Capítulo 38: «Te quiero».

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A la hora en que la escuela había finalizado, Aika logró adelantarse un poco y salir antes, no quería toparse a Yusuke ya que últimamente el pelirrojo parecía un bicho de mala güero. La perseguía a la hora del almuerzo con la misma pregunta en la punta de la lengua. 

— ¿Ya decidiste cómo rechazar a mis hermanos?—recordó la primera vez que le preguntó, era jueves de la semana pasada. 

—No, Yukkun, aún no—se quejó la rubia, con una mueca y deseando que ni por poco las miradas fueran hacía ellos. 

Pero eso parecía difícil. 

— ¿Sabes cuanto tiempo paso desde que dijiste que lo pensarías? ¡Dos semanas!—protestó un poco molesto, lo que Aika no sabía era el por qué de su molestia. 

— ¡Y lo hago, necesito tiempo solamente!

Y aún con aquella excusa Yusuke no parecía del todo convencido, era como el karma que venía tras ella, literalmente. Unas aulas antes un grupo de chicas lo habían detenido, al parecer, desde que empezó a socializar más con ella les llegó la confianza suficiente para hablarle, y sólo por ello ya amaba a esas chicas. 

Lastimosamente su plan de huida fue fallido, ya que unos cuantos metros de las rejas del instituto, se encontraban los gemelos, Azusa como siempre, mirando su teléfono y Tsubaki pues, siendo Tsubaki, atrapando un par de moscas con la boca abierta. 

— ¿Qué hacen chicos?—llamó su atención la menor, posándose frente a ellos con una mirada confusa. 

—Oh, hola Aika—saludó Azusa, guardando su celular en el bolsillo, Tsubaki al escucharla saltó hacía ella. 

— ¡Aika-chan!

Aika se corrió a un lado antes de que los brazos del albino la aprisionaran disimuladamente, aunque no del todo, ya que Tsubaki insistió en hacerlo, y a todos sus ataques Aika los evadía como una mosca al insecticida. 

— ¿Eres la primera en salir?—asintió—Nosotros esperábamos a Yusuke ya que Masaomi quería hablar con él, pero salieron algunos asuntos y terminamos aquí sin hacer nada—explicó. 

—Ya veo, por eso Yukkun estaba tan nervioso—rió.

—Bueno, Masaomi-nii da miedo cuando está serio. 

—Más que Ukyo-san. 

—Más que Ukyo-nii—acató el azabache. 

—Así que, ahora no tenemos nada que hacer durante la tarde, y eso que faltamos al trabajo por esto~ —bufó Tsubaki, tomando a Aika por sorpresa y abrazándola por los hombros. 

Aika no respondió, ni siquiera se inmutó, era obvia la gran diferencia en masa muscular, luchar no serviría de nada así que, sólo lo dejó pasar. 

—Entonces, ¿Quieren ir a mi casa? Hoy haré limpieza de almacén y no me vendría mal unas manos extras—sonrió ella, Azusa igual y Tsubaki simplemente se emocionó por saber que pasaría el día con Aika... y Azusa, pero en sus planes no estaba para nada su gemelo. 

Aika abrió la puerta de la casa, encontrándose con completa oscuridad, se quito los zapatos y les ofreció unas zapatillas a los gemelos. 

— ¿Gustan algo de té mientras me cambió?

—Por favor—agradeció Azusa. 

— ¡Que amable!—suspiró el albino. 

Ambos esperaron pacientes en la cocina, tomando su taza de té y unas cuantas galletas que antes, Aiko preparó. Cuando se cambió de ropa, recogió a los chicos, que habían terminado la merienda y fueron a abrir la florería. 

¡Enamorate, Aika-chan! (Brothers Conflict) [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora