Pai Sho

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- Este es el comedor todos comemos aquí, tú como invitada te sentaras aquí en esta parte, recuérdalo porque no te hare caso si se te olvida - Dijo la castaña alejándose del cuarto - esta es la cocina, je, creo que pasaras la mayor parte del tiempo aquí... la cocinera no le gusta que yo entre, bueno, después hablaremos con ella - - ¿Cómo se supone que practicare si no me deja entrar - - a mí no me deja entrar, no se a ti, andando - - ¿Qué hay en esa parte? - - ¿Cuál? ah, bueno, esa zona no es importante, es un dojo, es donde mi padre y mi hermano entrenan, nada importante - - pensé que tu padre estaba retirado - - mi padre si, pero Tao pronto será reclutado por el ejercito, al fin, es al hijo del gran Shu_jing - - tengo curiosidad ¿puedo ir? - - No, no tengo permitido ir a esa parte y tu tampoco - - ¿por qué? - - porque no quiero que la tengas - esta explicación dejó a la pelinegra decepcionada, pero nada podía hacer, no era su casa.

Era una casa grande, a pesar de tener un rato recorriendo la casa, no se habían topado con alguien más, según Mai, había mayordomos, sirvientas, su padre, su madre, su hermano mayor Tao y un hermano menor. Parecía una casa vacía, no se escuchaba ni in sólo ruido, no estaba segura de que alguien realmente viviera allí. Algo era seguro, era enorme, desde el momento que llegaron, por el amanecer, cuando Mai comenzó el recorrido hasta ahora no se habían detenido por un momento, según ella no llevaban gran parte, y eso que omitían las zonas que eran "prohibidas" que no eran pocas, cocina, cuarto de armas, dojo, cuarto de Tao, entre otras.

- ¿Qué edad tiene el señor Shu_jing? - - ¿por qué preguntas eso? criada - - bueno, Dalí_en dijo que su abuelo trabajaba para él y tu dices que es tu padre, pero eres como de mi edad - - mi padre era menor que el abuelo de Dalí_en, se casó después de dejar el ejercito, sin mencionar que soy la segunda, el mayor es Tao - - ¿podré conocerlo? - - ¿a quien? ¿a Tao? no lo creo, es más me sorprendería que vieras a alguien de mi familia, todos siempre están ocupados en sus cosas, Tao esta en su cuarto o entrenando, mi padre jamás sale de su estudio, a veces entrena a Tao en fuego control, mi madre no tiene permitido dejar su cuarto y debe cuidar a mi hermano menor que todavía es un bebe así que tampoco hace mucho. Yo por mi parte tampoco me gusta salir de mi cuarto, pero adoro las visitas de Dali_en, rompen con la rutina - - ¿nunca se ven? - - en la cena, quien no este se queda sin comer, así que ya sabes, no te vayas a perder o morirás de hambre -

Las dos chicas caminaron un poco más cuando llegaron a un cuarto con varios pergaminos, mesas y pinceles - este cuarto lo usamos para practicar pintura y escritura, mi padre dice - antes de que la castaña terminara la frase, una mujer entró corriendo, se veía agitada, le dijo algo al oído que sorprendió a la chica - espera aquí y no toques nada - le advirtió Mai al momento que salía acompañando a la mujer. Se había quedado sola, no sabía que hacer, así que decidió observar las pinturas, eran paisajes; el cuarto tenia una pared de papel, tal vez, se acercó y descubrió un seguro, era la entrada a un balcón. Con sólo abrirlas puertas del balcón se ilumino toda la habitación, se podía ver todo el pueblo desde ese cuarto. Observó todo lo que su vista le permitía ver, dirigió su vista al norte, ¿Qué tan lejos estaba? ¿podría algún día volver? no podía ver nada desde esa posición, su vista sólo alcanzaba la infinita pradera y los eternos ríos de esa región, debía olvidar cosas imposibles, era un caso perdido. Volvió su vista dentro del cuarto y reconoció algo en el centro de la sala, una mesa de Pai Sho.

"- ¿Quieres jugar? a veces el juego nos ayuda a superar heridas en el corazón, mantener la cabeza entretenida hace que uno pueda desarrollar mejores formas para superar problemas y puede que encuentres un amigo, ven pequeña, yo te enseño -" Cheng recordó las palabras que le dijo el señor Li, era un hombre amable, y fue encerrado por esa misma amabilidad, la Nación del Fuego era injusta con lo buenos hombres; no se merecía eso. Se sentó junto a la mesa como si fuera a jugar, cerró los ojos tratando de visualizar los movimientos que él le enseño.

- ¿Sabes jugar? - la chica se cayó de espaldas sorprendida al momento de escuchar la voz masculina, frente a ella estaba un joven varios años mayor, ligeramente moreno, ojos ámbar, ¿en qué momento? - pregunte si ¿sabes jugar? - el joven tranquilam...

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- ¿Sabes jugar? - la chica se cayó de espaldas sorprendida al momento de escuchar la voz masculina, frente a ella estaba un joven varios años mayor, ligeramente moreno, ojos ámbar, ¿en qué momento? - pregunte si ¿sabes jugar? - el joven tranquilamente sentado en la mesa repitió la pregunta, se encontraba acomodando las fichas - no, bueno si, si pero no muy bien, siempre pierdo, creo, ni siquiera se si pierdo o no - el comentario pareció causarle gracia al joven que soltó una breve risa - eres adorable, no tengo nadie con quien jugar, ¿Qué dices si jugamos a tu modo? yo te digo si ganaste o perdiste, vamos, invitados primero - termino señalando el tablero, la pequeña Cheng dudó un instante, después del lazó en su cintura sacó una pieza que colocó en el centro del tablero, el joven se sorprendió del movimiento de la chica pero con rapidez se recobro y también colocó una pieza. Mientras la pelinegra se demoraba pensando o recordando el siguiente movimiento el joven colocaba la ficha en segundos, repetían la secuencia hasta completar la figura - es raro que alguien conozca la formación del loto -

 Mientras la pelinegra se demoraba pensando o recordando el siguiente movimiento el joven colocaba la ficha en segundos, repetían la secuencia hasta completar la figura - es raro que alguien conozca la formación del loto -

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Fuego y AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora