De noche, con la luna como única luz para los caminantes noctámbulos, una silueta oscura recorre saltando las calles de la Nación del Fuego, observa detenidamente cada ventana, a cada persona que pasaba caminando. No perdía ningún detalle. Vio a una persona nerviosa, la reconoció "Te doy miedo, bien, deberías temerme" sonrío antes de saltar hacía su dirección.
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"No era tan malo, podría ser peor" pensó Dalí_en mientras martilleaba el metal que seria una espada, ciertamente cuando su padre dijo que entraría al negocio familiar pensó que sería a lo administrativo, nunca ni por un momento creyó que su padre lo pondría como aprendiz de armero, - Así fue como yo inicie y así es como iniciaras tu - fueron sus palabras, no podía contradecirlo, jamás podía. Ciertamente su padre llegó de la capital a Shu_Jing con la esperanza de progresar en la Guerra, que en esos momentos apenas estaba comenzando, pero debido a su débil salud no le permitieron entrar al ejercito. Incapaz de enlistarse comenzó a practicar la técnica de la espada por su cuenta, era pésimo, pero las espadas que el hacia para sí mismo eran más ligeras, más filosas y más elegantes, tanto que el herrero de la región lo tomo como aprendiz y después lo casó con su hija, todo arreglado para dejarle la herrería.
Dalí_ en sumergió el metal dentro del agua, parecía un palo totalmente machacado a golpes y torcido, debía mejorar, reviso la presencia de personas, estaba sólo, todos se habían retirado para comer en el restaurante cercano, tomo posición de combate y comenzó a blandir la "espada", su técnica era excelente, era ligera, le faltaba filo, pero su velocidad era buena, "que mejor para catar una espada que practicar" pensaba cuando sintió un liquido frío dio a parar a su cuello. Eso lo desconcertó, no había nadie cerca, no había goteras, ni siquiera estaba lloviendo. Escucho brevemente un ruido y de inmediato apunto la "espada" hacia el sospechoso que no emitió ningún ruido, era Cheng, estaba paralizada, sosteniendo una bandeja con comida, parecía que quería decir algo pero se encontraba aterrada. - Lo lamento - dijo el chico mientras retiraba el pedazo de metal con el que amenazaba a la joven - Tran... tra... tranquilo, Joven Dalí_en, me encuentro bi, bi, bien - contestó con dificultad y tratando de recobrar la calma dio una fuerte inhalación - ¿Qué haces? - - le traje la comida - - no, ¿qué haces aquí? eres diferente, ¿el señor Li infiltraba enemigos ¿Cómo puedo estar seguro que no eres una espía del Reino Tierra? - - No puedes - respondió la chica sin dudarlo ni un sólo segundo, esto impacto al muchacho - pero te puedo asegurar que no soy ninguna espía del Reino Tierra, me ofende que usted crea que yo formo parte de esta locura ¡perdí a mi familia a causa de esta guerra, lo ultimo que haría es formar parte de ella! - dijo la ojos azules con lagrimas en los mismos, estas sólo lograban darle brillo a sus ojos que en ese preciso instante no eran otra cosa sino hermosos zafiros para los ojos del rubio. La ofendida chica dejó la bandeja en una mesa cercana y se fue corriendo.
La joven chica se encontraba en su cuarto secando las lagrimas, eso había sido humillante y estúpido, había gritado al hijo de su nuevo jefe, si el decía algo podrían echarla de la casa, nadie más quiso aceptarla en su casa cuando arrestaron al señor Li, al igual que el Dali_en todos la creían una enemiga, sólo el señor Yé la recibió, era intimidante pero confió en ella y eso era lo que le importaba. Si él la corría no tendría donde vivir, ¿Qué haría, qué diría? - Lo lamento - escuchó la chica una voz proveniente de la ventana que se encontraba al poniente de la habitación. Dalí_en se encontraba fuera de la casa, sosteniéndose del marco de la ventana, del segundo piso, mirando fijamente a la triste chica - lamento haber dudado de ti, veras, no es que... estamos en guerra y este poblado es uno de los más cercanos al Reino Tierra, yo... yo también perdí a mi madre, por culpa de unos espías del Reino Tierra, ni siquiera la conocí, lo que quiero decir es que... lo lamento y que entiendo lo que sientes... y yo... no volveré a dudar de ti ni hacerte recordar cosas tristes. Lo lamento ¿me perdonarías? - al terminar de hablar el chico extendió hacia Cheng un Lirio de Fuego mientras recurría a todas sus fuerzas para sostenerse con su otro brazo. Cuando la chica dirigió la mirada al joven para tomar la flor, vio al sol ocultarse tras el joven y como su cabello se iluminaba con los rayos de luz, su rostro, su cabello, era como otro sol - Mi sol - murmuro la chica al momento de tomar el Lirio. El chico al escuchar estas palabras se sonrojo y sin darse cuanta soltó la ventana.
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Fuego y Agua
FanfictionEL agua trae curación y vida... el fuego trae destrucción y dolor.... Por eso, no puedo amarte. Una historia en un AU de Ladydug basada en esta imagen.