El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)

Capitulo 22

It Must Have Been Love ♪

“Quiero que me escuches sin juzgarme; Quiero que confíes en mí sin exigirme; Quiero que me abraces sin asfixiarme; Quiero que me protejas sin mentiras; Quiero que te acerques sin invadirme; y también quiero que sepas… que hoy puedes contar conmigo… sin condiciones” Jorge Bucay.

–Eleanor – La despertó mientras concluía el nudo de la corbata.

Aún dormida, bostezo con cansancio. Miro confundida a su alrededor  y echo otra mirada  con mal humor al despertador encima de la mesita ratonera. Se  incorporó sobre la cama para distinguir a Louis adentro del baño lavándose los dientes.

–¿Qué haces despierto tan temprano Louis? –quiso saber semidormida.

Él le pidió tiempo para enjuagarse la boca con un gesto para luego decirle  –Me han avisado de una reunión del consejo y tengo que irme…  –Salió del baño y no tardo su perfume masculino y peligroso envolver la habitación. Ella respiro su aroma favorito pero no se lo iba a decir.

–¿¡Son las seis y media de la mañana!? – pregunto incrédula.

–Es algo  importante – Le aseguro.

Ella intento encontrarse con los  familiares ojos azules pero esta mañana no la miro, Eleanor  le estudio muy bien antes de contestar, resignada le escucho decir a Louis–Me voy no quiero llegar tarde – Ella asomo una amaga sonrisa.

Louis se acercó a su lado de la cama para besarle la mejilla con prisa. Ella le detuvo sosteniéndolo del brazo con firmeza y obligándolo a mirarla.

–No porque te vayas temprano te vas a salvar de hablar de lo que paso anoche –le advirtió cuando lo tuvo muy cercas. –Detesto que llegues tarde y lo sabes  – Louis le miro a los ojos asintiendo.

–No volverá a pasar –

–Promételo o no te voy a creer ni una sola palabra – Louis se separó de ella y de la cama.

–Vamos Eleanor, no podemos pasar toda la vida peleando…  ¿Crees que me gusta discutir contigo? Lo odio tanto como tú… si te digo que no volverá a pasar es porque no volverá a pasar –

–Voy a creer en lo que estás diciendo Louis –

–Gracias  –

Avanzo hasta el umbral de la puerta y se detuvo.  

– Llegare a tiempo para la cena –

–De acuerdo – acepto ella acomodándose nuevamente la almohada. 

Louis visito cada una de las habitaciones de sus gemelos, ellos aún dormían apaciblemente  y por su parte no haría ni un solo ruido para despertarlos. No tan temprano. Ni si quiera se había puesto el sol a las afueras. Salió de la última habitación, busco las llaves, el saco y se fue de casa. Tal vez si Louis no estuviera presionado por la hora  hubiese visto a un miembro de la casa asomar su cabeza por la ventana; mirándolo con dos curiosos ojos partir. Eleanor no esperaba que volteara, mucho menos que detuviera el auto para despedirla, a estas alturas de su vida no vivía de ilusiones. Ella se lo dijo, esta noche era su turno de llegar tarde y se lo iba a cumplir.

*

–¡Perrie vámonos! – grito él echándose una vistazo en el espejo.

–¡Ya casi… dame un minuto! – le contesto ella desde la habitación.

–Nos están esperando ¿Por qué tardas tanto? – tuvo que intervenir para ir por ella.

–No encuentro mi libro – Perrie se asomó por debajo de la cama y nada.