Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHan

15 | room 510

Room 510

Algo que no sabían antes de vivir juntos: decepción.

02:37 pm

Estaban en una situación comprometedora. La verdad es que ya estaban a la mitad de un gran momento en el sofá.

Todo empezó a raíz de cincuenta sombras de Grey.

Minutos después Luhan estaba gritando de manera desvergonzada sobre Sehun. Su celular empezó a sonar, regresandolo a la realidad. Golpeó a Sehun en la cara para que se detuviera, estiró su mano hasta tomarlo y ver a duras penas el nombre del contacto. Era su madre.

Definitivamente sus ganas habían muerto.

—¿Hola? —Sehun suspiró y dejó caer su cabeza hacia atrás—. ¿Vienes aquí? ¡¿El ascensor?!

El mayor colgó rápidamente y removió a su novio quien seguía en un trance.

—¡Sueltame, mi madre viene!  —saltó lejos de Sehun y éste gimió de dolor.

—¡Mierda! ¡¿Me la quieres doblar, Luhan?!

Luhan lanzó unos pantaloncillos a su cara y Sehun se dio cuenta de dos cosas, su suegra no tenía idea de su existencia y seguramente lo echarían de la casa por segunda vez en el mes si los encontraban en esa condiciones.

—¡Escondete, escondete!

Sehun empezó a dar vueltas nervioso y Luhan lo empujó a la habitación. Logró encontrar ropa y esconder todo lo que pareciera sospechoso a la vista de su quisquillosa madre.

Incluso lanzó la ropa interior de Sehun por la ventana.

Recibió a su madre nervioso, ella lo miró sonriente e inspeccionó su aspecto de manera disimulada.

—¿Por que has venido? No me llamaste.

—Te llamé ayer.

—No recibí una llamada.

Luhan colgó el abrigo de su madre y miró alrededor, no había rastro de su novio.

—¿Qué es este estilo tan tosco? Normalmente eres tan organizado... ¿Tienes novio?

—Claro que no, mamá.

—¿Por qué no estás usando ropa interior?

Era obvio que lo notaría, es detallista como el demonio y Luhan no tuvo ni un segundo para detenerse por ropa interior limpia.

Estaba a punto de tener un orgasmo antes de que llamara.

—Estaba en la ducha cuando llamaste.

—¿Y tu habitación?

La madre pasó rápidamente por el pasillo a pesar de las protestas de Luhan. Al entrar observó un bulto en la cama.

Luhan estaba por gritar, sabía que pronto lo descubrirían si ese bulto resultaba ser su estupido novio.

—Estoy tan cansada...

La observó desplomarse en la cama. El bulto no se movió un centímetro y pudo respirar, no era Sehun. La mujer dirigió su mirada hacia el armario de su hijo.

—¿Por qué tienes tanta ropa? Dejame verla.

Y ahí estaba Sehun, sus pies sobresalían bajo la ropa. La crisis interior de Luhan aumentó rápidamente. Su madre se levantó directamente hacia su objetivo de fisgoneo, él solo reaccionó como para tomarla de la cara y desviar su atención.

—¡Madre, tu piel está tan reseca! Tengo algo para eso, sientate... —la empujó a la silla de su tocador e indicó con los pies a Sehun para que gateara fuera de la habitación.

—Mirate nada más, empujando a tu anciana madre.

—Sí, si, lo siento.

En el salón, Sehun estaba dando vueltas buscando su camiseta y ropa interior, no había nada. Y no podía salir del apartamento de esa forma. Necesitaba otro escondite.

—Recordé que debo llamar a tu padre —mencionó la señora Xiao.

Luhan caminó detrás de ella como su sombra, Sehun ya no estaba. Seguramente había salido a pesar de su aspecto. Madre e hijo se sentaron en el sofá y luego de una conversación corta con su padre, Luhan creyó salirse con la suya. Su madre se levantó hacia el baño y Luhan limpió el sudor en su frente.

—Oh, mi pobre Sehunnie...

—¿Hablas de esto?

Su madre, una mujer de al menos un metro sesenta, estaba sosteniendo a su novio por la nuca. Sehun tenía la mirada fija al suelo, tal vez incluso estaba temblando.

03:12 pm

Como niños en la oficina del director, estaban ambos, de rodillas con la mirada al suelo incapaces de enfrentar la culpa.

—¿Dijiste que tienes veintiuno? —preguntó mirando directamente a Sehun

—Tiene veintiún años —intervino Luhan—. Pero se ve mayor, ¿no crees?

—¿Estás viviendo con él?

—Viviendo... No exactamente —mintió. Su madre puso los ojos en blanco.

—No mientas, Luhan. Todas sus cosas estan aquí.

—Es que ha ido dejando una cosa y luego otra y–

—¡Hey! Basta de mentir, ¡¿se van a casar?!

Madre e hijo miraron al más joven. Sehun empezó a jugar con la alfombra bajo sus rodillas como si no hubiera escuchado nada. Luhan sintió un peso terrible en su corazón. Su novio ni siquiera tenía la dignidad para mentir y salvarlos de esa situación. Simplemente calló. La señora Xiao suspiró.

—¿Te llamas Sehun? —él asintió—. ¿Podrías dejarnos a solas?

Caminó fuera del salón con pasos torpes, estaba aturdido. La señora Xiao devolvió su mirada a su hijo, él conocía esa mirada, decepción en su estado más puro.

—No diré mucho, termina con esto.

—Madre...

—No quieras defender esto, Luhan. Si alguien se entera, ¿qué dirán de ti? Eres mi único hijo y no quiero verte mantener a un hombre tan inmaduro como ese.

—No puedo terminar con él.

—Si quieres salir con él, hazlo, pero no pueden vivir juntos —ella se dirigió a la puerta y tomó su abrigo—. Es mi última palabra.

03:20 pm

—Sobre lo de antes...

La mirada del mayor se encontraba en un punto fijo en la pared frente a él.

—No creerás que lo hice porque no te quiero, ¿o sí? —no obtuvo respuesta—. Luhan... Creo que te pareces a tu madre. ¿O quizás a tu padre?

Siendo sinceros, Luhan no esperaba nada en especial, no cree que Sehun pueda ser el hombre de su vida. Pero aún así, quería confirmar que se equivocaba y verlo ser un hombre en el que pueda confiar y poyarse.

¿Alguna vez llegaría a serlo?

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