Afuera

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Los ojos de la mujer estaban helados, no mostraban emoción alguna. Los dos jóvenes veían confundidos el comportamiento de la mujer que los había entrenado -Mi niño, te dije que no conoces a las personas de ahí, no sabes lo que hicieron para estar ahí. Algunas personas deben estar ahí, cómo esta, sobre todo esta persona- El dragón intentó interponerse entre las dos mujeres cuando la rubia dijo -Pequeña Ying ¿Por qué dejaste de visitarme? Te he extrañado- -Vuelve a tu celda, Midori- La mujer esbozó una sonrisa pequeña que reflejaba cariño sincero -Pequeña Ying, escuche que tu no ibas a venir ¿Por qué ese cambio?- La mujer intentó salir del agujero, a pesar de que estaba siendo a puntada por una filosa espada -Regresa, Midori, por el bien de todos- Sin perder su sonrisa y sus ojos encantadores, la mujer trató de tomar la espada de Ying entre sus manos -Ya lo entiendo; al fin lo entiendo, pequeña Ying. Todo lo que hiciste, incluso meterme aquí fue por el bien de la misión- -¿La misión?- Preguntó el enmascarado que seguía sin salir del oscuro túnel. Sin quitar si mirada de Midori, la maestra de ambos jóvenes, con una mano, expandió el orificio del agujero y dijo -Cheng, sácalo de ahí, tú, no te muevas-

La mujer tomó al chico del hombro -Mi niño ¿Fue así cómo le dijiste? ¿Es tu hijo?- -Suéltalo, Midori?- Había cambiado, aunque su posición, su mirada y su voz seguían igual; Cheng, Dalí_en y posiblemente Midori, percibieron que sus manos temblaban de forma casi imperceptible, pero temblaba; por ahí podía moverse -Es un chico talentoso ¿Cómo se llama?- -Suéltalo, Midori- -¿Quién es su padre?- -Suéltalo, Midori- Una sonrisa más grande se formó en el rostro de la rubia -¿No me digas que al final si te casaste con Ye?- La voz de la mujer perdía fuerza mientras continuaba diciendo -Suéltalo, Midori- -Tranquila, no me molesta; igual, nunca me importo ese fracasado inútil- El joven miró sorprendido las palabras que la mujer decía con total tranquilidad, la forma en que esa mujer se refería al hombre con el que se había casado, al hombre que era su padre -Suéltalo, Midori- -Es un chico talentoso, no te enojes con él por mi culpa, pequeña Ying- -¿Por tu culpa?- La maestra trató de reprimir una sonrisa retorcida e irónica -¿Qué es tan gracioso?- -¿Por tu culpa? Por tu culpa ese chico creció sin una madre, ¡No tienes ningún derecho a elogiarlo! ¡Ahora, suéltalo, Midori!- La mujer perdió su gentil sonrisa al mismo tiempo que el joven sintió que la mano en su hombro le estaba clavando sus uñas.

Todo pasó muy rápido para recordarlo con exactitud; a veces, la vida pasa tan rápido que ni siquiera nos da tiempo de comprender lo que está pasando, ni de reaccionar. En menos de un instante, la mujer le arrebató la espada al chico para atacarlo, al tiempo que una roca salió del túnel y la lanzó lejos del chico. A prisa, el joven intentó salir de túnel, sólo para ver a su madre y a su maestra peleando con furia en sus espadas. Su madre intentaba abrirse camino, el rubio se quitó la máscara para ver mejor la escena. Los ojos de la mujer rubia se abrieron como platos y perdieron todo su brillo -Tú, tú ¡¡Tú deberías de estar muerto!!- La maestra aprovechó el descuido de la mujer para derivarla y quitarle la espada. La rubia recargó su espalda contra el árbol más cercano al tiempo que el rubio preguntaba -¿Cómo que debería de estar muerto?- La maestra se mordió los mientras miraba a la madre del chico con ira -Me esforcé, de verdad me esforcé, me esforcé para que Adalí_en tuviera la mejor imagen posible de ti. Años y años hablándole lo mejor posible de ti, creando para él una imagen que él pudiera amar de su madre y, en menos de unos segundos, tú intentas matarlo ¿Qué no aprendiste nada de la primera vez?-

La maestra miró la posición de la luna y sin despegar su espada del cuello de la mujer les dijo a los jóvenes -Tomen a Fang y váyanse- -¿Fang?- -Pero, maestra- -¡¡Eh dicho que tomen al lagarto y se vayan!! ¡En cualquier momento va a amanecer! ¡Y los guardias van a hacer la revisión matutina! Se van a dar cuenta que faltan reos y van a alertar a toda la prisión, lo primero que harán será revisar los alrededores. Para cuando eso ocurra ustedes deben estar lo más lejos posible de aquí- -Pero, ¿Qué va a pasar contigo?- -Si de verdad quieres ayudar a Cheng, no debes pensar en mí, yo me quedaré a cuidar a esta mujer ¡¡Ahora váyanse!!- El chico fue corriendo hacia el lagarto mangosta para derramarlo e indicarle a la pelinegra que fuera con él. Ambos desaparecieron de la vista de ambas mujeres en poco tiempo -Estás consciente que si te quedas van a descubrir que eres una espía- -No me importa- La mujer miró con ira al gritarle a su antigua alumna -¡¿Vas a arruinar la misión por esos mocosos?!- -La misión se arruinó en el preciso instante en el que dejaste que te dominaran tus impulsos, Midori- -¡Y todo porque tú querías proteger al hijo de tu amado Yé!- La mujer que sostenía la espada empezó a reír de forma preocupante -Ja, ja, ja. ¿Tú de verdad crees que hice todo eso por Yé? ¿Es enserio?-

La rubia veía con confusión y miedo las risas descontroladas de su antigua alumna -Ja, ja. Por Yé, ja, ja, yo me sentía atraída por Yé, no lo niego; pero lo hubiera matado si tu me lo hubieras ordenado- -¡¿Entonces por qué no lo hiciste esa noche?! ¡¿Por qué me atacaste a mí?!- -Por ti- La mujer miró confundida a la que traía la espada -Todo lo hice por ti, Midori; porque te amo, eres mi familia. Todo lo que hice, lo hice pensando que podría hacerte algún día feliz, pero nada funcionaba, nada, ni atacar a la Nación del fuego, ni matar a maestros fuego, ni siquiera llevarte a Yé- -Tú dijiste que él me había buscado- -Al principio, sí, el te buscó; pero yo sabía que tú nunca le ibas a dar oportunidad si yo no te hubiera mostrado el lirio, que por cierto, yo hice ¡Me esforcé! ¡De verdad me esforcé para que fueras feliz! Sólo quería verte feliz- La mujer miró horrorizada que las lágrimas brotaban de los ojos de la mujer que conocía desde era una niña -Nunca, ni antes, ni después, vi en tu rostro una sonrisa tan genuina cómo cuando tomaste entre tus brazos por primera vez a Adalí_en, y luego supiste que era maestro fuego-

Ying_Cheng cerró sus ojos un instante que la rubia aprovechó para intentar moverse, siendo inmediatamente bloqueada por la mujer -Ese día entendí que nunca serías feliz. Lo tenías todo para ser feliz, Midori; un hogar, un esposo que te amaba casi tanto como yo, tenías una familia de verdad ¡De verdad eras feliz! ¡De verdad amabas a Adalí_en!- -¡¡Yo jamás podría sentir algo que no sea odio y repulsión por un maestro fuego!!- -¡Ese es el problema! ¡Tú no puedes ser feliz! Midori ¡Tú no serás jamás feliz! ¡Adalí_en, sí! ¡Él puede llegar a ser feliz, tú no! Ellos pueden ser felices y por esa felicidad estoy dispuesta a lanzarme a mí misma a las brazas, quiero creer que si él llega a ser feliz, de alguna forma indirecta, tu serás feliz- -Estás loca- -Tal vez, es muy posible; viví criando al hijo de la persona que me crió a mí, eso confunde a cualquiera. Pensé que todos estos años te ayudarían a olvidar tu odio contra estas personas- -Yo nunca olvidaré los horrores que realizaron esos monstruos mientras viva, preferiría haber muerto que saber que esa criatura salió de mí- La expresión de la azabache se tornó fría y ambas manos sujetaron con fuerza la espada -Eso puede arreglarse-

Los dos jóvenes cabalgaban al reptil sin detenerse, los rayos del sol empezaban a verse por el horizonte, la chica abrazaba al rubio a través de su cintura sintiendo la respiración acelerada. El joven detuvo a Fang de forma repentina y se quedó mirando al vacio confundiendo a la chica -¿Pasa algo?- El chico reaccionó con sobresalto a su llamado -Yo, yo, yo necesito un descanso- Cheng deslizó sus brazos por los del rubio y recargó su cabeza en la espalda de él -Toma el tiempo que necesites- El chico tomó con suavidad las manos de la pelinegra y miró al lagarto mangosta junto al horizonte frente a él -Yo, yo, yo no sé qué hacer ahora- Cheng trató de mirar el rostro confundido de el joven rubio -Bien, podríamos ir a casa- -A casa-

49 076 palabras, según Word; 51 capítulos, según Wattpad; Infinidad de lecturas y comentarios; Fueron necesarios para terminar este fic. Sólo quiero agradecerles por haber llegado hasta aquí, puede que el fic haya terminado, pero eso no significa que la historia lo haga. No me canso de sorprenderme de lo largo que fue este fic, sólo iba a durar 10 capítulos. No soy fan de las historias largas, no suelo leer fics que duren más de 15 capítulos, creer que yo haya escrito uno de 51 me resulta muy difícil, pero lo hice. La principal razón que me movio ha hacerlo todo este tiempo, fueron ustedes; saber que ustedes estaban ahí esperando leer el siguiente capítulo. Una de las cosas que más odio de leer fics, es que muchos, inician interesantes, con potencial, pero al poco tiempo son abandonados, olvidados o no pasan del primer capítulo; no quería hacerle eso a ustedes

No es un "adios", es un "hasta pronto", si les gustó mi historia, por favor, pasense por mis otros fics, por favor. Puede que en algún futuro vuelvan a ver a Dalí_en y Cheng en modo de One_shot, o puede que haga un capítulo privado del día que Ying_Cheng delató a Midori, pero por ahora, esto es todo. Gracias

Fuego y AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora