Día 25: Ningun lector da indicios de sospechar el mensaje (no tan) oculto dentro de los tres capitulos del pasado de Ying. Empiezo a creer que no lo coloque tan a la vista como creía. Atte: Mon.
El lagarto corría tras el ave que volaba sin descanzo -¡¿No puede ir más rápido este animal?!- Gritó el rubio que estaba sujetado de la mujer que jineteaba al animal -¡Los lagartos mangosta no nacieron para ser montados por una persona! ¡¡Menos por dos!! ¡Así que! ¡¡Silencio!! Trato seguir a Plagg- contestó la mujer que trataba de no perder de su vista al gato_búho. El animal volaba sin fijarse si los dos lo seguían, mientras, el rubio dudaba si ese gato_búho sabía exactamente dónde estaba Cheng. De la nada, la mujer detuvo al reptil causando que el rubio se golpeara contra la espalda de ella -¿Ya llegamos?- -No. Está volando en circulos. Perdió el rastro- El chico realizó una mueca al ver que la mujer silvaba para traer de vuelta al felino. Mientras la mujer sacaba una pequeña flor de metal rojo para que el animal la oliera, el joven intentaba revisar el amarre que el reptil tenía en su hocico. Tenían la fortuna de haberse topado con ese animal antes de perder la vista al gato_búho. La forma en que su maestra logró domar ese animal para montarlo, había sido asombrosa y la recordaría por siempre, pero sentía que estaban perdiendo el tiempo.
La mujer entendió los pensamientos del rubio al verlo e intentando consolarlo le dijo -Plagg, al igual que el lagarto mangosta, ahora está cumpliendo una tarea para la que no nacio; pero es lo que tenemos. Plagg siempre encuentra su objetivo, no importa lo que tarde- -Que tarde es lo que me preocupa- La mujer se acercó al chico y, al colocar su rostro frente a él, le reclamó -Da gracias que tenemos a la lagartija; si tuvieramos que valernos por nosotros mismos, tendríamos que llamar a Plagg cada vez que lo perdieramos. Creeme, eso es tardado- Después de un tiempo oliendo la flor metálica, el gato_búho movio inquieto sus alas y la mujer levantó su brazo para que el ave alzara el vuelo. La mujer envolvió el adorno y aprisa montó al reptil junto al muchacho -¿De dónde salió esa flor?- Sin perder la concentración en su tarea, la mujer contestó con voz seca -Era mío; se lo dí cuando empeze a entrenarla. Me dijo que le gustaban los lirios de fuego, y bueno, hace tiempo que dejó de traerme recuerdos agradables- Recuerdos agradables. El joven miró a la criatura que los estaba guiando; era la primera vez que veía a un gato_búho y ni siquiera estaba emosionado. Desde que tenía memoría, había tenido sueños con un animal igual a ese y ni siquiera se le ocurría preguntar de dónde lo sacó; algo le decía que no volvería a tener la oportunidad -¿De dónde salió ese gato_búho?- -Del Reino Tierra- -Eso no, ¿Cómo lo conseguiste?- -No lo sé, era de Midori; y no más preguntas, pierdo la concentración-
La luz del crepusculo cubría a los viajeros que no se detenían por nada, hasta que se detuvieron. El ave regresaba de su trayecto -¿Qué hace?- -Vuelve- -Lo estoy viendo ¿Por qué?- -Fue entrenado para regresar sin ser visto al encontrar su objetivo- -¿Ya llegamos?- Dalí_en trató de ver el rostro de su maestra que no respondía. Su cara estaba tan pálida que parecía carente de vida, su expresión mostraba un miedo que jamás vio en ella y su mente estaba tan perdida que las palabras no llegaban a ella. El joven dirigio su mirada al mismo punto al que la mujer estaba observando, estaba una construcción metálica, roderada de cientos de guardias; entrar sería imposible -¿Maestra?- La mujer respiró profundo mientras colocaba su mano sobre su pecho tratando de calmar su corazón -¿Adalí_en?- -¿Cómo vamos a entrar?- La mujer miró al chico recobrando su aire de seriedad -Yo no voy a entrar- El chico se asustó por dentro ante sus palabras. La mujer dirigió al reptil a un lugar aparentemente desconocido, amarró al animal a un árbol cercano y pisó con firmesa la tierra. Con un rápido movimiento de sus brazos, el suelo se abrió mostrando un pasillo de tierra -Lleva al centro de la prisión; una vez ahí, lo que hagas será tu decisión- El joven estaba por entrar cuando la mujer lo tomó de los hombros y lo miró fijo a los ojos -Eschuchame, y escuchame con cuidado. Saca a Cheng, sólo a Cheng; a nadie más. No conoces a nadie ahí, no sabes cómo son o lo que hicieron por estar ahí. A nadie más ¿De acuerdo?- El joven asintió y saltó a dentro del tunel. Al quedarse sola, la mujer miró al reptil y al acariciarlo, dijo -Te llamaré Fang-
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Fuego y Agua
FanfictionEL agua trae curación y vida... el fuego trae destrucción y dolor.... Por eso, no puedo amarte. Una historia en un AU de Ladydug basada en esta imagen.