43 | Sober

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"Es difícil para mi estar sobrio

No puedo hacer nada

Odio estar sobrio

No puedo dormir sin ti

...

Mi estado de animo es como un vacío desierto

La gente no me comprende

Así que sólo quiero perder sin siquiera saberlo."

(Big bang - Sober)

Kyung Soo

Siete años atrás yo era millonario. Millonario y alcohólico, la mejor combinación que pueda existir.

Para ese entonces ni siquiera tenía la edad legal para beber, pero el dinero hace maravillas.

Mi abuela murió y mi madre me hizo madrugar con una resaca olímpica solo para asistir a su funeral. La anciana ni siquiera podía pronunciar mi nombre antes de morir, no tenía una idea de porqué mi presencia era necesaria.

Oh, claro, yo era su heredero.

Vaya montón de mierda.

Me vestí con un traje seleccionado por mi madre y estuve parado alrededor de una hora recibiendo a esos ricachones desconocidos. Gracias a satán o cualquier otra entidad del mal, nadie mostró curiosidad sobre mis lentes de sol. Me veía como la mierda, seguramente.

La resaca me estaba matando y solo escuchaba a mi estúpido hermano menor corretear por todo el salón.

—Hyung, la abuela parece un espárrago —comentó Vernon.

—Está muerta, idiota —murmuré.

—Sé que está muerta, hyung.

—Vaya, que listo eres. Deberíamos regresarte a Estados Unidos y enviarte a Harvard ¿no crees? —él frunció el ceño y miró la pequeña botella en mi chaqueta.

—¿Qué es eso?

—Alejate, enano —esto es realmente irónico ya que él, actualmente, es mas alto que yo.

—Le diré a mamá.

Saqué un billete de mi bolsillo y se lo ofrecí. Él lo tomó sin pensarlo, lo he sobornado su vida entera. Él corrió lejos de mí, miré alrededor y vi a ese sujeto raro observándome.

Tanto tiempo entre la gente de clase alta me enseñó a diferenciar entre las personas normales y aquellos que se limpian el culo con billetes. Y ese moreno de las miradas lascivas no se limpiaba el culo con billetes, ni siquiera con los de mil wones.

Fui al baño a vomitar mientras todos lloraban por mi abuela, aunque la mitad de ellos lloraban la herencia que había quedado en mis manos. Todos sabían a donde irían a parar todos esos millones.

A mi hígado.

Luego de vomitar decidí que no tenía cura alguna, así que saqué mi pequeña botella de metal y bebí sobre un lavamanos hasta escuchar la puerta abrirse. No podría ser mi madre, pero definitivamente podría ser mi hermano mayor, quizás peor que mi madre.

Escondí la botella en mi chaqueta y lo vi. Ese moreno que me observó todo el día, apestaba.

Él se impresionó por el olor a alcohol y fingió tener algo que hacer en el baño, sabía que solo me estaba siguiendo.

—Apestas, asqueroso —le dije y sí, aquí surgió el sobrenombre.

—Lo mismo para ti, alcohólico.

—No, en serio apestas. Probablemente te paraste en la mierda del perro de mi hermano.

Él revisó su zapato y efectivamente, tenía razón. Encendí un cigarrillo y me reí de él mientras limpiaba la suela. Se sentó junto a mí y le ofrecí mi botella, él declinó.

—No tienes edad para eso.

—¿Eres policía? —él negó—. Entonces callate. ¿Quién se supone que eres?

—Kim Jongin, mi padre trabajaba para tu abuela. Ella era muy amable...

—Era una vieja demente. Creía que yo era una chica.

Él sonrió y miró atentamente mientras yo fumaba, apenas empezamos a salir me dijo que odiaba que fumara.

—Me estabas mirando...

—No es la primera vez que lo hago. Probablemente estabas muy ebrio para notarlo.

—¿Quieres hacer algo divertido? Probablemente estoy demasiado ebrio para que me importe.

Así es, Jongin era un maldito acosador, nunca lo había notado y me importaba una mierda. No diré que recuerdo con exactitud que dijo después de ese punto, porque no lo hago, lo que sí recuerdo bien es que nos besamos en el baño de una funeraria mientras le rezaban al cuerpo de mi abuela del otro lado de la puerta, seguramente se estaba retorciendo.

Yo era un joven extraño y sin pudor.

Mi madre se enfadó lo suficiente para entrar al baño de hombres a buscarme y dejarnos a medias.

Gracias, madre. Siempre arruinándolo todo.

Ese fue el día que encontré algo mejor que el alcohol mas caro que el dinero pudiera comprar, Jongin, quien era una mezcla de atrevimiento y dulzura, todo al mismo tiempo. Quien se presentó ante mí con un zapato lleno de mierda de perro y despertó mi interés.

Al principio no me gustaba para nada, lo juro. Pero nuestra relación molestaba a mi madre y eso me hacía feliz.

Descubrí que su padre era el jardinero de la anciana espárrago y conseguí su número. El idiota no vivía en la ciudad y no podíamos molestar a mis padres tanto como se me antojara. Pero lo hacíamos cuanto podíamos.

Toda mi familia lo odiaba y yo me rehusaba a dejarlo, ¡Era tan divertido!

Entonces pasó, mis padres amenazaron a los suyos en un intento por alejarlo de mí, la gente rica es una mierda.

Ese fue el dichoso día en el que llegó en ese auto de mierda, cuando aún era genial, y me ayudó a escapar de casa. Él estaba incluso mas loco que yo.

No necesité alcohol al día siguiente, ni siquiera pensé en ello, yo sólo pensé en él, en su respiración contra mi cabello, sus ronquidos suaves y sus manos que aún me sostenían.

Ni siquiera todo el dinero del mundo puede comprar o reemplazar a Kim Jongin, a nuestra historia de amor que empezó con alcoholismo y conductas inmorales en un funeral.

Él era un tonto con un sueño y nada de dinero. Yo era un tonto con mucho dinero y ningún sueño. Él, a quién extrañaba cada día más y con más frecuencia, me ofreció el cariño real que estuve buscando toda mi vida.

Era un incomprendido, ahogándome para sacar de mi pecho los sentimientos que mi madre me obligaba a reprimir.

No debo ahogarme para decirle a Jongin lo que siento, ya no más.

•••

Primera parte de los especiales para mejorar los ánimos de los capítulos anteriores 😅

Gracias por leer y votar

Mucho amor

Bummie🐻

Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora