Capítulo 27

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Enrique Iglesias - Solo En Tí  ♪

"Te advertimos que no podías sacar nada bueno de hurgar en la telaraña. Siempre acabas enredándote en tus propias mentiras, y cuanto más te mueves, más te enredas, hasta que acabas encerrándote en la prisión que te has hecho tú mismo" —GG

Harry se había quedado profundamente dormido después de que hicieron el amor en el piso del departamento. Louis termino de venirse con su mano para no molestarlo. Beso su piel y luego sus labios, antes de levantarlo de lo frío y acostarlo en su cama. Lo vistió con un short amarillo que encontró para que no durmiera desnudo,  lo había acomodado de tal manera que estuviera cómodo y sus almohadas se mantuvieran plácidamente a su alrededor.

Volvió a la sala para encontrar el condón y tirarlo a la basura en el intento de borrar la evidencia de lo que se había convertido en rutina. Encontró sus pantalones en la cocina y uno de sus zapatos se había escondido detrás de la televisión. Louis tenía su teléfono apagado así que cuando escucho el tono de llamada por todo el departamento, no podía ser del suyo. El ruido podía despertar a Harry, con rapidez busco el aparato y miro la pantalla encendida antes de presionar en aceptar.

–¿Harry? ¿Por qué no has respondido mis llamadas? –Era la voz de un chico del otro lado de la línea, sonaba preocupado. Louis miro el reloj y no eran horas de llamar, asumió que se trataba de algo importante  – Mira… está bien si no quieres hablarme pero escúchame… quiero decirte que eres un chico increíble, me cuesta mucho trabajo verte como amigo y de verdad pensé que… si lo hablábamos, podías darme una oportunidad hasta que supe que tenías novio. Está mal que te llame, losé… pero…. es qué cuando te hable en la cafetería, ni si quiera me saludaste. ¿Ese es tu plan? ¿Ignorarme? –

Louis colgó el teléfono y miro la habitación de Harry como si hubiera descubierto algo grande. El abogado sonrió con sinceridad y sus ojos siempre azules brillaban más de lo normal. Tal vez era una llamada insignificante con un mensaje claro pero fue  plantearse la idea de que Harry estaba siendo fiel, a sea lo que sea,  que estuvieran haciendo, lo que realmente significó la buena noticia.

Camino hasta su cama y lo miro dormir tranquilamente. Louis sonrió por los gestos que hacia entre sueños. Hizo que las sabanas lo cubrieran del frío un poco más. No lo iba a despertar para que lo viera marchar, en cambio iba a besarlo y con pasos sigilosos, cruzar esa puerta.  

–Gracias por otra noche – susurró, mientras le acaricio la mejilla.

Lo beso chocando con sus dientes y aliento. Harry seguía abrazado a Morfeo y Louis podía marcharse sin cuidado. Era cierto, rompió una promesa al salir del departamento a las dos de la madrugada pero apenas amaneciera, iba a prometer algo nuevo y mejor.

*

Eleanor amaneció enojada en martes. Era tarde y no le hablo para despertarlo. El sonido de la puerta del baño cerrarse con fuerza por ella,  le sirvió como despertador. Louis apenas abrió los ojos con cansancio y se encontró en su habitación. No tardo casi nada, cuando escucho el agua  de la regadera y aprovecho para ir a la cocina por algo de tomar. Las pastillas para el dolor de cabeza y un jugo de naranja, lo enfriaron de ese sueño  húmedo mientras dormía o tal vez se trataban de los recuerdos de la noche anterior.

Despertó a los gemelos y les preparo el uniforme. Dexter necesito ayuda para atarse los cordones de los zapatos, y para entender porque no podía tener una mascota en casa, si todos sus compañeros de escuela tenían uno, excepto él y su hermana.

–¿Un pedro chiquito? –pregunto acompañado con sus manos.

–Es Perro –corrigió su papá suavemente– Lo siento sunshine. Un animal en casa es demasiada responsabilidad… eres un niño y además tu abuela Jay es alérgica al pelo que sueltan los perros – Explicó con mucha calma.

El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora