Aika olvidaba muchas cosas importantes, nombres, fechas... Amores...
Para empezar, ese día no comenzó de la mejor manera, y desde él momento en que Aika se resbalo en la ducha para coger su toalla, supo que ese día no seria de los suyos.
Mientras caminaba en dirección al instituto, con un chichón en la cabeza con un curita en forma de cruz, escuchaba música, lo único que podía hacer en ese momento mientras se quejaba del dolor. Pero no cualquier música, era la partitura de la siguiente presentación en él Towa Hall.
Aquel lugar le traía muchos recuerdos, algunos no tan agradables, pero fue su primera presentación y la cual por supuesto, ganó. Gracias al mejor maestro.
«Ai-chan, no toques de forma ruda él violín o...» recordó.
Aunque sinceramente, no podía recordar él resto de la frase. Bueno, era natural, ya habían pasado más de siete años desde eso, no debería ser extraño él olvidarlo. A pesar de ser importante.
Aika olvidaba muchas cosas importantes, nombres, fechas... Amores...
Era algo con que ya podía vivir tranquila, a veces se preguntaba porque las olvidaba. Algunas veces las anotaba en lugares, o en sus libretas del instituto en la última hoja, pero por alguna razón las cosas que ella anotaba desaparecian. No. No de manera mítica o sobrenatural, Aika era distraída, y por ello perdía sus cosas.
Sólo una vez encontró una nota, pero no era más que la partitura de Mal de amores escrita con una letra horrible. A duras penas pudo descifrar que melodía era, y de ahí, no encontró nada más del pasado.
No lo hacia a propósito, lo juraba, pero por alguna extraña razón no podía mantener algo en su mente por más que deseara. Tal vez sólo era ella de dramática, pero tenía curiosidad de saber todo lo que sucedió en su pasado.
Todo era borroso cada vez que trataba de recordar, y se mareaba en contadas ocasiones, pero bueno, eso era por otras cuestiones que más adelante contaría.
Al llegar al colegio, vio a lo lejos, una parda de chicas gritando y corriendo tras de alguien. Miro confundida la escena durante un segundo, pero al darse cuenta de quien era comenzó a reír por lo bajo. Todas las chicas corrían despavoridas en busca de algún recuerdo del muchacho, una foto o un autógrafo, bueno, sólo algunas chicas cuerdas y con medio maní en él cerebro de por medio en sus cabezas, tenían algo de discreción y caminaban ignorando él bullicio que hacían todas en medio patio escolar.
Aika intento ser una de esas chicas, pero al parecer la primera cosa mala que sucedería ese día, fue encontrarse con él estúpido idol que la odiaba. Y que había intentado evitar las últimas semanas desde que lo conoció... Y escucho la historia de Ema y de las cosas malas que había dicho sobre ella.
-. Hey tu, idiota-. Llamo, pero Aika siguió caminando.
Frunció él ceño molesto, mientras le seguía él paso.
-. Hey, la estúpida rubia que va ahí-. Se metió en su camino, mirándola con dureza.
Aika lo miro indiferente, ¿es que acaso se había visto en un espejo? Ese chico solo tenía una canción porque ni un solo escritor lo soportaba para escribirle una nueva. Aquel simple pensamiento hizo reír mentalmente a la rubia.
-. ¿No me escuchaste o estas sorda?-. Recriminó, cruzándose de brazos.
Aika ladeó la cabeza un poco confundida, pero al escuchar su pregunta llena de ironía, esta se descubrió él oído derecho, donde había un trozo de algodón algo manchado de sangre. Este se sobresalto al verlo, no pensaba que iba a ser tan literal lo de que se había quedado sorda.
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¡Enamorate, Aika-chan! (Brothers Conflict) [HIATUS]
FanfictionHanazono Aika es una joven chica de dieciséis años común y corriente, con una vida tranquila y hasta un poco aburrida. Sin embargo, Aika tiene un gran talento para tocar el piano y el violín, lo cual la ha llevado a ganar unos cuantos premios en...