~13~

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-Finn-. Le llamé. Él dejó de decir todas aquellas barbaridades que había soltado desde que nos acercamos a Jim y me miró.-Llévame a Arkham.

Él se atragantó con su propia saliva. Jim no mostró mucho asombro por aquello. Debía de estar más acostumbrado a comportamientos extraños y ridículos, porque eso es lo que era mi plan.

Era extraño y ridículo.

Finn seguía mirándome sin alguna pizca de gracia en su rostro y cuando estaba apunto de decir algo le interrumpí.

-Sé que suena a una completa locura, pero necesito volver-. Dije.

Su mirada cambió de un tono anonadado a un tono agresivo. Nada de lo que había dicho le había agradado y empecé a creer que se estaba enfadando de verdad. Ya no veía su mirada tierna en sus ojos, solo dos puntos negros y amenazantes.

-¿¡ACASO ESTÁS LOCA?!-. No me esperaba esos gritos viniendo de él, pero aquello no era todo.- ¿Quieres ver a tu amigo Jerome no? ¡Te da igual que sea un maldito asesino, tú solo tienes ojos para él!

Sus gritos se escucharon seguramente desde más allá de la comisaría. Yo di un paso hacia atrás. No conocía aquella faceta amenazante de Finn. Él era todo lo contrario a esto, él no era así...pero por lo visto, me había equivocado.

Jim dió un paso al frente, poniéndose delante mío y se enfrentó a Finn.

-No le hables así, ella no te ha hecho nada como para que la trates de esta manera-. Dijo levantando su dedo amenazante.

Finn apartó a Jim de un empujón y se acercó a mí caminando a paso firme, pero antes de que pusiese una mano sobre mí Jim se interpuso entre nosotros.

-¿Y tú por qué la defiendes? ¿También tienes algo con ella?-. Dijo Finn.

Aquello era una locura. Finn se había vuelto completamente paranoico. Intentó apartar a Jim de nuevo pero no pudo esta vez.

Dos guardias se acercaron y lo detuvieron. Intenté correr hacia él para que no se lo llevasen, pero no hacían caso de lo que yo decía. Ya no me importaba todo lo que me había dicho, solo no quería que nada malo le pasase.

-Tranquila Kelsey, se pasará un día en el calabozo, le vendrá bien para relajarse-. Dijo Jim apoyando su mano en mi espalda baja y guiándome a su coche.-Ven, te llevaré a Arkham, pero no cometas ninguna estupidez.

-No lo haré-. Dije. Y no mentía. Vería a Jerome, y con todo el dolor del fondo de mi corazón le gritaría asesino a la cara. Para que supiera que yo también pensaba que lo era. Pero lo más importante, para saber por qué lo hizo.- Necesito respuestas.



[...]


Ahora caminaba por los pasillos de Arkham Asylum, algo que creía que nunca volvería a hacer. Algunos presos me miraban sorprendidos, otros simplemente estarían pensando que vengo a ver a Jerome.

Miré al frente, ignorando a los presos, y centrandome en quien tenía delante. Esta vez no era la musculosa espalda de Finn, sino la del policía Gordon.

Era la primera vez que venía aquí sin él, pero, por otra parte, era la última vez que vendría aquí.

Temía que le hubiesen hecho algo malo a Finn en comisaría, pero según Jim solo estaría un día en el calabozo, nada peligroso. Pero era mi culpa.

Miré a mi derecha y reconocí la anterior celda de Grason. A veces él estaba enfermo y venía a verle a su habitación. Nunca había conocido a alguien tan amable y puro...y alguien le había arrebatado la vida.

Y yo le haría saber que aquello no quedaría así.

-Ya hemos llegado-. Dijo Jim haciéndose a un lado para que pudiese entrar a la terraza, pero antes de hacerlo sujetó mi brazo.-Finn me ha dicho que no te deje hacer ninguna tontería. No voy a entrar pero...ten cuidado, ¿vale?

Asentí y entré sin pensármelo dos veces.

Me di la vuelta para cerrar la puerta aún sin mirar a Jerome, era parte de mi plan.

-¿Kelsey?-. Dijo él algo contento por su tono de voz.

Sonreí para mis adentros. Me encantaba saber que mi presencia le hacía feliz de alguna manera.

Me giré y caminé a la mesa aún sin mirarle y me senté. Fijé mi miraba en un punto entre sus manos, que ya nisiquiera estaban esposadas, y la mesa.

Pasaron dos minutos en completo silencio. Jerome revolvía sus manos nervioso sin saber que hacer. Yo solo efectuaba mi plan.

-¿Kesley?-. Dijo él de nuevo pero esta vez su voz era más temblorosa y apagada.

Levanté mi vista a sus ojos y él pareció iluminarse pero rápidamente miré al guardia y le mandé salir con la mirada.

Jerome me miró impactado y ambos vimos como aquel guardia nos dejaba a solas una vez más.

En este punto unos pequeños nerviosismos se intalaron en mi interior pero rápidamente me deshice de ellos, para dejar paso al interrogatorio, o, más bien, a las acusaciones.

-Tú mataste a Grason-. Dije. Su mirada se volvió oscura. Ya comprendía por qué estaba aquí, conmigo.-Esperaste aproximadamente veinte minutos para que se desangrase, no pudiste hacerlo rápido e indoloro, le viste agonizar todo lo que pudo y murió, aún bajo tu asquerosa mirada.

Sus puños se apretaron y se levantó de golpe, pero, al contrario de lo que yo pensaba, caminó hasta una pared y se apoyó en ella dándome su espalda.

Oh no, esto no va así cariño.

También me levanté y caminé hasta él furiosa. Quería saber el porqué, quería saber porque lo había hecho.

Al estar a unos metros de él se dió la vuelta, enfrentándome. En ese momento había perdido la mayoría de mis agallas, al verlo de pié y amenazante.

Caminó hasta mí, pero evité huir de él para que supiese que no le tenía miedo.

Grave error. Me agarró por los hombros y empujó contra la pared detrás mía, quedándome entre su cuerpo y la pared.

Su cabeza estaba a pocos centímetros de la mía, y nuestros cuerpos estaban simplemente separados por nuestra ropa.

-Tú no entiendes nada-. Dijo ente dientes.

-¡Pues explícamelo!-. Grité entre dolor y angustia.

Su mirada no se movía de mis ojos y relamió sus labios antes de hablar.

-Lo hice por ti-.

He Is Mad | Jerome Valeska | Cameron MonaghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora