¿Cómo explicar esto sin que suene mal? Estaba enojado. Y feliz. Quiero decir, claro que me hacía feliz que el viniera conmigo el año siguiente, sí que lo hacía. Pero él había mantenido oculto aquello por tres meses cuando podría habérmelo dicho para que no sufra como lo había hecho.
Supongo que se dio cuenta de mi enojo más que de mi felicidad porque su sonrisa desapareció de golpe y pude ver la tristeza en sus ojos. Traté de respirar varias veces repitiéndome mentalmente que Rocco solía ser bastante egoísta y que eso era parte de él y también debía amar aquello aunque me costara más que otras cosas; carraspeé para llamar su atención y tomé su mano por encima de la mesa.
–Estoy enojado.
–Lo puedo ver.
–Pero no porque tú dices que irás conmigo, sabes mejor que nadie que eso es lo que más quiero –informo y él asiente. Claro que sabía eso. –Estoy enojado porque me ocultaste muchas cosas, podríamos haber compartido aquello, pude haberte ayudado con el estudio y con el trabajo. Debiste decírmelo.
–Esto no se trata de ti Tomás, no desde mi punto de vista. Necesitaba demostrarme que soy capaz de hacer cosas por mí mismo, que soy lo suficientemente inteligente para continuar estudiando como tú lo harás y que no sólo me arrastraré a tu lado para no perderte –dice devolviéndome el apretón de manos a pesar de que varias personas nos están mirando con descaro. –Quería demostrarme que puedo trabajar y estudiar al mismo tiempo y que me puede ir bien en las dos cosas... porque cuando vayamos juntos no quiero depender de ti a ese nivel, quiero que tengamos una vida de pareja normal en la que cada cual pueda llevar una vida, una carrera y un trabajo sin depender el uno del otro.
– ¿Es decir que cada uno hará su vida? –quise saber un poco asustado. Él negó rápidamente.
–Quiero ir porque quiero continuar con esto, pero no sólo quiero ir para estar allí contigo... necesito crecer y quiero que estés a mi lado. Pero quiero que crezcas también y trataré de hacer lo posible para permitírtelo, ya sabes que suelo ser un poco egoísta y no me gustaría compartirte con nadie, pero estoy dispuesto a eso porque te necesito en mi vida –se acerca un poco más hasta que su frente se aprieta contra la mía. –Quiero que mi futuro sea contigo, nada más que eso.
–¿Por qué no lo dijiste antes? –sonrío apretándolo en un abrazo. Lo hubiera besado, claro que lo hubiera hecho, pero sabía que él no quería aquello en público. De hecho, cuando notó que varias personas estaban interesadas en nuestro gesto, se apartó con incomodidad y bajó la mirada por unos cuantos minutos.
Empujé el café sin tomar lejos de mí, esperé a que su rostro volviera a la normalidad y la gente que observaba volviera a sus asuntos antes de hablar.
– ¿Hablaste con Fidel sobre esto? –negó con su cabeza. – ¿Alguien más lo sabe?
–Quería que fueras el primero en enterarte...
–Oh –fue mi turno de sonrojarme tratando de disimularlo con una sonrisa estúpida. –Gracias –tragué saliva y me encontré con su mirada. –¿Qué estudiarás?
–Lo mismo que Fidel... no es que me encante, pero siempre fue algo que me gustó.
–Me alegro.
–Pensaba que quizás podríamos ir a conocer la gran ciudad luego de las fiestas.
– ¿Algo así como una luna de miel? –no puedo evitarlo y suelto la pregunta recibiendo una mirada fulminante de su parte pero no una negativa, sólo un encogimiento de hombros. –Claro que podríamos.
–Pero no estoy preparado para que vivamos juntos...
–Oh...
–Podemos buscar algo cerca el uno del otro –se apresura a aclarar. –No es nada especial, es sólo que nunca tuve mi espacio, quiero probar vivir sólo un tiempo.
–Está bien Rocco, tendremos tiempo para ello –sonreí revolviendo su cabello. Él respondió el gesto y no apartó mi mano lo que fue realmente fabuloso porque él siempre solía hacerlo.
Me pregunto si cuando nos mudemos las cosas cambiarán, si él finalmente podrá mostrarse como realmente es en un lugar donde nadie nos conoce, si dejará "el qué dirán" de lado y podremos amarnos libremente. Pero es como le había dicho, ya tendríamos tiempo para eso, por ahora debía tomar las cosas con calma.
Luego de que él terminara su café decidimos ir a darle las buenas nuevas a su familia, yo sabía que Fidel y Piera estarían felices, los había oído hablar en repetidas oportunidades de lo bueno que sería que Rocco estudiara algo más. Tenía dudas sobre cómo reaccionaría Lucy ya que ella era la más apegada a él, pero supongo que luego de algún berrinche lo apoyaría sin dudar.
También me preguntaba cómo reaccionarían mis padres, especialmente papá quien se mostraba muy feliz este último tiempo al no verme frecuentando tan seguido a Rocco. Ni hablar de los muchachos, quiero decir salvando a Nano, los demás seguramente ni siquiera lo sospechaban, y no era algo que pretendía seguir ocultándoles, le gustara a mi novio o no... un momento. ¿Éramos oficialmente novios nuevamente o seguíamos en la clandestinidad?
– ¿Rocco?
–Dime –pidió mientras prendía otro cigarrillo mientras caminábamos tranquilamente a su casa.
– ¿Somos oficialmente novios otra vez o...?
–Nunca dejamos de serlo –responde extrañado mirándome de reojo. –No por lo menos para mí.
Suspiré y largué una risa burlona. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente complicado y gustarme tanto? Oh, ya lo sé. El amor no es algo fácil y definitivamente no es algo para cobardes sin paciencia... díganmelo a mí que a pesar de todo amaba a ese muchacho y lo amaría para siempre o por lo menos durante el tiempo que él quisiera permanecer a mi lado.
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1. Permanece a mi lado
Novela JuvenilLa familia de Rocco Di Girolamo no es un familia común, de hecho es bastante más disfuncional de lo normal. Su padre es alcohólico, su madre es adicta al sexo extramatrimonial, su hermana mayor es una arpía, su hermana menor una molestia y sus herma...