Ocho.

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Alaska, "Alaska".
Esos eran los únicos pensamientos de Ian. Y quería quitársela de la cabeza.

Alaska, se subió al auto-bus y se sentó de primera. Mojó el asiento de al lado, y se puso el gorro negro del abrigo.

O e Ian, el.
El estaba buscando a Alaska, pero no la encontraba, y eso le causaba curiosidad Alaska: ¿como algo que está al frente de tu nariz no la puedes ver?—Eso se estuvo preguntando todo el viaje.

Y empezó a divagar, como por ejemplo:
Cuando estas en tu casa cocinando, y no ves la sal o algo así, y la buscas. Te desesperas y al no encontrarla te enojas, pero minutos después, tranquilo vas a la cocina y ¡bum! Ahí está la sal.
¿Cómo es eso? —Alaska no lo dejaba de pensar.

El asiento mojado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora