Te prefiero a ti Cole Sprouse

Capítulo 8

Cuando llegue al hospital, la madre de Dylan estaba ahí con él.
Entre con cautela a la habitación y dejando la puerta abierta.

—Buenas noches. -dije.
—Hola querida. -me miro. —Gracias por seguir viniendo.
—Le dije que estaría al pendiente de él siempre. -camine hasta quedar a un costado de ella.
—Gracias. ¿Y como estuvo tu día?
—Muy extravagante.
—¿Enserio?
—Aja. -me senté en el sofá detras de ella. —Salí a buscar trabajo y de la nada se me presento la oportunidad para modelar un vestido.
—¿Enserio? ¡Wow! que emocionante seguramente saliste guapísima. -me sonrió de oreja a oreja.
—Eso creo. ¿Y su esposo?
—Aún no llega del trabajo.
—Ah, ya veo.

Soltó mi mano y se giro nuevamente a Dylan.

—Y cole tampoco esta así que para no sentirme demasiado sola; vengo a hablar con Dylan. ¿Tonto no?
—¡No! para nada, yo también hago eso. Lo extraño tanto. -pose mi mano en su hombro.
—Yo igual, aún que antes no lo veía pero obvio que extraño escucharlo hablar. Quisiera que esto no hubiera pasado para que nosotros estuviéramos juntos.
—Bueno...
—Mejor no toquemos ese tema, ¿Verdad?
—Si. Y Cole ¿Aún no llega del trabajo o esta de vago?
—No, él salio del país, cuestiones de trabajo.
—Ah.
—He visto que se llevan bien. -me volteo a ver de nuevo.
—¿Que? -dije un poco exaltada. —Bueno, un poco, pero solo es por Dylan, pues Cole es demasiado...
—Grosero. -termino ella y yo no pude mas que aceptarlo. —Creo que es su forma de mostrar interés en alguien. Siempre ha sido así, y no entiendo porque prefiere decir comentarios para nada educados cuando puede simplemente decir "gracias" o "no me gusta".
—Ah... entonces sabe como es.
—Son mis hijos, obvio sé que defectos y virtudes tiene cada uno.
—Ya veo.
—Oye ¿porque no vamos a la cafetería? y celebramos tu nuevo empleo y me cuentas más de ello.
—Bien, pero en realidad no es empleo fijo.
—Bueno, pues cuentame.

Asentí, nos pusimos de pie y salimos de la habitación para ir a la cafetería. La verdad es que también moría de hambre.

Ya estando en la cafetería; le conté sobre todo lo que me paso hoy y los planes que tenía pensado hacer. Por alguna razón me sentía como cuando hablo con mi madre así que no me costo decirle todo esto porque ella es una persona tan cálida que te hace sentir en confianza en cuanto la conoces.

Después de un buen rato el señor Cristoph llego a la cafetería y llego a sentarse con nosotras.

—¿Y Cole no vino hoy? -pregunto el papá de Dylan.

¿O debería llamarlo suegro?

—Tuvo que salir de viaje por trabajo, ya sabes, así que es probable que tarde semanas en regresar. -le explico su esposa.
—Ah bien, solo quisiera que me lo dijera a mi también. -dijo él.
—Tranquilo, debe estar atareado por sus asuntos...
—Ammm, si me disculpan iré a ver a Dylan. -dije tratando de salir de su zona. Me sentia como alguien incomodo entre ellos dos.
—Claro querida. -asintio Clarisse.

Me levante y tome mi bolso para dirigirme nuevamente a la habitación de Dylan.

Cole nunca me dijo que iba a salir de la ciudad. Ayer que nos vimos ni siquiera me miro, es raro en él.

¿Y eso a ti que me importa? -me grito mi subconsciete, y tiene razón.

Llegue a sentarme a un lado de mi amado y tome sus manos. Por que, no sé porque, pero necesito de su calor. Me entraron las ganas de abrazarlo, besarlo y volver a verle a los ojos. Tenia tanto que decirle acerca de hoy...

—Dylan, ¿te imagínaste algún día verme en una revista modelando? A mi jamas me paso por la cabeza. Sabes que no soy la chica por la que todos los hombre hacen fila pero hoy me sentí hermosa y me dijeron que lo era. Fue raro pero me hubiese gustado que tu hubieras estado ahí.