•Sorpresa•
Un pitido por parte de mi reloj de mano me despertó; eran las ocho y punto de la mañana, el sol podía verse por mi ventana, faltaba menos para el cumpleaños de Guillermo y mi regalo ya estaba planeado, pero entre más temprano tenga todo listo, mejor.
Me paré de mi incómodo sillón y camine a la ventana; todo se veía tan hermoso desde aquí, perecía alguna escena sacada de alguna película romántica. Me gustaría ver a Guillermo, hace días que duermo en el sillón de mi oficina -que por cierto es muy incómodo- seguro que a de estar aún más enojado, no lo dudo, después de aquella discusión de hace unos días.
Fui a mi escritorio y me acomode en mi silla giratoria. Me hacia demasiada falta descansar. Mire una foto que tenia con Guillermo, cuando estrene mi cámara; como olvidar ese día, la cara desprevenida de Guillermo, pero aún así sonrió. Tan achuchable él.
Tome mis llaves que descansaban en el escritorio, me puse de pie y me dirigí hacia la puerta para salir de mí horrenda oficina. Camine por todos los pasillos hasta llegar al elevador, presione el botón me llevaba hasta el último piso, cuándo por fin llegué hasta el estacionamiento desactive la alarme de mi coche y abrí la puerta del piloto; me subí, metí la llave y arranqué.
Tenia un destino y no era con Guillermo, eso sería mucho después. Ahora debería de concentrarme en su regalo.
Me sentía emocionado, nervioso, feliz, me sentía a tope.
Estacione el coche y entre a mi destino: una joyería. Mire las vitrinas y cada una de las joyas que estás protegían.
-¿Gusta algún anillo de compromiso?-Asentí -Tenemos una gran variedad como usted verá aquí en nuestras vitrinas.
-Sí, me gusta este de la izquierda, el de oro con los diamantes incrustados a su al rededor. -La señorita asintió y me mostró el modelo. Asentí y ella lo guardó en una pequeña caja roja aterciopelado.
Salí del lugar y me volví a subir al coche. Ahora mi destino era preparar todo para completar su sorpresa.
{D O S D Í A S}
Estaba en casa, sentado en la banca que estaba en el patio trasero; Guillermo tenia sus pies metidos en el agua, movía constantemente sus pies. No había entablado una conversación con Guillermo, al menos no una con muchas palabras.
En unos días Guillermo cumplía años y eso me hacia feliz; pensaba en todos los planos en los que él y yo podríamos estar. Viajando por todo el mundo, yo que se, algo romántico.
Quería que llegara el día. Quería ver a Guillermo con su traje, en el altar a mi lado, aceptando nuestro compromiso.
{• • •}
El día había llegado; Guillermo estaba en su habitación vistiéndose para irse a casa de Alex; por lo que Frank me había comentado, Guillermo pensó toda la semana que estaba enojado con él por mí estúpida distancia, pero todo tiene su propósito. Y mi propósito es estar junto a Guillermo.
Baje las escaleras y con ayuda de algunos mayordomos comencé a inflar globos.
[GUILLERMO]
estaba en casa de Alex, me felicitó por mí día, había estado desperdiciando mi tiempo todo la semana; podía haberlo hablado con Samuel perfectamente pero no fue así.
Lo primero que hicimos fue ir a pasear por las tiendas de un centro comercial, cumplieron mis caprichos y al final salimos con el montón de bolsa, tanto como Alex como yo.
Frank nos consistió. Ahora entiendo el porque Alex está perdido por él
Lo primero que hicimos al llegar a casa de Alex fue probarnos la ropa que nos habíamos comprado; nos tomamos unas cuantas fotos y después nos pusimos a jugar en su consola.
La tarde había estado algo divertida, hubiese mejorado si samuel por lo menos me hubiera deseado un buen día. Pero ni eso.
...
Había vuelto a casa; Frank me ayudo a bajar las pesadas bolsas de su coche. Alex y yo caminamos por el pavimento hasta que llegamos a la puerta principal.
Gire la perilla de la puerta y lo primero que vi fue un montón de globos por todos lados; Samuel estaba en la escalera mirando su reloj de mano, después me miró y sonrió.
-¿Qué es todo esto?-Rodé los ojos y deje las bolsas caer al suelo.
-Escuchame Guillermo.-
-¿Tú lo has hecho toda esta semana?-negó.
-Vamos Guille -Suspiró.-Bueno, ¿Ves todos esos globos?-Asentí.-Correcto, hay globos de todos colores, un ejemplo es el rojo, azul, rosa, amarillo, blanco, naranja entre otros, también hay verdes y morados, pero estos dos colores son escasos, quiero que tomes uno por uno, un verde y un morado y así hasta que llegues a este.-Señaló uno que estaba cerca de la escalera.
-Es una tontería, pero si así me vas a dejar.-Resoplé y tome el primero que era uno verde. Tenia algo escrito -¿Un hola?-El sonrió. Tome el siguiente este decía: -¿Cómo estás hoy en tu cumpleaños?- volví a tomar otro y leí en voz alta.-¿Sabes cuánto te amo? -Reí y miré a Samuel.
-¿No lo sabes?-Negué.-Te amo demasiado.
-Igual Samu. -Sentí mis mejillas arder. Seguí en mi misión y tome otro globo.-Guille, quiero hacerte una pregunta. -Leí.-¿cuál cariño?
-Toma el siguiente.-Tomé el último.-¿Quieres casarte conmigo?-Me preguntó, el globo decía esta pregunta. Samuel bajo los escalones y tomó mi mano que sostenía el globo, saco una caja aterciopelada de su bolsillo interior de su saco y abrió la pequeña caja; un hermoso anillo que no podía aceptar. No ahora.
No estaba entendiendo nada; esta quizá era una broma y para ser sincero la mejor que me han hecho, me la he creído toda. No podía aceptar, las razones eran muchas, mía sentimientos estaban revueltos como mi jodida vida; Samuel me confunde demasiado con sus cambios de humor. No me deja pensar con claridad
-Samuel.-Dije con miedo, inseguro de mi respuesta. No iba a aceptar; no podía aunque quisiera.
-¿Qué dices amor?-Lo miré, sus ojos brillaban hermoso, me sentí decepcionado de mí. Alex y Frank estaban presentes y mis miedos aumentaron.
-Lo siento, no puedo.-Me solté de su mano; retrocedí y salí de la casa haciendo a un lado a Alex y a Frank.
No me podía hacer esto, no ahora. Necesitaba tiempo, necesitaba pensar mi Repuesta, necesitaba relajarme y aclarar mis sentimientos. No es que no los tenga, solo que Samuel hace que me confunda cada dos por tres.
No diría Sí. No ahora.
No hoy.
