/Mi lugar favorito/
Desde hace algunos días, había estado visitando un lugar en el cual se ve toda la ciudad completa. Las luces de los coches, el fresco de la noche, los días estrellados acompañando el perfecto paisaje, las personas que caminan enamoradas por las calles, con su pareja tomándola de la mano. Me gustaría que Guillermo viese esto, y más si a él le gusta este tipo de lugares, lugares que pintan hermosos paisajes.
{• • •}
-¡ya llegue, cariño!-Grité en la espera de que Guillermo saliera de algún lado.-¿Guille?
-¡Boooo!-Salió de algún lugar detrás mío.
-¡Hey!-Reí y lo abracé para después darle un beso en su frente.-Te tengo una propuesta.
-Dígame usted, Daddy.-Me miró, pero minutos después agachó la mirada.
-Mírame pequeño. -Lo tome de la barbilla y alce su carita. -Te tengo que mostrar algo.-Lo tome de las manos y lo guíe hasta la salida.
Estábamos afuera de casa, la luna hacia juego con las enormes y brillantes estrellas en el oscuro cielo. Guillermo miraba lo hermosa que se veía esta noche.
-¡Se ve hermoso Daddy!-No despegaba su vista del cielo y yo no podía dejar de ver a Guillermo y la ilusión que le hacia ver la luna y las estrellas.
-Y eso que no has visto todo, ven.-Lo tome de la mano y nos dirigimos a la calle.
Está estaba en total soledad, no había coches chillando, pítando o carraspeando por los pavimentos, el fresco hacía aún mejor la noche, Guillermo caminaba por las banquetas en no compañía, se ve tan lindo serio. El tenía una chaqueta encima, estaba algo fresco, Guillermo con si nariz rojiza se ve tierno y demasiado hermoso.
-¿Te gustan demasiado los paisajes que parecen ser sacados de alguna obra de arte?-Pregunte al ver la cabeza cabizbaja de Guillermo.
-Sí, Daddy.-El siguió avanzando. Ahora el frío e incómodo silencio nos abrazaba.
Quería saber más cosas de Guillermo, ser mala gente no me sale tan bien. Guillermo parece ser el típico chico inocente, sin una pizca de maldad.
-Ven-Lo tome de la mano y cruzamos la calle.
Casi llegábamos a nuestro destino. Un enorme edificio, este estaba algo habitado, pero la gente que vive ahí es muy privada o la mayoría de veces no están.
-Esperame aquí.-Fui a la parte trasera del edificio y baje una escalera negra que son rutas de escape para los habitantes.-Ven-Le hice una señal con la mano y el corrió hacia mí. -Esto te va a gustar, sube con extrema precaución Guille.-Guillermo asintió y comenzó a subir con cuidado las costosas escaleras. Yo iba detrás de él, íbamos tan despacio, creo que Guillermo podía tener vértigo...-¿Tienes vértigo?
-Es lo menos que suelo tener.-Me dijo agitado. -Mi mayor sueño es saltar desde un helicóptero, Daddy.
Wooow, igual y consiguiendo su sueño me gane algo de su confianza.
Subimos hasta llegar a la cima, Avancé posicionándome antes de Guillermo y me senté en el borde del edificio.
-Ven. Sientate.-Palmeé el borde. Guillermo se acercó y con cuidado se sentó. -No nos caeremos.-Apoye mi mano en el borde y luego sentí la mano de Guillermo encima de la mía.
-Lo siento.
-No importa.-Tome la mano de Guille y luego mire al frente. Se veía tan hermoso, me sentía relajado al ver las luces de la ciudad, los arboles adornando las banquetas, las luces blancas, todo tan hermoso, digno de pintar un cuadro.
-Es hermoso, Daddy.
Lo miré y aún seguía el brillo de sus ojos, sus hermosos y pequeños ojos alargados.
El también era hermoso.