Capítulo 36

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"¿De qué está hecha la vida? de las ilusiones que me haces crear... si preguntan por mí, diles que no existo, porque yo no quiero pedirte nada, sólo pon tus labios sobre mi espalda" Anónimo.

Cuando Harry entró a clases de derecho penal, lo primero que notó fueron dos vasos de plástico con café en el escritorio. El resto de sus compañeros estaban tranquilos en comparación a otras veces. No había nadie afuera del salón, ni tampoco llamando la atención. Era viernes pero el humor se sentía como el inició de semana. Algunos días, pensaba, eran más aburridos que otros.

Tomó asiento a un lado de Ed y dejó su mochila en el otro lugar vació –¿Qué pasa?–

–No estoy seguro, hace un momento Pablo le ha preguntado al profesor y le dijo que vino una persona a darnos un aviso–

Su profesor junto con otro maestro que nunca había visto, caminaron lentamente frente a la clase. Harry dejó su teléfono celular a un lado para poner atención, al igual que sus compañeros.

–Buenos días, alumnos y alumnas, hoy nos acompaña el maestro Frank, a partir de esta mañana, él es responsable del servicio social y las prácticas profesionales, les dirá algo importante, por favor guarden silencio, está de más decirles que a la persona que no le interese, se puede salir –

Nadie se movió.

El otro hombre comenzó a hablar –Gracias maestro–Y ahora, dirigiéndose hacia los demás, dijo –Primero que nada, espero que todos estén cumpliendo con su servicio correctamente. ¿Hay alguien que no lo haya realizado por alguna razón? – preguntó pero nadie levantó la mano, solo se miraron unos con otros –¿Actualmente todos lo realizan, verdad? –

–Sí – se escuchó un eco venir desde el primer hasta el último asiento.

–Bueno, les tengo una noticia, sí ya cumplieron el tiempo estipulado por la universidad, pueden ir solicitando la carta de término en las diferentes empresas, agencias o instituciones donde lo realizaron. Recuerden que una vez solicitando la carta, sólo continuarán con un mes más de trabajo. ¿Alguien está haciendo su servicio en esta universidad? – Tres chicas levantaron la mano –En el caso de ustedes, es necesario que lo hagan hoy mismo, porque la persona que lleva el proceso saldrá de vacaciones, ¿de acuerdo? – ellas asintieron.

–Tengo una pregunta... disculpe – El mayor se giró hacía uno de los chicos cerca de la ventana –En mi caso, realizo mis prácticas en el área de derechos humanos de un hospital, pero he hablado con mi jefe y ha mencionado estar interesado en contratarme–El resto de la clase soltó una bulla haciéndolo sonrojar– Voy por mi carta de término y ¿qué me va a pasar después? –

–Bueno, una vez que termines, te dan tu carta y me la entregas. Si tu jefe está interesado en que trabajes para ellos, habrá un contrato de por medio, qué te darán después, lo que no se puede hacer es que no te quieran dar esa carta de término, porque la necesitas para graduarse. ¿Escucharon eso? ocupan esa carta para graduarse, quedó claro – El resto de la clase dijo que sí.

–Seguramente muchos de ustedes van a continuar sus labores en sus respectivas empresa, la verdad es que no dudo que su talento sea requerido en los distintos lugares, así que no tengan miedo de pedir esa carta – esta vez fue el maestro de derecho penal, quien agregó.

Harry no tenía miedo, en realidad, se sintió un poco triste, pero no lo diría en voz alta. La mirada de Ed sobre su mejor amigo, le intentaba dar ánimo.

–Vamos, no es la gran cosa... algún día tenía que pasar ¿o no? –

El más alto prefirió el silencio y en su lugar, volvió su mirada hacía su cuaderno, fingiendo que escriba algo importante.

El Ruido de tus Zapatos (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora