su prometido, dado que él era quien había llevado a nuestros padres. Era la primer reacción de Piera que había visto en ese último tiempo, nada de lo calmada que se había mostrado hasta ahora había aparecido en ese momento.

Dejé a Lucy durmiendo y fui por un vaso de agua encontrando a Fidel y Piera en una situación bastante extraña. Sí, supongo que debería comenzar a acostumbrarme a eso ahora que algo de la Piera que amaba a su propio hermano había vuelto.

Los saludé y pedí que no gritaran porque Lucy estaba aterrada por lo que había sucedido y me fui a la cama. Tomé el teléfono y tuve el chat de Tomás abierto por mucho rato sin saber que decir, quería hablarle pero las palabras simplemente no salían.

Tom: ¿Qué haces?

Su mensaje llegó antes de apagara el celular y le sonreí cómo un idiota.

Nada, un día difícil... padres.

Esperé unos segundos y su mensaje de vuelta fue inmediato.

Tom: Que sucedió? Se reunieron con ellos?

Algo así...

Tom: Quieres hablar de eso?

No.

Tom: De acuerdo. Quieres hablar de algo?

Sólo no quiero dormir. Dime algo.

Tom: Algo... bueno, hoy tuve un buen día. Estuve averiguando sobre universidades, creo que iré a la gran ciudad. ¿Tú que harás luego?

No le respondí. ¿Qué se supone que le dijera? "Nada Tomás, no tengo los recursos para seguir estudiando. Supongo que me quedaré aquí a ver la vida pasar por delante de mis ojos. O me iré lejos a vivir a un lugar donde nadie me conozca para poder ser quien realmente soy". No, no podía ponerle eso, más aún porque fuera cual fuera mi respuesta, lo que él había dicho significaba una sola cosa: nuestros caminos se separarían al finalizar ese año.

1. Permanece a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora