FINAL, 2° parte

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La mano de la chica fue atravesada en menos de un instante por un veloz alfiler metálico, causando que ella soltará un grito que llenó de horror el corazón del rubio en ese momento -¡¡YO!! ¡¡YO ME RINDO!! ¡¡RENUNCIO!! ¡¡POR FAVOR!!- gritaba entre llanto la pequeña Cheng. Los espectadores subieron corriendo a vitorear al Mejor guerrero de la Nación del Fuego, la muchedumbre le impedía al rubio y al moreno encontrar a la herida Cheng. La mujer de cabellos largos era elevada por su público mientras la aclamaban y le entregaban su premio. No podía detener las lágrimas que salían de sus ojos, se tomó un instante para asegurarse que nadie la vería, con su otra mano levantó una burbuja de agua del tanque que había visto hacía algunos instantes para curar la mano herida; un pequeño alivio llegaba a la pelinegra al momento que el agua cerraba su herida. Miró su pie, estaba sangrando; con las dos manos repitió el mismo proceso. En el momento que se levantaba para irse sintió que era tomada del hombro, al girarse reconoció a la persona, trató de huir -Me debes un favor- -¡¿UN FAVOR?! ¡ATRAVESASTE MI MANO!- -Shht, mano con la ibas a hacer Agua control, ¿tienes idea de lo que hubiera pasado si no te detengo?- -¿Eh? ¡No! ¡Usted está equivocada!- -Ven conmigo ¿o prefieres que le diga a todo el pueblo que eres una Maestra Agua? ¿Cómo crees que reaccionen?- La chica no opuso resistencia mientras la mujer la dirigía entre en gentío hasta una pequeña carroza, en la cual estaban las dos gemelas -¡¡¿QUÉ HACE ELLA AQUÍ?!!- -Va a curar a Li- -¡¡NO!! ¡NO DEJARÉ QUE LE PONGA UNA MANO A LI!- -¡¡LO!! ¡CÁllATE! Si va a curarla, no importa quien sea, ahora sal y trae más telas para limpiar la herida- la gemela salió corriendo cuando la mujer se colocó en la posición que ella tenía y le cubrió los ojos la chica herida -Hazlo-

-¡¡CHENG!!- -¡¡PRINCESA!!- gritaban el rubio y el moreno esperando una respuesta, nada. En el momento que sostuvo en sus manos el premió monetario, la mujer ganadora escapó saltando sobre la cabeza de los espectadores, saliendo de su vista. La imagen de la pelinegra bañada en lágrimas no abandonaba la cabeza del rubio, había peleado con ella, la había atacado y le había ganado. Había peleado contra Ying_cheng, Ying_Cheng. No sabía cómo sentirse con su regreso, él quería mucho a Ying_Cheng, siempre había estado ahí para él, cuando intentaba pensar en una madre pensaba en Ying_Cheng; Tao decía que ella lo cuidaba porque sentía culpa, ¿qué podía saber él sobre Ying_Cheng? si no convivía con ella como él, claro que agresiva, en los entrenamientos se volvía una persona por completo diferente que no dudaba en atacarlo con todo. Era muy exigente con las posiciones, era muy agresiva, era la mujer que había cuidado de él desde que tenía memoria, la que le había enseñado todo lo que sabía, no sólo pelear, sino también cualquier cosa sobre la vida -¿cómo te sientes?- -¿Cómo es que no quedó ni cicatriz- -No pienses en ello- -Lamento haberte hecho tanto daño- -Ya, ya, ya, olvidemos esto- -¡¡CHENG!!-

El rubio corrió hacia la chica que al verlo se escondió detrás de la mujer de cabellos largos -Adalí_en ¡mi niño! ¡Mira cómo has crecido!- -hola, maestra, pensé que habías decidido no volver- -Bien, me surgió algo que debía hacer aquí, pero sólo estaré poco tiempo- -¿qué haces con Cheng?- -Le pedí un favor- -¡Cheng! ¡¿Estás bien?!- la chica nombrada desvió la mirada del rubio escondiendo su rostro dentro de la carroza -Tao y yo estábamos muy preocupados, Cheng ¿Cheng?- -Está bien, ella está bien, ¿dijiste Tao? ¿Tao Shu_jing? ¿El hijo de Shu_jing?- -¿eh? sí- -¿podrías traerlo? necesito verlo- -¿lo traigo?- -no, mejor llevaló a casa, también tengo que hablar con Yé- -te extrañe- - y yo a tí, mi pequeño Adalí_en- -¿Cheng? Hablaré contigo en casa- dijo el rubio al momento de dirigirse en búsqueda del moreno -¿conoces a Adalí_en?- preguntó la mujer a la chica tras ella que limitó a asentir con la mirada baja -¿sabía que participarías en la demostración?- negó sin levantar la mirada -ya veo, ¿qué relación tienes con Adalí_en?- -hago la comida y la limpieza de su casa- -um, así que Yé encontró quien me sustituyera- -¿eh?- -así que supongo que vives con él ¿no?- -ah, sí, así es- -bien, vamos-

Fuego y AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora