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•|Rehacer la boda|•

Samuél.

El dulce placer de volver a tocar la banqueta con los pies; el dulce placer de volver a caminar, de sentirte vivo, sentirte como cualquier persona.

Hace unos minutos me habían quitados los insoportables yesos que me impedían caminar; ahora estaba a un lado de Guillermo, caminando por las banquetas solitarias.

Se sentía el olor a flores, se veían las flores caer de aquellos árboles; estos poco a poco quedaban solos, sin algo que los decorara como es de costumbre.

El invierno se acercaba y junto a ello nuestra boda.

—Ahora que no tengo yesos—Dije saltando en frente de él.—Nos podemos casar Guillermo Díaz.—Sonreí.

—Ya no se que es lo que quiero.-Suspiró y me apartó del camino—Ya no se si quiero casarme como lo habíamos planeado.—Se adelantó.

—Pero si casarnos es nuestro sueño Guillermo—Me puse enfrente de él y lo tome de las manos.—Yo me quiero casar como lo habíamos planeado; seria algo hermoso y lo sabes.

—Que sí—Se sentó a una banca del parque.—Pero me da miedo que salga otro imprevisto como el de hace unos días y ya no podamos casarnos.—Me miro y tomo mi mano—Yo me quiero casar, pero el temor invade mi cuerpo.

—No hay nada que temer Chiqui. ¿Confirmamos?

—¡Confirmamos!-Dijo feliz.

Mirábamos aquel hermoso paisaje que la naturaleza nos regalaba; estábamos en silencio, pero no era ese silencio incómodo, al contrario. Una que otra vez veía a Guillermo mirar efusivo las flores caer de aquel árbol de flores.

Una flor cayó en medio de nosotros, bajamos la mirada y luego la subimos, nuestras miradas chocaron provocando una sonrisa.

—Una flor—Tome la flor color rosa—Para otra flor—Sonreímos.

Me encantaba ver su sonrisa; tan grande y hermosa como siempre, hacia que sus pequeños ojos alargados se hicieran aún más pequeños.

—Me encantas —Me acerque a él, lo suficiente como para darle un beso de pico.

Corrí hacia aquel árbol que desprendía muchas flores; recolecte unas cuantas hasta hacerlas un ramo.

—Guillermo Díaz—Me arrodille y alce el ramo—¿Se quiere casar usted conmigo?—Cubrió su boca y dejo escapar un chillido.

—¡Tonto! ¡Que si! —Dijo feliz. Le di el ramo el lo abrace.

Podría estar toda la vida así con él, también podría estar toda la vida protegiéndolo para que nadie lo dañará; se ve y es tan frágil.

...

Llegamos a casa un poco congelados; las noches se ponen frías, y aunque entremos en calor se sigue sintiendo ese fresco entrar por la ventana.

Llame a mi organizadora del evento para reafirmar le que la boda se volvería a hacer en cinco días; todo sería renovado al igual que el traje y las invitaciones.

Estuve conversando algunos detalles que serian removidos y otros que se meterían con Guillermo; él es tan especial con algunos detalles que hasta tuve que darle el móvil para que el se las arreglara con la señorita.

—Listo—Me entrego el teléfono —Las invitaciones las traerán mañana y tú las volverás a entregar. Quiero ir personalmente con mi mamá para entregarle la invitación e iras tú conmigo.—Me señalo e hice un puchero.

《✘DADDY✘║WIGETTA║TERMINADA║》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora