Mismo error, diferente razón

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Fui a patinar ¡Sí! Pusieron en mi ciudad una pista de hielo, sólo puedes patinar media hora por turno; pero algo, es algo. Nunca había patinado en hielo, se siente horrible, ¿Cómo frenas con esas cosas? Fui de niñera de mi primita, es curioso como suelo ser muy infantil la mayor parte del tiempo, pero cuando alguien depende de mí, me vuelvo madura e intento darle confianza a los pequeños; no paso de intentar, porque también estaba aterrada. Antes de entrar mi hermanita decía que no dejaba de pensar en el Opening de Yuri on Ice, pero cuando salimos dijo que se sentía como Shaoran Li en el capítulo 33 de Sakura cardcaptor. ¿Ustedes saben patinar en hielo?

Fui de las últimas en entrar, porque regresaron a mi hermana y a mi primita al no apretarse los patines; después a otros niños también los regresaron, ¡y a una niña se le desataron en el hielo! alguien tenía que ayudarles.. ¿Dónde estaban sus padres? Ahhh, también habían unos niños malvados que, por lo que ví, ya sabían patinar y disfrutaban tumbar a las personas que no; una mocosa de unos 10 o 11 me llegó por la espalda y se burló de mí, mi hermana dice que mi gritó se escuchó por toda la plaza; creo que también tumbó a unos de los que estaban cuidando. Esa clase de chiquillos son unos malcriados y deberían de estar fichados para que no los dejaran entrar, son seres nosivos para la sociedad ¿Qué insinuan? ¡No estoy retrasando nada! Es más, comencemos...

No... no puedo... no quiero... pero, tengo. Es hora. Me he encariñado. No, no, no puedo seguir retrasando más este capítulo. Es hora. Sniff, sniff. Demos inicio

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Al fin.

La música se detuvo. La vista de todas las personas estaba en ella. No en ella. No ella. No había sido un error de sus ojos. La había visto. Todos la habían visto. Todos. Las personas no realizaban ningún movimiento, un solo movimiento rompería el trance. Dalí_en la había visto, su rostro reflejaba, ¿Asombro? ¿Miedo? ¿Confusión? ¿O un poco de todas? La castaña trataba de regular su respiración, a la vez que intentaba entender lo que estaba pasando mientras sentía el frío recorrer su cuerpo mojado. Los ojos azules se cerraban en el momento que ella se dio cuenta de lo que acababa de hacer; su respiración amenazaba por salirse de control; trató de recurrir a toda su fuerza interna para no salir corriendo, quería llorar.En un instante, las palabras de Ying_Cheng retumbaban en el interior de su cabeza "-Escúchame, y escúchame con cuidado. A partir de este momento, voy a entrenarte; sin embargo, si te quemas; escúchame bien, Cheng; si te quemas... arderás sola-" Los ojos azules se abrieron, respiró con fuerza y miró al rubio una última vez. Era momento de arder.

Ying_Cheng salió del cuarto de la princesa Ilah, y saludó a las gemelas -Es su turno, voy a dormir; no me molesten si no es una emergencia- -Sí, maestra- se alejó al momento de dirigirse a su cuarto. Al momento de ingresar a la habitación, el gato_búho se encontraba posado en el marco de la ventana. La mujer acaricio con cariño la cabeza del animal al hablar -¿Cómo estaban los niños cuando los dejaste?- el ave giró su cabeza hacia la mujer y voló hacia su hombro. El movimiento de animal hizo que ella torciera su cuello de forma que vio del otro lado de la playa una humareda. Al ver el humo a lo lejos, su boca empezó a retorcerse hasta formar una sonrisa; lentamente, la mujer pasaba de una sonrisa a una risa nerviosa hasta llegar a una carcajada que, al poco tiempo, fue acompañada de incontrolables lágrimas -Decisión equivocada-

Dalí_en sintió que había transcurrido una eternidad. Cuando Mai gritó con fuerza, ambos voltearon para ver que en la cabeza de la castaña ardía en llamas; de la nada, una gran cantidad de agua saltó hacia su rescate. Todo se volvió más lento, como si el mundo quisiera detenerse en ese momento. El agua no se había movido sola, a su lado estaba Cheng, con la mano levantada y los ojos abiertos reflejando horror. La pelinegra cerró los ojos despacio y se mordió los labios. Los ojos de la chica se abrieron en su dirección, húmedos, llenos de suplica y dolor, parecían pedir perdón. La expresión de la pelinegra se tornaba cada vez más agresiva, al tiempo que sus manos regresaban a su cintura y las alzaba con fuerza. La marea se elevó hasta el cielo y arrasó con todo el lugar -¡¡No me conoces!!- gritó con fuerza la pelinegra. Los maestros fuego lanzaron ráfagas evaporar el agua salada, otros jóvenes corrieron pidiendo ayuda a los que se encontraban. La maestra agua cristalizaba agotas para convertirlas en proyectiles que se dirigían hacia los soldados que se aproximaban a socorrer a los fiesteros afligidos.

El rubio veía como la pelinegra atacaba sin descanso a los maestros fuego que no dejaban de llegar; a cada instante que pasaba, su cansancio se hacía más evidente, su expresión mostraba miedo. No iba a ganar y lo sabía. Él rubio intentó caminar hacía ella; siendo atacado por la chica a la que se había declarado hacia unos instantes -¡¡No me conoces!! ¡¡NO ME CONOCES!!- gritaba la chica mientras concentraba toda su atención lanzarle un latigazo al rubio. En el momento que vieron que la maestra agua se distrajo, los soldados saltaron hacía ella y la azotaron contra el suelo, sin que dejara de gritar las mismas palabras -¡¡NO ME CONOCES!!- Mai veía paralizada como la persona que le había ayudado estaba siendo sometida. En cuanto logró liberar un brazo, la pelinegra lanzó un ataque hacia el rubio y la castaña. El rubio jaló del brazo a la morena -Vámonos- -¡Pero! ¡Cheng!- -Silencio, debemos irnos. No podemos ayudarla. Si nos quedamos, seguimos- Cheng cerró sus ojos al ver como los dos jóvenes se alejaban corriendo del lugar -Lo sabía-

Los dos jóvenes corrían a través del los árbolesdel bosque, las pisadas fueron frenadas por un gran golpe que derribó al rubio-¡¿CHENG?! ¡¿Dónde dejaron a Cheng?! ¿Qué paso?- pregunto alterada Ying_Cheng buscando a la nombrada en los alrededores. La castaña saltó alterada hacia la mujer que sintió la ropa mojada que traía -Ella, ella, ¡Sólo quería ayudarme! ¡Está problemas! ¡Necesita ayuda!--No- -¡Pero tú eres la mejor guerrera! ¡Es tu alumna! ¡¡DEBERÍAS DE AYUDARLA!!--¡¡No!! ¡No! ¡Yo se lo advertí! ¡Sí cometía el mismo error, yo no iba aayudarla! ¡Ahora su destino será el mismo que el de Midori!- el rubio que seguía en el suelo, se levantó de golpe y miró a la maestra -¿Quién es Midori?-

Fuego y AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora