Aika parecía más ida de lo normal, al día siguiente le ofreció su ayuda a Ukyo para limpiar, y éste, ya un poco acostumbrado a las suplicas de Aika por ayudarle, aceptó al primer intentó. Sin embargo, se percató después de un rato, de su estado en las nubes, desde ya hace unos minutos, Aika había permanecido limpiando el mismo lugar, con la mirada perdida en el ya pulcro mármol de la barra.-. Aika-chan, creo que ya eliminaste suficientes bacterias en ese lugar por hoy... y por un mes-. bromeó un poco Ukyo, posándose frente a ella y quitando con suavidad el trozo de tela de sus manos.
Aika se sobresalto al sentir el contacto físico y se ruborizo un poco, desde que había conocido a aquella familia en la cual no parecía existir el espacio personal, el poco auto control que le restaba, parecía desaparecer de manera alarmante. Primeramente Iori, y ahora, sorpresivamente, Louis.
Las cosas iban de Guatemala a Guatapeor.
Ukyo miraba con fijeza los ojos grises de Aika, la cual ni siquiera se había percatado que había sostenido la mirada durante un par de segundos sin parpadear. Y al darse cuenta, se sobresalto ante la cercanía del mayor, echándose hacía atrás.
Aquella acción hizo sonreír con ternura a Ukyo, aunque se decepciono un poco ya que los ojos de Aika eran realmente preciosos.
No quería dejar de mirarlos.
-. ¿Hay algo que te preocupe, Aika-chan?-. preguntó Ukyo, posando su mentón sobre su mano, recargado en la barra. Un tanto curioso ante el extraño comportamiento de su pequeña galleta.
Aika negó, y al ver la mirada incrédula de Ukyo, suspiro.
-. No es algo realmente importante es sólo que... agh-. bufó y se tomo la cabeza, un tanto estresada ante los últimos sucesos con los hermanos de Ema, ni siquiera sabía como empezar a dirigirse hacía ellos más que sus hermanos. Con lo que había pasado ya se sentía hasta incómoda de nombrarlos.
El rubio miro compasivo a la menor, y sin saber que hacer, camino a la cocina, dejando a Aika hundida en sus pensamientos, sin dejarle saber que se había marchado.
Sin embargo, un par de minutos después, Ukyo regreso, con una bandeja de metal en las manos. La dejo sobre la barra, y llamando el nombre de la rubia, obtuvo su atención. No le dio ni tiempo para pensar cuando atinó con suavidad a su boca, una cucharada con un trozo de algo que ella desconocía, pastel, pensó gracias a la textura. Sólo esperaba que no tuviera drogas o la amanita muscaria* y así vivir para siempre como una persona inmortal.
Cuando paso el bocado, se relamió los labios, y le llegó un leve sabor a chocolate. Miro a Ukyo.
-. ¿Delicioso?-. ella asintió, riendo-. Me alegra-.
-. No sabía que habías preparado un postre, Ukyo-san-. comentó Aika, tomando la taza de leche tibia que también le ofreció el mayor.
-. Oh, lo preparé anoche. No podía dormir y lo hice, quería que Aika-chan fuera la primera persona en probarlo para saber si estaba bueno-.
-. Catadora-. él asintió, divertido-. Y además, cualquier cosa que Ukyo-san haga con sus manos mágicas, será delicioso-. dijo, provocando un sonrojo de felicidad que Ukyo no se molesto en ocultar.
-. Ahora que el estómago de Ai-chan esta satisfecho-. rió ante el toque cariñoso-. ¿Podrá ser capaz de decirle a este anciano sus preocupaciones?-. el rubio engrueso su voz, provocando una sonrisa en su rostro.
-. Si Ukyo-san se lo propone incluso a su edad podría ser la estrella numero uno en la industria del porno-. Ukyo soltó una risotada, que sorprendió un poco a Aika.
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¡Enamorate, Aika-chan! (Brothers Conflict) [HIATUS]
FanfictionHanazono Aika es una joven chica de dieciséis años común y corriente, con una vida tranquila y hasta un poco aburrida. Sin embargo, Aika tiene un gran talento para tocar el piano y el violín, lo cual la ha llevado a ganar unos cuantos premios en...