"Bien, bien, ahora ¿hacía donde?" Pensaba la joven mientras removía los papeles en sus manos, estaban revueltos los mapas con las recetas, entendía que le diera varias recetas, más de la Nación del Fuego, ya que trató de no repetir las que ella conocía, sin embargo, la cantidad de mapas era enorme, había de todos los pisos de la mansión, además de unos extras que no sabía de donde eran.
¿Por qué Mipung le había dado mapas extra? Tal vez si estaba loca. Siete puertas a la izquierda, llegaría a un cuarto con un balcón con vista del dojo donde podría verlos sin que nadie se diera cuenta, se suponía que había venido con el propósito de aprender a cocinar, entonces, ¿Por qué iba a espiar un entrenamiento de fuego control? ¿Sólo porque una señora que acaba de conocer decía que lo hiciera? No había algo más, algo que no sabía que era, pero era lo mismo que la había hecho aceptar la protección del señor Li y vivir bajo el techo del señor Yé, ambos parte de la nación que le arrebato todo, hogar, familia, cultura, incluso su identidad. Tal vez era lo que dijo la señora Mipung era correcto, tal vez era resignación, estar en un campo minado donde cualquier movimiento significaría la muerte inmediata, miedo a quemarse al mínimo error. Tenía razón, la mujer loca encerrada en una lujosa mansión tenía razón, debía aprender a defenderse, pero era muy torpe, sus padres querían que ella se salvara, que viviera, debía honrar el último deseo de ellos, manteniéndose con vida como fuera, a cualquier precio. La joven Cheng entró en la habitación, se dirigió al balcón, bueno, al menos los mapas están bien, ciertamente se veía todo el dojo.
Era cierto, parecía que su cabeza se estaba quemando. Cuando Cheng llego al balcón logró ver todo el dojo, también lo veía a él, Dalí_en, estaba junto al joven con quien jugó PaiSho, Tao; ambos tenían posiciones de combate, sus ojos reflejaban concentración absoluta, parecía que estaban haciendo una especie de danza con bloqueos, golpes y patadas al aire, era diferente a los maestros agua del norte, con ellos hacían movimientos fluidos, constantes; los movimientos que ellos hacían eran rápidos, firmes y cortantes. Cuando terminaban saludaban al mismo tiempo a Shu_jing y volvían a comenzar, iniciaban en un extremo del dojo, poco a poco se separaban para después volverse a juntar al otro extremo del dojo no tenía sentido. Sin embargo, no podía parar de mirar, la mirada llena de determinación de Dalí_en, tenía algo, algo que la hipnotizaba, algo que hacía que la sangre en su interior hirviera y su corazón latiera a más de mil por hora, ¿los maestros fuego podían hacer eso? Shu_jing los llamó, al parecer les dijo algo y regresaron a sus posiciones. Ambos se miraron antes de comenzar y asintieron, iniciaron como antes, pero, con el puñetazo del segundo movimiento lanzaron una ráfaga de fuego. Cientos de recuerdos regresaron a la mente de la joven, el bosque quemándose, personas asfixiándose, gritando, suplicando que pararan, y risas despiadadas, el miedo recorrió su cuerpo, luego volteó a hacia Dali_én parecía que estaba ardiendo en llamas, tenía que hacer algo, tenía que ayudarlo.
Dalí_en y Tao estaban concentrados con la formación de fuego, esta vez tenía que salirles bien si querían pasar a la siguiente técnica, habían empezado bien, hasta que, en el primer puño de fuego, escucharon un grito corto seguido de una gran cantidad de agua de la nada que empapó por completo al joven rubio, junto con el suelo de dojo, haciéndolo resbalar. Al ver al rubio empapado Tao soltó fuertes carcajadas sin parar, en cambio, el señor que supervisaba dirigió su vista en la dirección de donde se origino el agua. Al recuperarse de la impresión el rubio mojado hizo lo mismo que su maestro, ahí estaba ella - ¡CHENG! ¿QUÉ HACES ALLA ARRIBA? ¿Por qué me mojas? – le gritó enojado a la chica en el balcón con el brazo alzado, ella tenía una mirada perdida en su rostro pálido. Al escuchar su nombre, la pelinegra salió del trance, volteó hacía los maestros fuego, aparecía aterrada, recobró la tranquilidad demasiado tarde, todos en el dojo habían visto su reacción – Ven pequeña, baja, necesito habar contigo -
- ¿Puedo saber por qué mojaste a Dalí_en? - - Si, yo también quisiera saberlo - - B, bu, bueno es que - - Es mi culpa padre, yo le dije que la cabeza de Dalí_en parecía por su color, que se estaba quemando, esa imagen mental, más, el fuego control, sólo la asustaron - - ¿eso es cierto pequeña? - -S, si, un poco – el joven Dalí_en estaba enojado, no con la pelinegra por mojarlo, sino con el joven moreno que disfrutaba de burlarse de él. Era más que claro que le había dicho eso con la intención de que lo mojará como él lo había hecho anteriormente. – ¿no se supone que estarías en la cocina? – preguntó el rubio a la joven mientras se quitaba la parte superior de su ropa y la exprimía, la chica se giró para responderle, pero quedó enmudecida al ver las gotas de agua escurriendo por su piel desnuda, su rostro enrojecido delataba sus emociones, por suerte para ella el joven Dalí_en estaba más concentrado en exprimir su ropa que en ver a la muchacha, no así el joven moreno que con un toque de desagrado la llamó para que volviera en sí – Si, si, yo de hecho iba a la cocina, pero me perdí y llegue con la señora Mipung que - - ¿Quién es la señora Mupung? – preguntó confundido rubio – ¿es una de las sirvientas? – tanto el señor como el joven moreno se miraron fijamente, había hablado con ella. El señor le hizo una seña a Dalí_en para que se calmara y dijo – mira pequeña, mi mujer se llama Qïzí no está muy bien desde que perdió a uno de nuestros hijos, Mipung era su nombre, su perdida la afecto bastante, tanto, que perdió la razón; ahora hace y dice cosas que no tienen nada de sentido, no puedes tomar nada de lo que ella dice enserio, ella no está bien - ambos chicos escucharon con atención las palabras del señor de la casa, la joven Cheng se sentía culpable por haber causado esa incómoda situación y Dalí_en por haber preguntado por el nombre. A pesar de lo incomodo que se había vuelto el momento, el señor Shu_jing y su hijo respiraban tranquilidad al percibir la culpa que sentían los chicos. – Tranquila pequeña, no lo sabías regresemos al entrenamiento, Dalí_en, usas mucha fuerza en tus puños de fuego, el fuego no es ira ni fuerza, si alimentas tu fuego control con ellas sólo causaras dolor y destrucción, respira, calma tu ser, como el sol, que nos ilumina y llena de calidez - - si, como tu cabeza, pelos quemados – el joven nombrado dirigió una mirada llena de ira a su compañero, si se pudiera hacer fuego control con los ojos el ya se estaría quemando - no te dejes que te domine la ira Dalí_en, toma posición para respirar, cálmate en lo que regreso - - ¿A dónde va señor Shu_jing? - - voy a acompañar a la señorita a la cocina, Tao se quedara a vigilar tu respiración ah, y Tao, no lo molestes, ¿vamos pequeña? -
La pequeña se sentía incomoda al caminar al lado de una persona tan seria, su expresión era intimidante, además del hecho que era claro que era un gran maestro - ¿sabes lo peligroso que es para ti hacer agua control en esta nación? – la pelinegra quedo impactada ante las palabras de Shu_jing, su rostro empalideció rápidamente, poco a poco retrocedía – Es claro que tienes un problema con el fuego, algo problemático en la Nación del Fuego, mira, no sé qué te dijo Mipung pero no te hare daño, no quiero más sangre de inocentes en mi conciencia - - ¿Qué Mipung no era su hija muerta? - - Mira pequeña, trato de que, a pesar del origen de su madre mis hijos tengan una vida normal ¿crees que si saben que podrían ser maestros aire estarán tranquilos? ¿Aquí? ¿En la nación del ejercito que aniquilo al pueblo de su madre? Estarían como tú, asustados de todas las personas, cuidando cada palabra, cada movimiento ¿crees que quiero eso para ellos? Por Tao no me preocupo, es maestro fuego, Dalí_en también, a pesar de que sus padres no son maestros, ellos estarán bien, pero Mai o mi bebe, mi esposa ha estado intentando hacer volar al bebe ¿qué pasa si logra volar? ¿Podría ser el avatar? - - No creo que sea el avatar - - Yo tampoco, pero eso no importa, el Señor del fuego Sozin no correrá ningún riesgo tienes que hacer algo con tu agua control - - lo sé señor, pero - - Mipung te dijo que trataras de aprender fuego control ¿cierto? No me gustaría admitirlo, pero, si está algo loca, estar encerrada no le hace bien a un espíritu libre como ella, a pesar de eso, no puedo arriesgarme a que la historia se repita - - ¿se refiere al espíritu Azul? - - ¿te habló del espíritu azul? ¿Qué te dijo?- - que era como nosotras, que confiaban en él y que quería venganza - - ¿sólo eso? - - Si - - bueno, veo que aun entiende de discreción, ¿quieres un concejo? Jamás menciones al espíritu azul en la casa de Yé, jamás - - ¿por - - ¡Jamás! Si quieres vivir en esa casa, jamás mencionaras al espíritu azul. Ven, creo que tenía unos pergaminos de maestros agua por mi armería personal -
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Fuego y Agua
FanfictionEL agua trae curación y vida... el fuego trae destrucción y dolor.... Por eso, no puedo amarte. Una historia en un AU de Ladydug basada en esta imagen.