37.

2K 254 50
                                    

|•visitas•|

Mis tardes se basaban en cuidar a Samuél.

No es que no quisiera cuidarlo, al contrario, si quería, era como mi forma de agradecer lo que hizo y ha hecho por mí.

Pero no me gustaba verlo en aquella cama, tan triste, ojeroso, con ganas de salir, correr y gritarle al mundo que hasta ahora entiende el significado de sus piernas.

Sus piernas enyesadas, sus ojos ojerosos, su piel pálida demuestran su comportamiento, era fácil saber cuando se recuperan los líquidos y esas cosas.

-Le pedí a Rubén que te hiciera un caldo de pollo.

-Que horror, no sabia que fueras una madre con sus caldos de pollo.-Rió.-Serás un fantástico padre adoptivo.

-Seré mejor que tú chaval.

-Eso lo quiero ver.

-¡Un caldo de pollo en camino!-Entró a la habitación con una bandeja -Mr. De Luque.-Sonrió.-Le traigo uno de los mejores platillos, según madres expertas.-Me miró.

-Caldo De pollo.-Samuél miro su plato con cara de asco.

-Te lo comes o si no ya nada de tras tras.-Dije y salí del cuarto.

Reí ante mi tontería. Obvio no lo iba a dejar sin que me diera tras tras.

La boda se pospone.

Le mande el mensaje a Alex que escribí con una sola mano gracias al yeso que tenia en esta y se lo envíe.

No me gustaba el hecho de ser gilipollas y haber causado el accidente. Creía que el que tenia retraso era Rubén, pero no, el único retrasado soy yo al quedarme parado en medio de la calle. Es que solo un tonto, un gilipollas, un retrasado, yo, solo yo me quedó en medio de la calle mirando una estúpida pelota morada. ¡Una estúpida pelota morada!

Me mire en un espejo, mi cara estaba rasguñada, tenia algunos puntos que dentro de un mes serían quitados.

Suspire.

-Esto tendrá una cicatriz.-Le dije a Rubén a quien veía através del espejo.

-Sí cuidas tu rostro igual y no queda nada.-Dijo Rubén.

...

Estar sin alguien con quien hablar era aburrido. Con quien hablaba era Rubén y Samuél, ahora Rubén había salido con Mangel y Samuél estaba durmiendo. Le recetaron unas pastillas que lo duermen si siente dolor en sus piernas.

-Joven Guillermo, es su madre.-Dijo un mayordomo pasándome el teléfono.

-¿Mamá?-Dije en cuanto puse el teléfono en mi oreja.

-Hijo, me enteré de lo que te paso, ¿Estas bien?

-Vaya, creí que no sabias, no te quería preocupar.-Suspire.-Estoy bien mamá.

-Que bueno amor, creí que te había pasado algo malo.-Por su voz supe que había puesto una mano en su pecho.

-Yo estoy bien, tengo enyesado el brazo, unos rasguños en la cara, pero no es nada grave, Samuél esta fatal -Lloriqueé-. El carro le paso por las piernas, tiene sus piernas enyesadas y no podrá caminar por un tiempo. ¡Tengo la culpa! Soy un gilipollas que se paro en medio de la carretera, ¡casi me atropeyan! Si no fuera por el no estaría aquí.

-No digas eso amor, tú no tuviste la culpa, son cosas que pasan-Oí que tocaban la puerta y avancé a esta.-no te eches la culpa a ti.

-Esperame mamá, al rato te llamó.-Colgué-Hola-. Sonreí.-¿Busca a alguien?-Alce mis cejas. La señora se veía vieja, por sus arrugas podría decir que unos cincuenta si tenía.

《✘DADDY✘║WIGETTA║TERMINADA║》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora