"Tu saliva es la salida de emergencia de mi vida y la entrada de urgencia al mundo donde quiero estar" Amores A.
Tenía dieciséis años, cuando conoció a Louis. Él tenía un año más que ella. Sus familias siempre habían sido cercanas desde antes de nacer. Jonathan Calder, el abuelo de Eleanor había trabajado con el abuelo de Louis y se habían hecho amigos muy rápido. Eso significaba fiestas en común, cumpleaños, aniversarios y velorios cerca del otro.
No hubo una atracción al principio, solo eran amigos, Louis era cercano a ella como lo de era con su hermana menor y el resto de sus primas. Eleanor se había vuelto muy protectora con todas las hermanas de Louis. Desde antes de la boda, el vino y los anillos, ya eran una familia.
Eleanor no estaba interesada en él cuando tenía catorce pero siempre reconoció al chico atractivo, su sentido del humor era especial, y su forma de reír, por sobre todas las cosas, le llamaba la atención.
Por otra parte, Louis, no hubo ni una sola vez en la que sus padres no le dijeran que intentará comportarse mejor con la familia Calder, que fuera más atento. Le decían que Eleanor le sonreía mucho, qué si ya la había invitado a salir, que era una buena chica, que necesitaba un chico como él a su lado.
Cuando Louis cumplió los dieciocho, estaba seguro que Eleanor no necesitaba a nadie a su lado, y menos a un chico. Ella tenía diecisiete, era lo suficientemente capaz de hacer cualquier cosa, y eso lo sabía, porque la conocía, porque era su amiga. Pero sus padres y sus abuelos no la conocían en realidad, nunca la escucharon hablar sobre sus pensamientos, nunca la miraron en otro lugar que no fuera cerca de su familia, detrás de esa imagen inocente que aparentaba, era alguien más, su mejor versión, le decía él mismo Louis. Y ella, por supuesto que se reía.
–Me gustaría poder escapar – le confesaba ella escondida en su habitación para que su mamá no mirará la ropa con la que había llegado de la calle –Pero no sería un buen ejemplo para mis hermanas ¿verdad? – le preguntaba con sarcasmo, quitándose los zapatos cómodos por unos tacones.
Louis seguía escribiendo en su computadora un ensayo para llevar mañana a clases, mientras ella, tomaba de una maleta debajo de su cama, donde guardaba la ropa correcta desde hace meses, Louis ayudó a guardarle el secreto, a cambio de que Eleanor no le dijera a nadie que lo había visto fumar un par de veces.
–¿Cómo me veo? – camino hacia él, mirando su reloj.
–Como si fueras decente, la niña perfecta de papá – le contestaba Louis haciéndola sonreír. –Toma esto – Louis le ofreció un pañuelo en sus manos – Límpiate la sombra de los ojos, ya casi termino, para que bajemos juntos –
Una de las bases de su amistad se fundamentaba en cuidar al otro, en hacerlo quedar bien en delante de su familia. Eleanor no llegó tarde por estar afuera con sus amigas, estaba acompañándolo a estudiar; Louis no estaba fumando con un amigo en un bar, estaba comprando un vino con ella para llevar en la próxima cena familiar.
Así funcionó por mucho tiempo pero en la universidad las cosas cambiaron. Eleanor cursaba el primer año en medicina a unos cuantos metros del edificio donde estaba la facultad de derecho. Los dos vivían en departamentos cerca del otro, al principio sólo se veían para tomar café dos veces por semana y luego fueron todos los días.
Estaban a cuatro horas de la colonia donde vivían sus padres, y como Louis tenía auto en ese entonces, se ofrecía los fines de semana a llevarla de regreso a casa. Los padres de Eleanor le habían pedido que cuidara de ella, y en la perspectiva de Louis, Eleanor era parte de su familia, así que nunca notó cuando se enamoró.
Eleanor intentó ser amiga de sus amigos, Zayn entre ellos. Al principio tenían problemas en llevarse bien, porque Zayn era directo y tenía una personalidad que te podía caer bien o te podía caer mal, no había una línea en medio. A diferencia de Eleanor, que siempre había enfrentado la vida con dos caras, la persona que sus papás creían que era y la que en realidad era. Así que al principio costó trabajo pero luego lo lograron, aprendieron a llevarse bien.
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El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)
RomanceLouis es un exitoso abogado penal, casado con dos hermosos hijos ¿Qué hace con un insaciable amante de 19 años? "Cuando se cierran las puertas del amor cotidiano todos necesitamos una salida de emergencia"