Aquel momento se congeló. Sus manos en mi cintura, acariciando cada pequeña porción de mi piel y pegando su frente a la mía. Era demasiado, simplemente demasiado para ser real. Pero lo era. Sus ojos se clavaron en los míos de nuevo. Aquel azul intenso se clavaba en mí de forma constante, casi paralizando mi respiración. Eramos solo él y yo. Nadie más importaba, ni Finn, ni Gordon, ni Cherry...
-¡Cherry!-. Balbuceé. El rostro de Jerome se tensó en unos instantes.-¿Qué hora es?
Él levantó ambas manos en señal de que no tenía hora, por lo que miré en mis bolsillos, buscando mi móvil. Presioné el botón encendido y vi que aún era temprano, eran las doce y media. Suspiré y apoyé mi cabeza contra el hombro de Jerome. A estas horas Cherry aún estaría acostada, soñando con ángeles. Pero pronto despertaría, bueno, no demasiado temprano, era sábado. Necesitaba ir a casa para cuando ella se levantara. Jerome me miraba expectante. Rodó los ojos y se hizo el pensativo.
-Déjame adivinar...¿necesitas que te lleve a casa?-. Dijo, esperando claramente que mi respuesta fuera un no.
-Cherry se despertará Jerome, y si no estoy ahí entonces podría preocuparse por mí y...-. Empecé a excusarme por todos lados pero él paró mis palabras con su dedo en mis labios.
-¿Y cual es el problema? Ahora estás conmigo, ¿recuerdas?-. Dijo él, sonriendo de forma socarrona, sacándome a mí también una sonrisa.
-Pero ellos no lo saben-. Dije siendo sincera.- Y tengo una vida, no puedo desaparecer derrepente.
Jerome negó y me ayudó a levantarme. Sujeté su mano fuertemente y él tiró de ella, pegando su pecho contra el mío y no dejándome caer.
-Ahora tu vida soy yo-. Dijo él abrazando mi cintura. Aquella clase de situaciones podían con todas mis defensas. Y parecía que a él también le agradaban. Sonrió y ocultó su cara en mi cuello, abrazándome. Yo negué sonriendo, no podía desaparecer así sin más y él lo sabía. Oí como bufaba en mi cuello aún sonriendo y se separó de mí.
-Prométeme que no nos separaremos-. Dijo él, empezando a caminar tirando de mi mano. Sonreí de lado a lado y me agarré fuertemente a su mano. No sabía a donde estábamos yendo, pero tenía curiosidad por saber exactamente donde estábamos.-Promételo.
Negué con la cabeza mientras reía. ¿Siempre serían las cosas así con él?
-Está bien, lo prometo-. Dije para que dejase de insistir.-¿Dónde estamos?
No contestó y apoyó su mano contra una pared oscura, al contrario de en la que se proyectaron las imágenes. Se dió la vuelta y abrió lo que descubrí que era una puerta, llevándome hacia una especie de terraza exterior, dónde un inmenso helicóptero nos esperaba, el mismo de la otra vez.
-Vamos a llevarte a casa, princesa-. Dijo y me ayudó a subir al helicóptero. En cuanto nos elevamos no pude evitar agarrar la mano de Jerome lo más fuertemente posible. Seguramente le dejaría sin sangre en ella.-Tranquila, disfruta de las vistas-. Dijo señalando al frente, y mi mirada se perdió entre el gigantesco paisaje ante mis ojos. Todo lo que nos rodeaba era único, y no creo que pueda encontrar algo parecido en otro lugar. Un gran desierto de tierra se extendía hasta el horizonte. Pude ver algún que otro oasis en todo el trayecto. Árboles verdes, llenos de vida en medio de la nada. Era perfecto, casi imposible.
[...]
Con el máximo cuidado posible giré la llave de la puerta de mi apartamento, pero antes de abrirla me di la vuelta.
-¿Me vas a echar tan pronto?-. Dijo con sus manos en su espalda. No quería que se fuera, y por lo visto él tampoco quería irse, pero no podía arriesgarme a que Cherry le viese.-Quizás aún esté dormida, podríamos aprovechar para estar juntos un rato más.
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He Is Mad | Jerome Valeska | Cameron Monaghan
FanficEstaba temblando a más no poder y mi cuerpo lloriqueaba porque apareciese algún policía no corrupto o Finn a salvarme, pero nadie apareció. Estática en mi sitio vi a Jerome levantarse y sentarse a mi lado mío. Su cabeza se acercó a la mía y sus lab...