Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHan

10 | room 510

Algo que no sabían antes de vivir juntos: su ex.

05:12 pm

—¿Cómo encuentro a alguien en internet?

Luhan estaba convenientemente sentado entre las piernas de su novio, mirando sus dedos hábiles en su celular.

—Puedes buscarlo en Facebook, abuelo.

—Hazlo por mí.

Y así lo hizo, no estaba precisamente en una posición segura desde que Luhan lo había corrido de la casa por millonesima vez, así que buscó al tal Dong Si Chen, el primer amor de su novio cuando aún vivía en China.

—Oh... Sigue siendo atractivo. A ver, busca a otro.

Y otro y otro, hasta que pasaron los diez primeros amores, solamente en China. La mitad de esos hombres ni siquiera llegaron a entablar una conversación duradera con Luhan, pero eran guapos. Finalmente arrebató el teléfono a Sehun y buscó a la chica que lo molestaba en el Instituto, incluso saltó de felicidad al ver que estaba gorda y su esposo era feo.

Luhan volteó a ver a Sehun detrás de él y apretó sus mejillas.

—Miralo, él es horrible. Y tú eres tan lindo, Sehunnie. Esa perra, se lo merece —y aunque sonrió para Luhan, por dentro estaba harto de la búsqueda del recuerdo.

07:32 pm

Sehun estaba a punto de dormirse en el sofá y aunque su cuello probablemente dolería en la mañana, las palabras de Luhan ya lo tenían mareado. Abrió los ojos al escuchar pasos cerca de él y vio a su novio... O novia, usando un vestido de flores y coletas. Luhan es bastante andrógino, más no afeminado.

—¿Y eso?

—¿Te gustan las coletas? —su voz no contenía emoción, casi le asustaba.

—Te ves como una niña. ¿Por qué usas ropa de mujer?

—¿Te gustan los vestidos con flores, no?

—Pues... Supongo, pero no lo entiendo.

—Lo vi en la página de tu ex, cuando aún estaban juntos, compraste un vestido así para ella.

—Que raro eres, hyung.

—Pero si te gusta en ella.

—¿Qué? No. Te ves bien y todo, pero este no eres tú. No tienes por qué preocuparte por alguien a quien ya olvidé.

Luhan sintió su corazón encogerse y corrió a abrazar a su novio, frotando su mejilla contra su pecho.

—Awe, Sehunnie... ¿Desde cuando eres tan sensible?

—Mierda, no lo sé —consiguió la risa de Luhan y unos cuantos besos— Bien, vamos a lavar la ropa.

—¿Ah?

—Significa que quiero follar, lo escuché de los vecinos de abajo. Vamos, tengo condones que brillan en la oscuridad.