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Dos meses.

Hacía ya dos meses que no sabía nada sobre él. Ni sobre él, ni de los Maniax, ni de nada relacionado con Selena. Cherry se había mudado a mi casa por unas semanas. Había averiguado muchas cosas de ella, como que tenía veintidós años. Había estudiado en un pueblo no muy lejano al mío, por lo que fuimos prácticamente vecinas. Ahora sus padres no estaban a su lado para ayudarla, sino en Filipinas. Llegó hacía tres meses y trabajaba en un bar al sur de la ciudad. Unos días antes de mi llegada a aquella especie de compra-venta ilegal de mujeres, la habían secuestrado en un callejón al salir del trabajo. Conseguimos recuperar su bolso y algunas pertenencias como las llaves de su casa a la que no habíamos ido todavía. Obviamente, perdió su trabajo en el bar al faltar aquellos días, y aunque Finn y yo les explicamos los motivos de su ausencia, el asqueroso de su jefe nos ignoró. No le hizo tanta gracia cuando una redada llegó de imprevisto a interrogar a todos sus trabajadores y descubrió el tráfico ilegal de tabaco que tenía montado. Intentamos ayudarla a buscar trabajo pero se negó en redondo a hacernos perder tiempo por su culpa.

Así que, tras las circunstancias, Finn y yo investigamos sobre sus antiguos estudios en aquel pueblo, y no solo tenía dos carreras de arte y psicología, sinó que además todas con matrícula de honor. Así que aparte de mi compañera de piso, Cherry ahora era nuestra nueva compañera de trabajo como forense y policía de Gotham.

La vida seguía. Finn no mencionó a Jerome hasta que Cherry lo hizo conociendo todos los detalles de nuestra situación, claro está, sin el detalle de que le había dejado dormir en mi casa.

-¿Por qué te dejaría esa llave?-. Dijo Cherry mientras conducía con ella y Finn en los asientos de atrás.-Es decir, ¿va a volver?

Aquella pregunta se quedaba una y otra vez en mi mente, retenida como se retiene una buena experiencia. Pero aquello no era una buena experiencia, Jerome no había sido nada más que una locura. Una extraña, hermosa y apasionante locura. Y en cierto sentido mi corazón estaba resentido, porque no quería que volviese pero esperaba que lo hiciese para poder pegarle hasta que mis músculos fallasen.

Miré el espejo del retrovisor y encontré a Finn con su mirada verde clavada en la mía.

-No creo Cherry, y si lo hace Kelsey lo llevará directamente a Arkham.

Si no lo mato antes, pensé. Pero no respondí.

Después de decir aquello, pasaron unos minutos en completo silencio en los que la música de la radio sonaba al mínimo volumen y Finn señalaba alguno de los edificios que veíamos a Cherry, totalmente novata en la ciudad.

Estos días habían cambiado algunas cosas. Jim ya no estaba tanto con nosotros debido a ciertos problemas con delincuentes y la justicia. Finn se había implicado en la reintegración de Cherry en Gotham y juntos se esforzaban en buscar alguna pista que les llevase junto a Selena.

Y eso es lo que hacíamos ahora, ir al antiguo piso de Cherry para buscar pistas de como consiguieron localizarla.

Al cuarto de hora ya habíamos aparcado a unos metros del edificio y subíamos tranquilamente por el ascensor.

-¿Notaste que te vigilaban o que hubieran podido poner cámaras en tu casa?-. Dijo Finn mientras pulsaba el número 6 y las puertas se cerraban.

Piso 1; Cherry meneó la cabeza a ambos lados.

-Es imposible, siempre limpio a fondo y si hubieran puesto algo lo vería.

Piso 2; Finn bufó.

-¿Y algún vecino chismoso?-. Dije mirando como pasaban los pisos entre las rendijas del ascensor.

Piso 3; Cherry soltó una pequeña carcajada sarcástica.

-Todos.

Piso 4; Finn volvió a hablar.

-¿Y en tu trabajo sucedió algo fuera de lo normal?

Piso 5; Cherry no parecía encontrar ningún suceso extraño en su vida laboral.

-Nuestro jefe siempre nos ignoraba y se reunía con un tipo encorvado al que le tenía mucho respeto.

Piso 6; Finn no dijo nada pero un nombre que me había mencionado Jim vino a mi cabeza.

-¿Oswal...

Mi voz se paró en cuanto el ascensor se abrió y vimos que la puerta en frente nuestra estaba destrozada y partida a la mitad.

-Cherry no me digas que...-. Empezó Finn y Cherry hizo exactamente lo contrario.

-Mi piso-. Soltó en un sollozo y corrió fuera del ascensor hacia él.

[...]

-¿Vió a alguien que no fuese un vecino rondar por aquí en los últimos días?

Preguntas como esa habían rondado por los pasillos del edificio de Cherry todo el día mientras una agente y yo recogíamos pruebas y Finn calmaba a Cherry y le ayudaba a recoger algunas cosas de valor.

-Era de mi abuela-. Dijo Cherry señalando a un cuadro agujereado del suelo y derramando un par de lágrimas. Finn la abrazó y me miró. Pensaba que me miraría por apoyo, pero en realidad buscaba algo en mi mirada que no sabía lo que era.

Oí una voz familiar y miré hacia la puerta buscándolo. Corrí hacia ella a toda velocidad para comprobar si era él y allí estaba.

-Vine lo antes que pude al recibir la noticia-. Dijo Jim haciéndose un hueco entre los policías y los vecinos.

Me acerqué a él y le abracé.

-Por ahora no hemos averiguado nada importante, todos los vecinos niegan haber visto u oído algo fuera de lo normal-. Le informé al entrar y acercarnos a Finn y Cherry.

Me paró y agarró por un brazo antes de llegar junto a ellos.

-¿Que tal estás?-. Preguntó. Reí secamente por la absurda pregunta.-No me mires así, sabes de qué hablo, y de quién.

Miré al suelo. Quemaban sus recuerdos en mi cabeza y corazón.

-Bien, todo olvidado.

Me soltó y caminó de nuevo.

-No me lo creo-. Dijo antes de que llegáramos junto con Finn y Cherry.- ¿Que tal chicos? ¿Todo bien? ¿Que tal Cherry?-. Dijo con un tono totalmente diferente.

-Creo que iremos a tomar el aire y descansar, Cherry necesita respirar y centrarse-. Dijo Finn y ella asintió y vino a despedirse de mí.

-¿Te importa si me quedo un rato?-. Dije a Cherry. Quería seguir buscando alguna pista por el piso o algo que nos ayudase en la investigación.

-Tranquila, la llevo yo-. Dijo Finn acercándose.- Paso por vuestra calle, no hay problema.

-¿Seguro que no es ninguna molestia?-. Dijo Cherry frotando su ojo.

-Tranquila-. Dijo él y ambos caminaron y se despidieron.- Adiós Kelsey.

Salieron por la puerta del piso junto con todos los policías y los vecinos y vecinas cotillas del momento.

-Kelsey, no quiero ser pesado pero...-. Empezó Jim pero le paré.

-Olvidado Jim, le he olvidado. Solo pienso en devolverle a Arkham-. Dije y le miré sería.- Es un criminal, nada más. Además, nunca pasó nada entre nosotros, nunca ninguno de los dos hemos sentido nada por el otro. Nada.

Después de eso se despidió y salió de allí cerrando la puerta detrás de él. Me acerqué a la ventana y miré a través de la ventana todas las luces que iluminaban Gotham.

-He estado a punto de creerte-.Oí su voz y temblé.- Pero uno de los dos si sintió algo, cariño.







He Is Mad | Jerome Valeska | Cameron MonaghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora