•Pelea de amigos •
Me desperté. Mis ojos estaban hinchados y mi cabeza dolía. ¿Fui capaz de convencer a Samuél? Ni yo me lo creía.
-Chiqui. -Entro por la puerta blanca Samuél con una enorme sonrisa y una charola con comida.-Te he traído el desayuno, he decidido leventarme temprano para prepararte esto; yo no se del todo cocinar, nunca lo he hecho, pero poco a poco iré aprendiendo. Lo haré por ti, por empezar desde cero.-¡Wow! ¿Este era Samuél? ¿El que me había ido a recoger a aquel mugroso lugar y me había traído aquí? ¿La persona seria que no cruzaba palabras conmigo? ¿Enserio? Bueno, muchas preguntas.
-¡Wow, gracias...-Dije "impresionado" aunque si lo estaba, pero algo que me dijo Alex es no mostrar interés, al menos no mucho.-Daddy!-Terminé.
-¡Venga, pruebalo!-Agarre un poco de pan tostado y lo junte con el huevo que estaba en mi plato. Di un bocado; en realidad no sabia tan mal.
-Sabe bien.-Dije.
-Me alegra que te guste, se que te dije que te llevaría a comer pero preferí hacerte algo yo, más tarde iremos por lo que quieras para decorar este cuarto, ¿Vale?
-Vale, Daddy.
-Bien, termina de comer, iré a la cocina a ordenar el tiradero.-Se paro de la cama y bajo.
Hice un buen trabajo con lo que me dijo Alex; había vuelto mansito a Samuél.
...
Estaba aburrido y no sabia que hacer. Ví toda la habitación y cheque que fue lo que le faltaba, aparte de color y algunas cosas para adornarla.
-He regresado.-Dijo Samuél entrando.
-Me aburro daddy.-Hice un puchero.
-Bien, vamos a comprar todo lo que necesites y todo lo que quieras, Chiqui.-¡Venga!
-Vale, esta bien Daddy.-Dije haciendo parecer no tener interés.
Me pare de la cama y revise el closet de Samuél. Dentro, había muchas camisas de botones, y a mi no me gustaban de esas.
-Ponte una, no tienes ropa.-Dijo.
Agarré una de las tantas que había en el armario y saque una color verde pastel; muy bonita por cierto, un pantalón negro con rayas verdes. Me encanta el color verde.
-¿Listo?-Preguntó cuando se estaba poniendo sus tenis negros. Iba vestido como si fuera a hacer deporte. Una camisa gris que le quedaba apretada dejando a la vista su musculatura; un pantalón gris holgado y sus tenis color negros.
-Listo.-Contesté al terminar de amarrar la corbata negra.
-¿Vas muy elegante como para ir a comprar, no?
-Daddy, usted va como si fuera a hacer deporte. Claro, como yo no tengo ropa.-Avancé hacia él. -Pero hoy me va a consentir, ¿No?
-Claro que sí. -Me agarro y me acerco demasiado a él.
-Se nos hace tarde,-Suspiré al sentir nuestros alientos juntos.-daddy.
-Tienes razón, Chiqui.-Me apartó de él y camino hacia la puerta.
-Si anteriormente me iba a besar, ahora lo va a hacer.-Comenté agarrándolo del brazo izquierdo acercándolo a mi dándonos un casto beso.
Nos miramos un momento y después rompí el silencio.-Ahora sí, es momento de irnos.Me encamine a la puerta y salí del cuarto.
....
-¿Has visto este televisor? ¡Es gigante Daddy!-Mis ojos brillaban ante aquella maravilla.