• Promesas •
Narra Samuél.
Después de dos semanas, Habíamos regresado de viaje.
Me encantó las tardes que pasamos juntos. Las noches viendo películas, dándonos palomitas, las mañanas de desayuno juntos y las tardes viendo las maravillosa puesta de sol y viendo salir a la luna, el agua azul. Y yo, viéndolo a él. Su hermosa sonrisa, sus mejillas sonrojadas, su falta de respirar al notar que lo veía y sonreía. Sus ojos achinados que se volvían más al sonreír. Su cuerpo, su manos, mi manera de querer descubrir lo que pasa por su cabeza. Su mirada pensativa, su mirada pesada y de cansancio, su mirada de felicidad, sus ojos brillantes.
La manera en la que me dirigía palabra, su semblante feliz y triste.En pocas palabras él.
¿Que me había hecho este chico? ¿Como fue que me enamoré de él? ¿De un simple "juguete"?
A mi nunca me agrado tratar a las personas como un juguete, pero tampoco los iba a tratar más de lo que se merecen. Pero en esta ocasión, Guillermo merece ser tratado, más que yo.
-¿Qué vamos a comer hoy?-Decía mientras abría la nevera y la parte de abajo de esta, revisaba cada una de las cosas que había.
-Lo que quieras.-Me senté en un banco que estaba por fuera de la cocina, me apoye en una barra y puse mi cabeza en la mano derecha. Me gustaba apreciar cada movimiento de Guillermo.
-¿Estas bien, daddy?-Se acercó a mí, me miro fijamente y con una mano hizo un movimiento de un lado a otro tratando de que reaccionará.
-¿Por qué eres tan lindo?-Pregunté.
-No soy lindo, mirame ¿A quién le parece lindo estos ojos pequeños y feos, este cuerpo delgado? parezco anoréxico, tengo más pechos que una adolescente.-Señalo sus pectorales. Yo lo mire y Sonreí ampliamente.
-Aunque no lo creas.-Entre a la cocina y fui a donde Guillermo, lo agarre de la cintura y lo pegue a mí. -A mi me encantan.-Sonreí pícaro. Él se limito a sonreír y me alejo de él.-¿Pasa algo?
-Tengo miedo.-Dijo casi para él. Agacho la mirada y puso sus manos a medida que quedaron cerca de su pecho. Se movía nervioso.
-¿De que?-Pregunte desconcertado.
-De que me dejes de nuevo, de que me digas que te has hartado de mí y de que encuentres a otra persona mejor que yo.-Alzo un poco la mirada.
-¿Que dices pequeño?-Fui hacia el y lo agarre de los dos hombros.-Mirame, son las palabras más sinceras que te podría decir.-Agarre su barbilla e hice que alzara su mirada.-Te amo, hoy, mañana y siempre. No quiero estar con otra persona que no seas tú, quiero estar contigo, en las buenas y en las malas, tú eres mi motivación de todos los días. Por ti soy feliz. Por ti Guillermo Díaz. -Sonrió.
-Pero estoy seguro que no te hago feliz.
-Pero Guillermo, yo estoy seguro que si me haces, más que feliz, más que cualquier mujer lo haría.-Sonreí y le di un beso en la frente.-Te amo-Me acerque más y lo bese en sus dulces labios.
-¿Me prometes que nunca me dejaras de amar y que siempre estarás a mi lado?
-Te lo prometo.
-¿También prometes nunca hacerme daño?
-Claro que te lo prometo, sabes que a ti nunca te dañare, jamás haré algo que tú no quieras que haga.
...