"Abrazame cálidamente como una manta
Quedate conmigo sin cambiar, como la primera vez
Estaré contigo justo como siempre has imaginado
Sí esto puede ser para siempre, haré lo que sea."
(EXO - Heaven)
Sehun
No lo sabía. Esa es mi defensa.
Algo en mi mente me decía que las cosas andaban mal. No me fue fácil separarme de Luhan durante tanto tiempo. La compañía continuaba agendando cosas para mí y disponiendo de mi tiempo. En algún punto me quitaron mi celular y demás cosas para evitar que escapara de mis deberes.
Gran parte de mi día solo transcurría en preguntarme como estaría Luhan.
¿Qué hace? ¿Me extraña? ¿Se siente aliviado de que yo esté lejos?
Nunca olvidé nuestros brazaletes de parejas, lo usé en todos y cada uno de los programas a los que asistí. Esa era mi señal, mi forma de decirle a mi lindo novio en casa que yo aún lo amaba.
No puedo vivir sin Luhan.
Extrañaba sus manos delicadas, su forma cursi de decir mi nombre, su olor en mis camisetas, el que para ese momento había desaparecido casi por completo.
Me estaba volviendo loco. Apenas logré verlo de nuevo me sentía maravillado por sus ojos brillantes, sus mejillas mas rellenas, su piel pálida y...
El punto es que soy un idiota. Tenía al menos treinta y seis horas sin dormir cuando llegué a casa y mis planes se arruinaron. Quería abrazarlo y decirle todo lo que guarde en mi pecho hasta ese momento. Pero caí como un tronco.
Al día siguiente mi mánager me arrastró fuera del apartamento y sé que eso lastimó a Luhan de nuevo.
Cuando regresé de América y estaba dispuesto a volver a casa me entregaron las llaves de un nuevo apartamento. Al parecer esos idiotas creyeron que tenían algún maldito derecho de llevarse mis cosas y lavarle el cerebro a Luhan.
Lo llamé al menos mil veces en el camino y no contestó ninguna de mis llamadas.
Cuando llegué a nuestro piso vi un par de bolsas gigantes frente a la puerta, lo primero que pude notar fue que Luhan había tirado nuestras fotos y álbumes, además de las cosas que le había regalado esos meses. La otra tenía una cantidad ridícula de pruebas de embarazo, todas positivas.
Y luego un montón de exámenes en clínicas diferentes, todo positivo. Mi corazón dio un vuelco e intenté llamarlo de nuevo. Puede que sea estúpido, pero no soy sordo, escuché su celular ahí dentro.
Intenté con el código que me sabía de memoria, era inútil, obviamente lo había cambiado. Golpeé la puerta con desespero.
—¡Hyung, sé que estás ahí! ¡Dejame entrar!
Estuve golpeando por un largo tiempo, finalmente pateé la puerta y me dejé caer en el piso.
—¿Que haces aquí? —él estaba llorando.
—Luhan, puedo explicarlo. Dejame entrar y podemos...
—Si quieres decir algo hazlo desde ahí —probablemente también estaba junto a la puerta.
—Hyung, la compañía se lo llevó todo, no tenía idea... Sé que no es una excusa, pero ellos seguían dándome cosas por hacer.
—Tu mánager me dijo esto... Dijo que ya sabían de nosotros desde un tiempo atrás. Debe ser difícil esconderlo. Si me hubieras dicho yo... —hizo una pausa, yo recosté mi cabeza contra la puerta—, debió ser duro todas esas veces por mi culpa. Yo creí que... Podríamos vivir así por siempre, pero me equivoqué.
—Así que...
—Así que... Debes irte —sé que él no lo decía en serio, no podía.
—¿Que quieres decir? ¿A dónde quieres que vaya?
—Vete a casa.
Oír su voz de esa manera, saber que su sufrimiento se debe a mí, es algo que no puedo soportar.
—Pero esta es mí casa —repliqué.
—Esta es mí casa, niño estúpido.
Miré alrededor, no era momento para ser un tipo desinteresado.
—Tú eres mío —le dije y escuché un largo sollozo—. Ustedes son míos. Así que tu casa es mi casa. Ahora que lo pienso, la compañía dejó toda mi ropa...
—¿Qué ropa?
—Ropa como... Los pantalones que me regalaste, son muy cómodos.
—¿Para qué quieres esos pantalones viejos? En serio eres estúpido.
—Esos son... Los mejores —hice una pausa. ¿A donde se supone que quiero llegar?—. los que se ajustan mejor a mí.
Quizás la metáfora de los pantalones no era la mejor forma de expresar mis sentimientos hacía Luhan, pero pareció funcionar, él finalmente abrió la puerta, vi su rostro hinchado y esa mirada suplicante.
Me levanté rápidamente y aparté sus lágrimas con las manos.
—Lo siento tanto... Tú eres el único para mí —él extendió sus brazos hacía mí y lloró con más fuerza. Lo sostuve fuertemente y acaricié su hombro mientras susurraba todo lo que tenía por decirle.
—¿Por qué me hiciste esto? ¡Sufrí tanto! ¡Me dijo que era un estorbo! —me reprochó.
—En serio lo siento, Lu. Espero que todo esto no afecte a...
—Ni siquiera lo menciones.
Sus lágrimas cálidas en mi hombro no me reconfortan. Daría cualquier cosa por no verlo llorar nunca más.
Pero esta faceta tan inocente y expuesta de él, solo me hace enamorarme un poco más.
Aparté un poco a Luhan, quien estaba reacio de dejarme ir nuevamente. Abrí mi mano frente a él.
—¿Qué es eso? —preguntó.
—La famosa maradamia... Los conseguí para ti.
—¿Mara...? ¡Macadamia, tonto! —él finalmente sonrió y los recibió con ambas manos—. Gracias, Sehun.
Volví a abrazarlo y acaricié sus pequeños hombros, él ciertamente es el único que se ajusta a mí.
Estuve a punto de perderte.
Ya no me importa lo que digan.
No saben lo especial que eres para mí, ni cuánto te necesito en mi vida.
No saben que eres la persona mas perfecta de éste mundo quien me dará a una pequeña persona tan perfecta como tú.
•••
Jeje, hola😅
Gracias por leer y votar❤
ESTÁS LEYENDO
Rooms | KaiSoo • Chanbaek • HunHan
FanfictionEl día a día de tres parejas disparejas que conviven en un complejo de edificios en las afueras de Seúl. Room 509 - KaiSoo Room 510 - HunHan Room 410 - Chanbaek Cover by @-chxnjipziva ♥ Advertencia: m-preg, capítulos sin sentido, personajes random...