"La soledad nos desnuda a todos" Beatriz Rivaz.
Dexter interrumpió el canto de su hermana justo a la mitad de una canción infantil. La pequeña no tardó mucho en reaccionar cruzando sus pequeños brazos con un puchero.
- Decter, cállate –Dijo Lux desanimada.
- Niños, por favor. Mami necesita hablar por teléfono, ¿Pueden guardar un poquito de silencio? –Eleanor pidió en forma de súplica, ambos niños obedecieron mientras su mamá, con el auto en silencio pudo escuchar mejor al mecánico al otro lado de la línea. -¿Estará listo para el Lunes?, enserio lo necesito lo antes posible –Louis miró a sus hijos por el retrovisor y alzo la vista con interés, ambos estaban quietos.
A buena hora se le vino a descomponer el auto a Eleanor. Con que el Lunes ¿Eh?, siguió con la vista al frente y con una sonrisa fingida preguntó sobre el auto.
- ¿Cuándo estará listo? –Dijo
- Tal vez el Lunes, pero no es seguro. –Dijo ella observándole sin muchas ganas de entablar una conversación. El recorrido hasta la casa de su suegra resultaba no solo incomodo sino que también una pérdida de tiempo, para su gusto Louis conducía muy lento y ella tenía que estar estar en el hospital a las siete en punto. Era Viernes y también su aniversario número siete, sin embargo dudaba en preguntarle algo a Louis, si es que había organizado algo o tenía planeado pasar un rato juntos.
- Eh... Hoy es 18 de Julio –Comenzó a decir ella.
- Sí, yo habían pensado que tal vez podríamos ir a cenar ¿No? –El año pasado habían planeado una cena en un restaurante italiano, ambos se habían esmerado en coincidir en el horario pero hubo una demanda en el bufete y ella tenía tres pacientes de gravedad en el hospital que fue imposible llegar a tiempo. Quizás si alguno de los dos tenía un buen recuerdo de aniversario era muy lejano, tres o cuatro años.
- Me gustaría ir a cenar... Eh, ¿Comida italiana? –Louis estacionó el auto en la entrada de la casa de su mamá y antes de bajar le contestó la propuesta.
- Si, está bien para mí, yo hago las reservación–Desprendió el cinturón de seguridad a los gemelos para que bajaran del auto y se adentraran a la casa de su abuela con rapidez –Tengan cuidado niños, se pueden lastimar –Le pidió su padre pero los niños hicieron caso omiso y buscaron a su abuela para abrazar su falda.
- Hola –Jay apareció en la entada con los niños abrazándola y miró a ambos padres gentilmente.
- Buenos días –Su nuera salió del auto para saludarla con un tímido abrazo mientras que Louis explicaba.
- Eh... los niños han querido venir. –Antes de que dijera algo más su madre hablo.
- No me malinterpreten, saben que amo cuidar de los niños y son recibidos en mi casa, pero solo quiero avisarles que la próxima no estaré, tengo que acompañar a las gemelas a buscar un nuevo apartamento para la universidad. –Ambos entendieron el mensaje.
Y mientras que la pareja iba camino al hospital donde Eleanor trabajaba, el tema de conversación fue acerca de contratar a una niñera porque según Eleanor tenía una amiga, que era amiga de una amiga de alguien que había contratado una niñera durante las vacaciones de verano con sus hijos. Hablar de sus hijos era un tema confort para ambos, pues llegaban a estar de acuerdo la mayoría de veces. Los gemelos después de todo no tenían la culpa de nada y terminaban recogiendo las migajas de la rivalidad entre ambos.
- Buscare teléfonos para elegir una –Dijo ella mirando con impaciencia el reloj, claramente se les hizo tarde, pero no podían culpar lo a él y ella lo sabía, además le estaba haciendo un favor dejándola en su trabajo, hace mucho que no hacia eso.
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El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)
RomanceLouis es un exitoso abogado penal, casado con dos hermosos hijos ¿Qué hace con un insaciable amante de 19 años? "Cuando se cierran las puertas del amor cotidiano todos necesitamos una salida de emergencia"