Una niña y un joven se veían juntos de la mano en un parque. La niña no tenía cabello, y el joven, tenía cabello demás.
Una chica los veía a lo lejos con algo de interés. Con paso suave y música en sus oídos se acercaba a ellos. Pero en un momento paro de golpe.
—Isaac—murmuró para sí misma pero el chico la escucho. Sorprendido, volteó hacia ella con una sonrisa de lado.
—Emi,— la voz de él sonaba delicada, no como siempre de repugnante, si no delicada.
La niña venía corriendo. Alaska se quitó sus audífonos y saludo con una sonrisa a la niña.
—Emi, Alaska. Alaska, Emi.
— Hola pequeña, Alaska se puso de rodillas al frente de ella.
— Hola—, murmuró la niña. —que lindo cabello— suspiro— yo lo tenía así, pero sabes la máquina me lo hace caer.
Alaska sintió una punzada en el pecho. No sabía qué decir nunca fue buena con las palabras.
— Emi, basta—le dijo Isaac, Alaska lo miro mal, y abrazo a la niña.
—Tus ojos son demasiado bonitos pequeña, no necesitas cabello, ¿si?
La niña asintió alegre y sonrojada. Isaac miro su reloj.
— Es hora de irnos Emi. Un gusto verte Alaska, y mi madre ya no trabajara en la biblioteca, ahora seré yo—le guiñó un ojo— Despídete Emi.
— Nos vemos Alaska, o eso espero... Chao— se fue brincando de la mano con Isaac.
Y dejó pensando a Alaska, en quien verdaderamente era ese chico y que le encantaría descubrirlo.
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En multimedia a Alaska.🙈
¿Me extrañaron?
#Ianaska o #Alisaac.
Por qué yo no sé cuál.
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El asiento mojado.
Short StoryElla. Ella es asocial, muy asocial, tanto así que cada vez que sube al auto-bus, moja el asiento de al lado para que nadie se siente. Y nadie lo hace, nadie quiere mojarse el trasero. Excepto él, bueno él tampoco quiere mojarse el trasero, pero si q...