20 | room 510

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Room 510

Algo que no sabían antes de vivir juntos: más celos irracionales.

09:03 am.

Luhan sacudía alrededor con un plumero de colores, acercándolo demasiado a Sehun y bloqueando su vista de la televisión.

—No me dejas ver —se quejó tratando de apartar al mayor.

—Ve a bañarte —ordenó. Sehun negó—. Vamos, tienes que bañarte pronto.

Sehun procedió por ignorarlo hasta que su novio empezó a tirar de sus pies.

—¡Ve a bañarte ahora! ¡Llegará pronto!

—¡Dejame en paz! ¿Por qué te preocupas tanto por lo que piense ese sujeto?

—¿De qué hablas? Chen es de mis mejores amigos, hace mucho tiempo que no nos vemos, quiero darle una buena impresión.

—¿No estarás enamorado de él o algo? —Luhan bufó.

—Lamentablemente estoy enamorado de ti.

Luhan continuó limpiando con esmero, Sehun lo ignoró completamente. Una vena de celos se estaba hinchando en su frente, aunque no quisiera admitirlo Sehun sentía celos muy a menudo.

Desde el administrador que insistía en ayudar a su novio a subir las compras hasta el vecino del mismo piso que estaba tan falto de sexo como para mirar a Luhan todo el rato.

Así que Li Chen no era una excepción, aunque fuera heterosexual. Luhan era capaz de hacer gay hasta a un sacerdote.

Luhan se precipitó hacia la puerta apenas escuchó el intercomunicador.

—¡Chen, cuánto tiempo! —se abrazaron. Luhan colgó el abrigo de su amigo.

—Luhan... Cada vez te ves mejor —ambos se carcajearon y Sehun se retorció en el sofá.

—No, para nada...

Tenía una maleta, a saber que traía en ella. Dejó en la mesa las llaves de un Mercedes Benz, su billetera sin duda más gruesa que la de Sehun y sus dos teléfonos celulares. Sehun lo examinó completamente, era anciano, sí.

Se dieron la mano de mala gana, bajo la mirada de Luhan.

—Así que, ¿tienes veintiún años? Pareces todo un hombre —comentó. Probablemente era gay, Sehun también podía hacer a mucha gente gay.

—Aún es un bebé —intervino Luhan.

Normalmente Sehun permitía que le tratarán como un bebé ya que eso le daba toda la atención de Luhan, pero en ese instante no se sentía tan feliz al respecto.

—¿Quieres algo de beber, Chen? —él asintió.

—Cualquier cosa está bien —Luhan caminó hacia la cocina. Sehun continuó mirando las llaves del auto, tal vez no era nuevo.

Luhan apareció con una sola taza, la taza de Sehun.

Bueno, quizás no era su taza, pero era su casa –la casa de Luhan–, así que todas eran sus tazas. Por lo cual extendió el brazo cuando Luhan lo tendió, Chen la recibió primero, Sehun pretendió que nada había pasado.

—¿Quieres esto, Sehun? —ofreció Chen.

—No, no, él puede ir a la cocina —las intervenciones de Luhan eran cada vez peores.

Finalmente el tal Li Chen estaba dispuesto a hablar del maletín gigante que estaba acarreando desde que llegó, aunque Sehun fingía no escuchar también estaba interesado.

Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora