Entre a la biblioteca con una manzana, y un paquete de rosquillas.
Cruzando el pasillo de libros, entre a la mini oficina de Isaac.
— ¿Rosquillas?, me senté frente a él y se las tendí.
— Gracias—murmuró— ¿quieres ir a almorzar hoy?
— ¿Me estás pidiendo una cita?— alcé la ceja y reí.
— Sueña— sonrio—. Tú me tendrías que pedir la cita a mi.
— Idiota, a ti. Nunca, le saque la lengua.
— Infantil, rodó los ojos.
—Amargado.
— Tonta
— idiota.—Ugh—. Rodó los ojos de nuevo— ¿sí o no?
Reí: — ¿Y tú pagas?
— Obvio.
Chille: — ¡yes!
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El asiento mojado.
Short StoryElla. Ella es asocial, muy asocial, tanto así que cada vez que sube al auto-bus, moja el asiento de al lado para que nadie se siente. Y nadie lo hace, nadie quiere mojarse el trasero. Excepto él, bueno él tampoco quiere mojarse el trasero, pero si q...