Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHan

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Sehun y Luhan

—Es genial —comentó Luhan observando el estudio de grabación a la vez que acariciaba su panza de ocho meses.

—Tengo una sorpresa para ti... Para ustdes —corrigió Sehun rapidamente—. Entra a la cabina.

Después de la demolición se habían mudado a un apartamento demasiado reducido en comparación, pero era temporal, a pesar de no tener idea de a dónde ir definitivamente.

Luhan caminó hasta la cabina y cerró la puerta de vidrio detrás de él. Sehun le indicó desde el otro lado que se acercara hacia las partituras y las tomó entre sus manos.

—¿Qué es esto?

—Sigue buscando —indicó Sehun.

Luhan sonrió sin razón aparente y finalmente encontró una factura por mucho, quizás demasiado dinero. Miró hacia afuera, Sehun no estaba.

—Aquí estoy —dijo mientras colaba sus manos sobre el vientre de Luhan.

—¿Qué es...? ¿éste es tu sueldo? —Sehun asintió con orgullo.

—Te acabo de comprar un nuevo apartamento ¿Qué tan maduro soy ahora mismo?

Luhan se dio la vuelta casi instantáneamente y rodeó el cuello de su novio con los brazos.

—Aún eres un niño —susurró Luhan. Sehun ignoró el comentario completamente y se acercó a besar a su novio hasta sentir al bebé bajo sus manos.

—Esto es perturbador —dijo mientras Luhan continuaba besando su rostro.

—¿Qué?

—Siento que lo estoy besando a él. Es incómodo —Luhan suspiró y golpeó la frente de Sehun.

—Niño estúpido.

...

Chanyeol y Baekhyun

Baekhyun leía una revista despreocupado detrás de la caja registradora.

Desde la demolición del edificio sus padres le habían heredado el dichoso sex shop y la realidad era que se aburría como nunca.

Chanyeol decía tener un plan, sin embargo ambos tuvieron que volver a casa de sus padres mientras  Chanyeol arreglaba lo que fuera que estuviera haciendo.

La campanilla de la puerta tintineó suavemente, Baekhyun no levantó la mirada.

—Bienvenido —dijo sin interés.

—Sí, hola, me gustaría un vibrador de dos metros para meterlo en tu trasero —Baekhyun escuchó la risa de Chanyeol después de esa bizarra frase.

—¿Dos metros? Mierda... —Chanyeol se inclinó sobre el mostrador y Baekhyun le dio un beso corto.

—¿Puedes adivinar por qué estoy tan feliz?

—Mm... ¿Te dieron un aumento?

—Ni por asomo, Baek.

—Que mal, entonces no tendremos sexo de celebración.

Chanyeol pasó sobre el mostrador y abrió su mano frente a Baekhyun mostrándole un juego de llaves.

—Oh, sí que lo tendremos —Baekhyun sonrió incrédulo—. En nuestro nuevo apartamento.

Baekhyun saltó a los brazos de su novio-no-novio-es-complicado. Chanyeol lo sostuvo hasta sentarlo en el mostrador.

—Esto se debe a mi abuelo, eh.